Estados Unidos / homosexuales: el ejército "entra en el siglo XXI"

Redacción
BBC Mundo

Los activistas que luchaban contra esta política aseguran que en 17 años han sido expulsados unos 13.000 soldados.
Activistas de derechos civiles celebraron el sábado en Estados Unidos el respaldo del Senado este sábado a una ley que permitirá a los homosexuales servir abiertamente en el ejército.

Los grupos que apoyaban esta medida la consideraban una de las batallas pendientes del siglo XXI en cuestión de derechos, similar a la lucha anterior de otros colectivos discriminados como las mujeres o los afroestadounidenses.
Su victoria, en una votación por 65 a 31, se produce después de años de derrotas de iniciativas similares en el Congreso, que este mismo año rechazó el presupuesto de defensa únicamente porque contenía una disposición que permitía la entrada en el ejército de gays y lesbianas.

En realidad, hasta ahora podían servir como soldados de acuerdo con la ley conocida como "No preguntes, no lo digas", aprobada durante la presidencia de Bill Clinton en 1993, pero no podían mostrar abiertamente su orientación sexual.
El ejército tenía prohibido preguntar por esta pero podía expulsar a todo aquel del que tuviera conocimiento que era homosexual.
Los activistas que luchaban contra esta política aseguran que en estos 17 años han sido expulsados unos 13.000 soldados.
También señalaban que decenas de fuerzas armadas de todo el mundo, como las de Reino Unido o Israel, admiten en sus filas a los homosexuales.

"Dañino para las tropas"

Los grupos de derechos civiles destacaban que ejércitos de todo el mundo admiten en sus filas a los homosexuales.
A pesar de que las encuestas mostraban un claro apoyo apoyo al fin de la prohibición, incluso las realizadas entre miembros del ejército, los republicanos conservadores se han opuesto con uñas y dientes a la reforma, según el periodista de la BBC en Washington Iain Mackenzie.

Mackenzie informa que aunque algunos han sido representados como intolerantes y desconectados de la realidad, muchos creían genuinamente que había en juego cuestiones de seguridad para las tropas.
Argumentaban que el cambio era inevitable, pero querían posponerlo porque consideraban que introducirlo en un momento en que las fuerzas armadas luchan en dos guerras, en Irak y Afganistán, era una carga innecesaria para las tropas.
El proyecto que revoca el "No preguntes, no lo digas" será enviado al presidente Barack Obama para que con su firma se convierta en ley.
El departamento de Defensa tendrá un plazo de 60 días para estudiar cómo ejecutar la nueva política.

Efecto positivo para Obama

Obama había prometido en la campaña electoral de 2008 acabar con el "No preguntes, no lo digas".
Para el presidente Barack Obama la decisión del senado debería tener un efecto positivo, señala MacKenzie, quien dice que derogar esta medida se había convertido en una cuestión de credibilidad.
Obama había prometido en la campaña electoral de 2008 acabar con el "No preguntes, no lo digas", no solo porque era lo que demandaba la población, sino porque creía que era lo correcto.

Junto con la reforma sanitaria, este ha sido calificado como uno de sus logros más tangibles hasta ahora.
Sin embargo, continuar con "el cambio", como prometió en aquella campaña, va a ser mucho más difícil a partir de enero, cuando llegue a Washington la hornada de congresistas republicanos que ganó sus escaños en noviembre.

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