Costa Rica / Nicaragua: "Este conflicto nos afecta a todos"

Gilberto Lopes, Barra del Colorado, Costa Rica
"Aquí es isla Calero", me dice el panguero, apuntando hacia la orilla izquierda.
Navegando por el río Colorado, la orilla boscosa no se distingue del resto del paisaje. Llueve mucho y el aire está fresco, pese a la capa gruesa de nylon que nos protege. Vamos bajando el río, camino a Barra del Colorado, el pueblo costarricense en la desembocadura, en la costa del Caribe.

De ahí, 18 kilómetros hacia el norte, por la costa, está Punta Castilla, un punto imaginario que separa Costa Rica de Nicaragua. Este es el escenario del conflicto que enfrenta nuevamente a dos países con una frontera entretejida por ríos, canales y lagunas maravillosas.

La frontera entre los dos países es un entretejido de ríos, canales y lagunas.
Efectivamente, en la otra punta de isla Calero, en su extremo norte, está el territorio de la disputa, el que tienen una extensión de poco más de dos kilómetros cuadrados.
En octubre pasado las tropas nicaragüenses ocuparon posiciones en el terreno, que Costa Rica considera suyo, e iniciaron los trabajos para abrir un canal entre el río San Juan y la laguna costera de Harbour Head.
Además de denunciar una invasón, que Nicaragua niega, San José también afirma que la obra tendrá consecuencias desastrosas sobre el medio ambiente.

La pesca


Aquí se pesca sábalo y los pescadores vienen de todas partes, cuando es temporada. Los que saben aseguran que éste tal vez es el mejor lugar del mundo para esa pesca.
Y de eso viven los pobladores: del turismo y de la pesca artesanal.

El río Colorado divide el pueblo: en Barra sur, más ordenada, menos pobre, viven unas 45 familias, me informan. Al otro lado, en Barra norte, son casi seiscientas.

"Estas comunidades han sido siempre muy pobres y este conflicto ha afectado, sobre todo, al sector pesquero".

Jesús Chávez, pescador del delta del río Colorado.
La crecida del río las ha inundado y navegamos con la panga por la cancha de fútbol, en el centro del pueblo, al norte.

Hace días todos caminan aquí, a veces, con el agua por la cintura. El río ha crecido como nunca, las casas, muy modestas, también están inundadas.

"Estas comunidades han sido siempre muy pobres y este conflicto ha afectado, sobre todo, al sector pesquero", afirma don Jesús Chávez, pescador del delta del río Colorado.

"Desde que comenzó el conflicto, estamos muy temerosos. No pescamos langostas porque hay que estar todo el día en el mar y pueden capturar los pesqueros", dice, refiriéndose a guardacostas nicaragüenses.

Esta mañana, sin embargo, Don Jesús trajo 300 kilos de calva, un róbalo pequeño.
Limpian el pescado con la ayuda de los muchachos del pueblo y lo venden a unos 800 colones el kilo (cerca de US$1,5). Pueden hacerse de unos US$450, para repartirse entre todos.

"Este conflicto nos afecta a todos, pero más a la gente de San Juan de Nicaragua", asegura Chávez.

"Es el pueblo más cercano, al otro lado de la frontera, con cuyos habitantes muchos estamos, inclusive, emparentados".

"Esa gente está más aislada, ellos compraban acá la comida, el combustible y vendían aquí el producto de su pesca. Antes venían sin pasaporte, sin documentos, Ahora no vienen, ellos están más cerca del área del conflicto, hay mucho control".

Si la situación perdura…


Aquí hay poca agricultura. Las tierras, arenosas o pantanosas, se prestan poco, aunque hay algunas fincas de coco.

Nos aseguran que, con unas tres hectáreas de coco, una familia puede vivir.
La otra actividad es el turismo, "pero tengo entendido que las reservaciones para enero y febrero ya han sido canceladas".

"La gente oye, habla del conflicto y prefiere no venir", dice don Jesús.
"Si perdura esta situación, no sabemos dónde vamos a llegar…", afirma.

La otra cara de la moneda es el narcotráfico. Hay que ver el mapa. La zona está a medio camino entre el área productora de Colombia y los consumidores de Estados Unidos.

Por aquí circulan en lanchas, en aviones y muchos salen de "pesca", a ver si encuentran alguna paca de la droga perdida, flotando en el mar.

Si tienen suerte, se pueden hacer de una pequeña fortuna.

"Eso está en todas partes, trasciende la frontera", se lamenta don Jesús.
"Y la drogadicción y el alcoholismo afecta también a la población", concluye.

Entradas populares