El Gobierno australiano utilizó a los inmigrantes ilegales como arma política
Sídney, Agencias
El Ejecutivo australiano del ex presidente Kevin Rudd buscó ventajas políticas en los inmigrantes ilegales que cada año llegan al país, según filtraciones de WikiLeaks publicadas hoy por el diario local "Sydney Morning Herald".
WikiLeaks decidió revelar estos documentos de la Embajada de Estados Unidos en Camberra un día después de que un barco con decenas de clandestinos naufragara frente a las costas de la isla de Christmas, causando la muerte a al menos 28 de ellos.
Rudd, primer ministro entre 2007 y 2010 y actual titular de Exteriores, exageró la problemática causada por la llegada de los clandestinos por barco para arrancar votos a los conservadores.
Cables diplomáticos de Estados Unidos afirman que Peter Khalil, entonces asesor del jefe del Ejecutivo australiano, recomendó a éste que dijera al público que cada año unos 60.000 extranjeros se quedan ilegalmente en Australia a pesar de que la mayoría llega en avión y con visado.
Muchos no renuevan sus papeles y deciden permanecer de forma irregular en el país, y Khalil quiso convencer a Rudd para que engañara a la población asegurando que las llegadas por mar son mucho menores que por aire.
El asunto de los inmigrantes también fue manipulado por la opositora Coalición Liberal, uno de cuyos dirigentes llegó a decir: "Cuantos más barcos lleguen, mejor."
El Ejecutivo australiano del ex presidente Kevin Rudd buscó ventajas políticas en los inmigrantes ilegales que cada año llegan al país, según filtraciones de WikiLeaks publicadas hoy por el diario local "Sydney Morning Herald".
WikiLeaks decidió revelar estos documentos de la Embajada de Estados Unidos en Camberra un día después de que un barco con decenas de clandestinos naufragara frente a las costas de la isla de Christmas, causando la muerte a al menos 28 de ellos.
Rudd, primer ministro entre 2007 y 2010 y actual titular de Exteriores, exageró la problemática causada por la llegada de los clandestinos por barco para arrancar votos a los conservadores.
Cables diplomáticos de Estados Unidos afirman que Peter Khalil, entonces asesor del jefe del Ejecutivo australiano, recomendó a éste que dijera al público que cada año unos 60.000 extranjeros se quedan ilegalmente en Australia a pesar de que la mayoría llega en avión y con visado.
Muchos no renuevan sus papeles y deciden permanecer de forma irregular en el país, y Khalil quiso convencer a Rudd para que engañara a la población asegurando que las llegadas por mar son mucho menores que por aire.
El asunto de los inmigrantes también fue manipulado por la opositora Coalición Liberal, uno de cuyos dirigentes llegó a decir: "Cuantos más barcos lleguen, mejor."