Democracia y educación, doble apuesta en Mar del Plata
Mar del Plata, Agencias
Los gobernantes iberoamericanos hicieron en su vigésima cumbre desde 1991, clausurada hoy en Argentina, una doble apuesta: un mecanismo de defensa de la democracia y un fuerte compromiso con la educación.
Con el lema de "Educación para la inclusión social", la XX Cumbre Iberoamericana reunió desde ayer en Mar del Plata (a 400 kilómetros de Buenos Aires) a jefes de Estado y de Gobierno, que hoy firmaron más de una decena de documentos consensuados previamente.
No hubo controversias, al menos públicamente, entre los participantes, pese a que las filtraciones de documentos secretos estadounidenses en el portal Wikileaks podían haberlas originado.
En lugar de eso, algunos de los gobernantes arremetieron contra el Gobierno de EE.UU. por sus "intrigas" y "espionaje"
El documento de la Cumbre que más ha dado que hablar es una "Declaración especial sobre la defensa de la democracia y el orden constitucional en Iberoamérica", que por primera vez establece mecanismos políticos de respuesta ante situaciones de amenaza a los gobiernos democráticos.
"De esta manera no queda ningún foro de los países iberoamericanos en el que se pueda ser miembro si no se respetan los valores democráticos", dijo el canciller argentino, Héctor Timerman, en la rueda de prensa final.
El Gobierno de Ecuador, del que partió la iniciativa de esta "cláusula democrática", sufrió el 30 de septiembre pasado un intento de golpe de Estado, mientras que en Honduras Manuel Zelaya fue derrocado de la Presidencia el 28 de junio de 2009.
Honduras sigue suspendida de la OEA y varios países de la región, incluyendo a Argentina, siguen sin reconocer al Gobierno surgido de las elecciones celebradas en ese país en noviembre del año pasado.
Por ese motivo el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, no fue invitado a esta cumbre, la primera vez que sucede algo así.
Timerman dijo que Honduras es parte de las cumbres iberoamericanas y se espera que regrese una vez que se cumplan "unos mínimos" requisitos, incluida "la vuelta de exiliados y perseguidos, especialmente Zelaya", y el castigo de los responsables del golpe.
El canciller argentino no respondió a una pregunta sobre como se aplicaría la cláusula a Cuba por considerarla "un comentario".
Sí lo hizo la ministra de Exteriores de España, Trinidad Jiménez, quien afirmó que el principio que rige estas cumbres desde su fundación es el de la "universalidad" y que por ello todos los países iberoamericanos son miembros.
En la sesión plenaria de la cumbre los presidentes de El Salvador, Mauricio Funes, y Panamá, Ricardo Martinelli, exhortaron a los demás miembros de la comunidad iberoamericana a no castigar al pueblo de Honduras por la actitud de rechazo y condena del golpe.
Otro tema centroamericano también ha copado la atención de la cumbre: el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua por Isla Calero, un territorio que ambos gobiernos consideran propio.
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, ha aprovechado esta cumbre para dar a conocer ampliamente la postura de su país, que se considera invadido y víctima de supuestos delitos medioambientales cometidos por Nicaragua.
Chinchilla pidió a los países iberoamericanos "no cerrar los ojos" y no caer en la "indiferencia o inacción", a lo que Alba Luz Ramos, presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, respondió que el conflicto por la Isla Calero "es un problema que debe estar en la Corte Internacional de Justicia".
En la Cumbre se ha tratado la formación de un grupo de amigos para mediar entre los dos países, que en principio estará formado por España, Ecuador y Argentina, según Chinchilla.
En la rueda de prensa final, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, destacó el fuerte compromiso con la educación que significa el plan de acción suscrito en Mar del Plata, que establece metas para un periodo de 10 años, hasta el 2021, entre ellas la plena alfabetización de la región para el 2015.
En otros documentos los participantes apoyaron el diálogo para resolver el diferendo argentino-británico por las Malvinas, condenaron el embargo de EE.UU. a Cuba e hicieron votos para una mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo.
La Cumbre ha servido de escenario para numerosas reuniones bilaterales o de grupos de países, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que trató en Mar del Plata de la sucesión de Néstor Kirchner en la secretaría general del organismo, sin tomar ninguna decisión.
Kirchner, fallecido el 27 de octubre pasado, fue homenajeado por su viuda, la presidenta anfitriona, Cristina Fernández, y el resto de gobernantes en una sesión especial en la que hubo lágrimas, aplausos y elogios.
Otro emotivo homenaje lo recibió el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que termina su mandato el 1 de enero de 2011, pero prometió seguir en la política iberoamericana.
La cumbre destacó también por las ausencias, empezando por las del jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, debido a la crisis económica. El Rey de España tuvo una nutrida agenda de acuerdos bilaterales.
Tampoco asistieron, por diversos motivos, los presidentes Evo Morales, de Bolivia, Hugo Chávez, de Venezuela, Raúl Castro, de Cuba, y Daniel Ortega, de Nicaragua.
