Gobierno pide precio justo a grandes industriales de soya
La Paz, Abi
El vicepresidente Álvaro García Linera pidió el viernes un "precio justo" a los grandes industriales de la soya (soja) para el consumo interno o, de lo contrario, dijo que el Estado está dispuesto a asumir el control de la industrialización y comercialización de ese producto agrícola.
"Bajen el precio de la torta de soya para el consumo interno (..). No queremos confrontación con estos grandes industriales, pero ellos tienen que entender que no pueden abusar de la ganancia, no pueden hacerle daño al pueblo boliviano", dijo en una rueda de prensa desde el Palacio Quemado.
García Linera, presidente en ejercicio en ausencia de Evo Morales de viaje por Brasil, informó que el Gobierno estableció una banda de precios entre 340 a 360 dólares por cada tonelada de torta de soya, para asegurar el abastecimiento de alimento balanceado a la industria avícola y porcina y carnes que tiene un alto consumo en Bolivia.
Subrayó que en el extranjero los industriales comercializan ese producto a 350 dólares la tonelada, pero en Bolivia de forma "abusiva" la venden entre 380 y 400 dólares.
El mandatario precisó que la producción de torta de soya este año alcanzó a 1,1 millones de toneladas, de las cuales sólo el 15% se queda en Bolivia y el resto sale al mercado internacional.
En esa dirección, recordó que el Gobierno hará cumplir estrictamente el Decreto Supremo 725, que regula la exportación de la torta de soya, porque en principio "debe garantizarse el abastecimiento interno".
García Linera denunció que frente a esa norma los industriales asumieron una actitud "doblemente abusiva", porque intentaron poner a los pequeños y medianos productores campesinos del grano de soya en contra del Gobierno, argumentando que la exportación de ese producto está prohibida.
Ante esas "mentiras", dijo que el Gobierno está dispuesto a comprar la totalidad del grano de soya producida por el pequeño y mediano productor.
"Nosotros la vamos a procesar si fuera necesario, ternemos mercados en abundancia. En otras palabras, no vamos a aceptar el chantaje, las presiones y la ganancia abusiva en el mercado interno de parte de los grandes industriales de la soya, de los burgueses de la soya", sostuvo.
Aseguró que si los industriales aceptan colaborar con la seguridad alimentaria de los bolivianos el Gobierno y sus ministros inmediatamente estarán a su servicio para hacer "expedito" el proceso de exportación de la torta de soya y mejorar la producción.
"Si no aceptan esa reglas del juego, se enfrentan al pueblo boliviano y al enfrentarse al pueblo boliviano se enfrentan al Estado y el Estado va usar todos los medios económicos y políticos a nuestro alcance para defender la canasta familiar", remarcó.
El vicepresidente Álvaro García Linera pidió el viernes un "precio justo" a los grandes industriales de la soya (soja) para el consumo interno o, de lo contrario, dijo que el Estado está dispuesto a asumir el control de la industrialización y comercialización de ese producto agrícola.
"Bajen el precio de la torta de soya para el consumo interno (..). No queremos confrontación con estos grandes industriales, pero ellos tienen que entender que no pueden abusar de la ganancia, no pueden hacerle daño al pueblo boliviano", dijo en una rueda de prensa desde el Palacio Quemado.
García Linera, presidente en ejercicio en ausencia de Evo Morales de viaje por Brasil, informó que el Gobierno estableció una banda de precios entre 340 a 360 dólares por cada tonelada de torta de soya, para asegurar el abastecimiento de alimento balanceado a la industria avícola y porcina y carnes que tiene un alto consumo en Bolivia.
Subrayó que en el extranjero los industriales comercializan ese producto a 350 dólares la tonelada, pero en Bolivia de forma "abusiva" la venden entre 380 y 400 dólares.
El mandatario precisó que la producción de torta de soya este año alcanzó a 1,1 millones de toneladas, de las cuales sólo el 15% se queda en Bolivia y el resto sale al mercado internacional.
En esa dirección, recordó que el Gobierno hará cumplir estrictamente el Decreto Supremo 725, que regula la exportación de la torta de soya, porque en principio "debe garantizarse el abastecimiento interno".
García Linera denunció que frente a esa norma los industriales asumieron una actitud "doblemente abusiva", porque intentaron poner a los pequeños y medianos productores campesinos del grano de soya en contra del Gobierno, argumentando que la exportación de ese producto está prohibida.
Ante esas "mentiras", dijo que el Gobierno está dispuesto a comprar la totalidad del grano de soya producida por el pequeño y mediano productor.
"Nosotros la vamos a procesar si fuera necesario, ternemos mercados en abundancia. En otras palabras, no vamos a aceptar el chantaje, las presiones y la ganancia abusiva en el mercado interno de parte de los grandes industriales de la soya, de los burgueses de la soya", sostuvo.
Aseguró que si los industriales aceptan colaborar con la seguridad alimentaria de los bolivianos el Gobierno y sus ministros inmediatamente estarán a su servicio para hacer "expedito" el proceso de exportación de la torta de soya y mejorar la producción.
"Si no aceptan esa reglas del juego, se enfrentan al pueblo boliviano y al enfrentarse al pueblo boliviano se enfrentan al Estado y el Estado va usar todos los medios económicos y políticos a nuestro alcance para defender la canasta familiar", remarcó.