Kun Agüero devuelve la sonrisa al Vicente Calderón


Madrid, As
El Atlético de Madrid logró taponar la hemorragia de malos resultados que sufría ganando al Deportivo por dos goles a cero en el Vicente Calderón en un partido que dominó de principio a fin. El conjunto colchonero fue dueño y señor del partido durante toda la primera mitad, en la que tuvo el balón en todo momento y en la que Forlán desaprovechó un claro penalti cometido por Aranzubía sobre Agüero. El delantero argentino fue precisamente el autor de los dos tantos que dieron la victoria a los suyos, ambos logrados antes del descanso. Una espléndida jugada individual y una buena asistencia de Raúl García fueron la antesala de la primera y segunda diana del internacional rojiblanco en el choque. Tras el descanso, Lotina optó por variar el esquema de su equipo logrando tener más el balón, aunque sin llegar a inquietar en ningún momento a De Gea. Los de Quique bajaron la intensidad en exceso tras el intermedio y buscaron la sentencia jugando a la contra. La victoria se convierte en un balón de oxígeno para los del Manzanares.

Ganar o ganar, eso era lo único que le valía al Atlético de Madrid para no agudizar su crisis con la visita del Deportivo al Vicente Calderón. Los rojiblancos sumaban tres derrotas consecutivas que llenaron de nervios el vestuario, la grada y la cúpula directiva del club. Los inesperados y dolorosos batacazos ante Espanyol, Aris y Levante dejaron claro que algo no funcionaba, y ese algo era el sistema defensivo colchonero. Quique decidió sentar a Godín para dar entrada a Domínguez. Por delante de la zaga, Tiago y Raúl García formaron en el eje de creación y destrucción del juego local. Ante ellos, un equipo que había logrado crecer y salir del pozo desde que Lotina colocara una defensa de cinco hombres. Los gallegos, que sumaban más de once años sin ganar en el Manzanares, llegaron dispuestos a entregar el dominio a su rival y confiar toda su suerte al contragolpe y a sus peligrosas jugadas a balón parado.

Así, el partido comenzó con un Atlético dominador que tenía como objetivo prioritario marcar el primer gol lo antes posible para forzar a su rival a romper el entramado defensivo tejido por su entrenador. Tan sólo hubo que esperar cinco minutos para que la mecha del partido se encendiera mediante un claro penalti de Aranzubía sobre Agüero que pudo suponer la expulsión del portero visitante y que no pudo transformar Diego Forlán. Sin tiempo para lamentarse y tan sólo tres minutos después, Agüero volvió a enfundarse el traje de héroe para abrir el marcador tras una espléndida jugada personal en la que hizo lo que quiso con la poblada defensa coruñesa para deleite de la parroquia rojiblanca. De esta forma, los de Quique dieron un paso vital para llevarse el partido haciendo trizas el guión del equipo gallego. A los de Lotina no les quedó más opción que cambiar su estilo de juego, hacerse con el dominio y desechar la opción de fiar todo a la contra.

La esperada reacción visitante no se produjo. El Deportivo continuó con su muralla defensiva en las jugadas ofensivas de su rival y sumando al ataque a sus dos carrileros cuando tenía el balón en los pies. La respuesta gallega no tuvo efecto alguno, como era más que previsible. Justo antes de la media hora de juego pudo llegar el segundo gol del Atlético con un disparo de falta de Forlán que acabó topándose con el palo tras una meritoria intervención de Aranzubía. El uruguayo gozó de un par de oportunidades más antes de la conclusión del primer tiempo para ampliar la ventaja de los suyos, pero la mala puntería y la defensa y el portero visitante acabaron por desquiciar al delantero. Tuvo que volver a aparecer Agüero para hacer justicia en el marcador de cara al descanso. Un buen pase en profundidad de Raúl García sirvió al argentino para batir con una facilidad sorprendente a un Aranzubía que se quedó a media salida y que recogió el balón de la red por segunda vez en el encuentro.

Tras el intermedio, el partido se reanudó con una sustitución en el Deportivo que implicaba también un cambio en el sistema del equipo gallego. El sentido común de Lotina hizo que Aythami dejara su sitio a Juan Domínguez para conseguir una mayor concentración de jugadores en el centro del campo con el objetivo de tener algo más el esférico. Así, la defensa de cinco hombres se redujo a cuatro y Lassad siguió siendo un islote en ataque. Esta vez sí surtió efecto el antídoto del técnico visitante, que logró nivelar algo más la balanza otorgando más posesión y dominio del balón a sus hombres. El Atlético, consciente del rumbo que tomó el partido, buscó jugada tras jugada el tercer gol para sentenciar el partido y evitar problemas en la recta final. La idea local era evidente, robar y salir rápido ante un rival que tenía el balón pero que no intimidaba en absoluto a De Gea.

La excesiva relajación de la que hizo gala el conjunto local durante gran parte de la segunda mitad no gustó nada a su parroquia, que llegó a silbar a los suyos. Lo cierto es que, sin pitos o con ellos, el Atlético logró el objetivo prioritario del partido, la victoria. Un triunfo que supone un balón de oxígeno para los del Manzanares, que viajarán el próximo jueves a Alemania en busca del milagro que le sirva para sellar su pase a los dieciseisavos de final de la Europa League.

Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Reyes (Diego Costa, m. 85), Tiago, Raúl García (Mario Suárez, m. 83), Simao; Forlán (Fran Mérida, m. 79) y Kun Agüero.

Deportivo an>de La Coruña: Aranzubia; Manuel Pablo, Colotto, Aythami, Lopo, Seoane; Saúl, Juan Rodríguez (Valerón, m. 82), Antonio Tomás, Urreta (Adrián, m. 66); y Lassad.

Goles: 1-0, m. 8: Agüero se marcha en velocidad de Seoane, recorta y bate por bajo a Aranzubia. 2-0, m. 34: Agüero supera a Aranzubia tras un pase de Raúl García.

Árbitro: Javier Estrada Fernández (C. Catalán). Amonestó al local Perea (m. 48) y a los visitantes Aranzubia (m. 5), Manuel Pablo (m. 8) y Juan Rodríguez (m. 13).

Incidencias: partido correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga en Primera División, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 35.000 espectadores. Antes del comienzo del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Marcel Domingo, ex portero y entrenador del Atlético.

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