La ONU alerta de que Somalia continúa en estado de "catástrofe crónica"
Naciones Unidas, Agencias
Somalia continúa en un estado de "catástrofe crónica", con dos millones de personas que necesitan asistencia humanitaria, un elevado número de desplazados y la amenaza de que la hambruna aumente debido a la sequía, indicó hoy el coordinador humanitario de la ONU para el país, Mark Bowden.
"Somalia lleva en crisis más de veinte años y el impacto de esa larga crisis, ahora amenazada por agudas condiciones de sequía, es una gran preocupación para la comunidad internacional y Naciones Unidas en particular", aseguró hoy Bowden en una comparecencia ante la prensa en la sede de la ONU en Nueva York.
Bowden detalló que las condiciones en los campos que acogen a los 1,46 millones de desplazados internos son "inaceptables", debido a que esas personas no viven en condiciones de salubridad y disfrutan de un acceso restringido a los servicios sanitarios, pese a los esfuerzos de las agencias humanitarias para mejorar esa situación.
"La comunidad internacional aún debe hacer frente a las necesidades con las que viven los desplazados internos en Somalia", señaló el coordinador humanitario, quien alertó de que el fenómeno de La Niña pronosticado para el próximo año puede hacer que empeore aún más la situación.
Ese empeoramiento tendría graves consecuencias en las comunidades dedicadas a la agricultura y la ganadería, que ya perdieron la mayoría de sus bienes durante las últimas cinco temporadas de sequía y que ahora se empiezan a recuperar gracias a las mejores cosechas de este año.
Además, señaló que a esas condiciones de sequía le podrían seguir inundaciones debido a fuertes lluvias, un fenómeno habitual en Somalia.
Bowden habló del conflicto que vive el país, pero destacó que, pese a él, la ayuda alimentaria todavía puede llegar a una parte considerable del país y sobre todo a las zonas en las que más necesidades existen.
"Las dificultades a las que nos enfrentamos son en términos de conseguir ayuda alimentaria para toda la población de Sudán. El abastecimiento alimentario es un problema importante que empezamos a atacar poniendo un mayor énfasis en solucionar las condiciones sanitarias, de salubridad, del agua y nutricionales de los niños", indicó.
Somalia carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y pasaron a controlar el país grupos conocidos como "señores de la guerra" y clanes locales, además de milicias islámicas.
Somalia continúa en un estado de "catástrofe crónica", con dos millones de personas que necesitan asistencia humanitaria, un elevado número de desplazados y la amenaza de que la hambruna aumente debido a la sequía, indicó hoy el coordinador humanitario de la ONU para el país, Mark Bowden.
"Somalia lleva en crisis más de veinte años y el impacto de esa larga crisis, ahora amenazada por agudas condiciones de sequía, es una gran preocupación para la comunidad internacional y Naciones Unidas en particular", aseguró hoy Bowden en una comparecencia ante la prensa en la sede de la ONU en Nueva York.
Bowden detalló que las condiciones en los campos que acogen a los 1,46 millones de desplazados internos son "inaceptables", debido a que esas personas no viven en condiciones de salubridad y disfrutan de un acceso restringido a los servicios sanitarios, pese a los esfuerzos de las agencias humanitarias para mejorar esa situación.
"La comunidad internacional aún debe hacer frente a las necesidades con las que viven los desplazados internos en Somalia", señaló el coordinador humanitario, quien alertó de que el fenómeno de La Niña pronosticado para el próximo año puede hacer que empeore aún más la situación.
Ese empeoramiento tendría graves consecuencias en las comunidades dedicadas a la agricultura y la ganadería, que ya perdieron la mayoría de sus bienes durante las últimas cinco temporadas de sequía y que ahora se empiezan a recuperar gracias a las mejores cosechas de este año.
Además, señaló que a esas condiciones de sequía le podrían seguir inundaciones debido a fuertes lluvias, un fenómeno habitual en Somalia.
Bowden habló del conflicto que vive el país, pero destacó que, pese a él, la ayuda alimentaria todavía puede llegar a una parte considerable del país y sobre todo a las zonas en las que más necesidades existen.
"Las dificultades a las que nos enfrentamos son en términos de conseguir ayuda alimentaria para toda la población de Sudán. El abastecimiento alimentario es un problema importante que empezamos a atacar poniendo un mayor énfasis en solucionar las condiciones sanitarias, de salubridad, del agua y nutricionales de los niños", indicó.
Somalia carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y pasaron a controlar el país grupos conocidos como "señores de la guerra" y clanes locales, además de milicias islámicas.