La conexión portuguesa fulmina al endeble Málaga
Málaga, As
El Atlético llegaba a La Rosaleda con esa necesidad de purificarse que necesitan los equipos eliminados de competición europea, y con el aliciente de que necesitaba ganar si no quería descolgarse de los puestos de arriba. Por su parte, el Málaga de Pellegrini tenía que vencer para salir de los puestos de descenso y de paso, confirmar que el chileno podía hacer algo interesante con los millones de Bin Nasser.
Los primeros veinte minutos de partido fueron un decálogo de errores y precipitación por parte de ambos equipos. Nadie parecía querer la pelota, especialmente en el Málaga, cuyos hombres de la medular, Juanito y Helder Rosario, pasaron completamente desapercibidos. Si acaso, por parte del Atlético, el único jugador con ganas de poner algo de orden era el portugués Tiago, uno de los mejores en la primera mitad.
El partido no rompía por ningún lado, ni Málaga ni Atlético eran capaces de hilar jugadas con algo de peligro... hasta que el Atlético pareció recordar que el equipo de Pellegrini tiene fobia a las jugadas a balón parado. Y a ello se puso el club colchonero. Primero en el minuto 15, con una buena falta tirada por Reyes, aunque desde muy lejos. Y ya en el minuto 22 con la llegada del gol. Simao -cuánto van a echar de menos a este futbolista en el Atlético- desbordó a Jesús Gámez, que tuvo que detenerle con falta. La misma, ejecutada por el portugués, fue rematada brillantemente por Tiago ante un Rubén que nada pudo hacer, si acaso recriminar la falta de tensión defensiva a sus defensas.
Por momentos, el Málaga pensó que a balón parado podía tener la misma efectividad que el Atlético. Pero su especialista, otro portugués, Duda, no estuvo fino en la primera parte. Al menos lanzó cuatro faltas, y tan sólo en una de ellas puso en peligro la portería de De Gea, con grandes reflejos ante un balón que apenas veía y que se encontró muy cerca tras un peligroso bote. De los delanteros del Málaga sólo se pudo adivinar que son hombres de buenas facultades y complementarios: el uruguayo Sebas Fernández puso en algún aprieto a Domínguez debido a su gran velocidad, y el venezolano Rondón puso su envergadura al servicio de su equipo, aunque sin fortuna.
Los primeros 45 minutos fueron pasando perezosamente, y casi sin quererlo, el Atlético fue ganando en posesión y confianza, aunque sin mucha profundidad.
La segunda parte comenzó con renovadas esperanzas para el Málaga, debido a dos cambios muy acertados por parte de Pellegrini. Salieron del terreno de juego Iván González y Manu Torres, que tenía una tarjeta, y entraron Fernando y Portillo. Precisamente fue Fernando el que dió otro brío al Málaga en los primeros diez minutos de la segunda mitad, repartiendo balones con buen criterio. Quien intentó aprovechar esta declaración de intenciones fue Rondón, que se escoró a la banda izquierda para poner algunos centros con relativo peligro e intentó algún disparo desde fuera del área.
Prácticamente ahí se acabó lo poco que pudo ofrecer el equipo de Pellegrini en el partido. En el minuto 21, Agüero forzó una falta del danés Kris en una posición envidiable para Simao. Y se repitió la misma escena de la primera mitad, sólo que un minuto antes. Gran centro de Simao, asistencia de Tiago de cabeza a Domínguez, que escandalosamente sólo, remata también con la testa a placer. El meta Rubén, de nuevo perplejo ante la falta de entendimiento y concentración de su defensa. El Málaga es el equipo más goleado de primera, con 35 goles en contra.
Tan sólo dos minutos después, la pesadilla para el Málaga se repitió. Falta en banda izquierda. Los mismos fantasmas pasan por la cabeza de la defensa malaguista al confirmar que la falta la bota Simao. Y el mal sueño se confirma: gol de cabeza de Tiago. Era el minuto 23 y el partido estaba absolutamente finiquitado.
Llegaron entonces los famosos minutos de la basura, ese tramo temporal de partido que no aporta nada, en el que ambos equipos ya están pensando en irse a los vestuarios y pensar en sus cosas. De nada sirvió la salida al terreno de juego de Quincy, salvó para aportar algo más de llegada al equipo de Pellegrini, aunque de manera muy tímida. Mucho trabajo le queda por delante a Pellegrini si quiere sacar del pozo al Málaga del jeque Bin Nasser, que probablemente moverá el mercado y atenderá las posibles peticiones navideñas del chileno. Por su parte, el Atlético se encontró con el partido soñado: sin complicaciones, sin lesiones, sin polémicas. Ya es sexto, a dos puntos de Valencia y Espanyol.
Málaga CF: Rubén; Gámez, Hélder, Stadsgaards, Manu Torres (Portillo, m. 46); Duda, Iván González (Fernando, m. 46), Juanito, Eliseu; Fernández (Quincy, m. 62) y Rondón.
Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Raúl García (Valera, m. 86), Tiago, Assunçao, Simao; Reyes (Fran Mérida, m. 80) y Aguero (Diego Costa, m. 71).
Goles: 0-1, M. 22: Tiago. 0-2, M. 65: Domínguez. 0-3, M. 68: Tiago.
Árbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró tarjetas amarillas a los malaguistas Manu Torres (m. 38) y Gámez (m. 68), y a los jugadores del Atlético de Madrid Filipe Luis (m. 50) y Raúl García (m. 84).
Incidencias: Partido correspondiente a la decimosexta jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 29.000 espectadores.