Los gobernantes iberoamericanos hicieron en su vigésima cumbre desde 1991, clausurada hoy en Argentina, una doble apuesta: un mecanismo de defensa de la democracia y un fuerte compromiso con la educación.
Con el lema de "Educación para la inclusión social", la XX Cumbre Iberoamericana reunió desde ayer en Mar del Plata (a 400 kilómetros de Buenos Aires) a jefes de Estado y de Gobierno, que hoy firmaron más de una decena de documentos consensuados previamente.
No hubo controversias, al menos públicamente, entre los participantes, pese a que las filtraciones de documentos secretos estadounidenses en el portal Wikileaks podían haberlas originado.
En lugar de eso, algunos de los gobernantes arremetieron contra el Gobierno de EE.UU. por sus "intrigas" y "espionaje"
El documento de la Cumbre que más ha dado que hablar es una "Declaración especial sobre la defensa de la democracia y el orden constitucional en Iberoamérica", que por primera vez establece mecanismos políticos de respuesta ante situaciones de amenaza a los gobiernos democráticos.
"De esta manera no queda ningún foro de los países iberoamericanos en el que se pueda ser miembro si no se respetan los valores democráticos", dijo el canciller argentino, Héctor Timerman, en la rueda de prensa final.
El Gobierno de Ecuador, del que partió la iniciativa de esta "cláusula democrática", sufrió el 30 de septiembre pasado un intento de golpe de Estado, mientras que en Honduras Manuel Zelaya fue derrocado de la Presidencia el 28 de junio de 2009.
Honduras sigue suspendida de la OEA y varios países de la región, incluyendo a Argentina, siguen sin reconocer al Gobierno surgido de las elecciones celebradas en ese país en noviembre del año pasado.
Por ese motivo el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, no fue invitado a esta cumbre, la primera vez que sucede algo así.
Timerman dijo que Honduras es parte de las cumbres iberoamericanas y se espera que regrese una vez que se cumplan "unos mínimos" requisitos, incluida "la vuelta de exiliados y perseguidos, especialmente Zelaya", y el castigo de los responsables del golpe.
El canciller argentino no respondió a una pregunta sobre como se aplicaría la cláusula a Cuba por considerarla "un comentario".
Sí lo hizo la ministra de Exteriores de España, Trinidad Jiménez, quien afirmó que el principio que rige estas cumbres desde su fundación es el de la "universalidad" y que por ello todos los países iberoamericanos son miembros.
En la sesión plenaria de la cumbre los presidentes de El Salvador, Mauricio Funes, y Panamá, Ricardo Martinelli, exhortaron a los demás miembros de la comunidad iberoamericana a no castigar al pueblo de Honduras por la actitud de rechazo y condena del golpe.
Otro tema centroamericano también ha copado la atención de la cumbre: el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua por Isla Calero, un territorio que ambos gobiernos consideran propio.
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, ha aprovechado esta cumbre para dar a conocer ampliamente la postura de su país, que se considera invadido y víctima de supuestos delitos medioambientales cometidos por Nicaragua.
Chinchilla pidió a los países iberoamericanos "no cerrar los ojos" y no caer en la "indiferencia o inacción", a lo que Alba Luz Ramos, presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, respondió que el conflicto por la Isla Calero "es un problema que debe estar en la Corte Internacional de Justicia".
En la Cumbre se ha tratado la formación de un grupo de amigos para mediar entre los dos países, que en principio estará formado por España, Ecuador y Argentina, según Chinchilla.
En la rueda de prensa final, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, destacó el fuerte compromiso con la educación que significa el plan de acción suscrito en Mar del Plata, que establece metas para un periodo de 10 años, hasta el 2021, entre ellas la plena alfabetización de la región para el 2015.
En otros documentos los participantes apoyaron el diálogo para resolver el diferendo argentino-británico por las Malvinas, condenaron el embargo de EE.UU. a Cuba e hicieron votos para una mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo.
La Cumbre ha servido de escenario para numerosas reuniones bilaterales o de grupos de países, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que trató en Mar del Plata de la sucesión de Néstor Kirchner en la secretaría general del organismo, sin tomar ninguna decisión.
Kirchner, fallecido el 27 de octubre pasado, fue homenajeado por su viuda, la presidenta anfitriona, Cristina Fernández, y el resto de gobernantes en una sesión especial en la que hubo lágrimas, aplausos y elogios.
Otro emotivo homenaje lo recibió el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que termina su mandato el 1 de enero de 2011, pero prometió seguir en la política iberoamericana.
La cumbre destacó también por las ausencias, empezando por las del jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, debido a la crisis económica. El Rey de España tuvo una nutrida agenda de acuerdos bilaterales.
Tampoco asistieron, por diversos motivos, los presidentes Evo Morales, de Bolivia, Hugo Chávez, de Venezuela, Raúl Castro, de Cuba, y Daniel Ortega, de Nicaragua.