Assange: "Me preocupa una extradición a Estados Unidos"
Londres, El País
Julian Assange es un hombre en libertad bajo fianza, sí, pero siente el aliento de Estados Unidos en la nuca. Sospecha, según la información que le está llegando, que un gran jurado secreto está montando un caso de espionaje contra él. Un caso que llevará a una petición de extradición por parte de los fiscales norteamericanos. Lo dejó bien claro delante de la mansión de su amigo Vaughan Smith, en Bungay, pequeño pueblo situado en el condado de Suffolk, sureste de Reino Unido. En esa mansión victoriana rodeada de 250 hectáreas de campo abierto va a para las navidades el fundador de Wikileaks. Eso sí, todos los días, deberá ir a informar de su presencia a la policía.
Sosteniendo una taza del Frontline Club -que regenta Smith- y con plumífero verde, Assange compareció por la mañana ante los medios en un paisaje cubierto de nieve. El Reino Unido vive horas de caos bajo la nieve, el aeropuerto de Norwich tuvo que cerrar por las adversas condiciones climatológicas. Con una cara bien distinta a la que presentaba en aquellas fotos rojas de furgón carcelario, expresó su preocupación fundamental ante los medios allí congregados. "El riesgo más importante, el que más nos preocupa, es la extradición a EE UU. Y esto parece cada vez más serio y cada vez más probable", dijo.
La extradición a EE UU
Preguntado sobre si confía en un juicio justo en el caso de ser extraditado a EE UU, contestó: "Absolutamente no". Y denunció la existencia de una "investigación ilegal" para acabar con su trabajo y el de su página web. Assange sigue clamando su inocencia. Dice que no hay "ni una sola prueba" de los delitos de agresión sexual de los que se le acusa.
El fundador de Wikileaks aseguró que hay varias instituciones llevando a cabo una investigación secreta que calificó de "ilegal". Denunció que algunos de sus colaboradores han sido retenidos en aduanas norteamericanas. "Vieron sus ordenadores confiscados", dijo en la que es su segunda comparecencia ante los medios tras ser puesto en libertad bajo fianza el jueves. "Diría que existe una investigación agresiva, que alguna gente ha perdido mucha credibilidad y que algunas personas quieren hacer carrera con casos famosos, pero esto es algo que tiene que ser observado", dijo el editor australiano, según informa EFE.
La web que dirige viene la siendo la diana de múltiples ataques, denunció. Dijo que la mayor parte de esos ataques no provienen de Gobiernos sino de bancos afincados en Suiza, Reino Unido, Dubái, y EE UU. "Más del 85% de nuestros recursos económicos se invierten para hacer frente a ataques, técnicos y políticos, y para hacer frente a ataques legales, sin poder hacer nuestro periodismo".
El fundador de Wikileaks salió el jueves en libertad después de que el Tribunal Superior de Londres desestimase un recurso presentado por la Fiscalía británica, que actúa en nombre de las autoridades suecas, que reclaman su extradición por supuestos delitos de agresión sexual. En Bungay, se encuentra a sus anchas. Como decía su amiga Sarah Saunders el jueves a la salida de la vista del recurso, "es un hombre de campo al que le gustan los espacios abiertos". En la finca de su amigo Vaughan Smith se podrá dedicar a pasear y pescar. Eso sí, si quitarse el brazalete electrónico de control que debe llevar puesto.
Julian Assange es un hombre en libertad bajo fianza, sí, pero siente el aliento de Estados Unidos en la nuca. Sospecha, según la información que le está llegando, que un gran jurado secreto está montando un caso de espionaje contra él. Un caso que llevará a una petición de extradición por parte de los fiscales norteamericanos. Lo dejó bien claro delante de la mansión de su amigo Vaughan Smith, en Bungay, pequeño pueblo situado en el condado de Suffolk, sureste de Reino Unido. En esa mansión victoriana rodeada de 250 hectáreas de campo abierto va a para las navidades el fundador de Wikileaks. Eso sí, todos los días, deberá ir a informar de su presencia a la policía.
Sosteniendo una taza del Frontline Club -que regenta Smith- y con plumífero verde, Assange compareció por la mañana ante los medios en un paisaje cubierto de nieve. El Reino Unido vive horas de caos bajo la nieve, el aeropuerto de Norwich tuvo que cerrar por las adversas condiciones climatológicas. Con una cara bien distinta a la que presentaba en aquellas fotos rojas de furgón carcelario, expresó su preocupación fundamental ante los medios allí congregados. "El riesgo más importante, el que más nos preocupa, es la extradición a EE UU. Y esto parece cada vez más serio y cada vez más probable", dijo.
La extradición a EE UU
Preguntado sobre si confía en un juicio justo en el caso de ser extraditado a EE UU, contestó: "Absolutamente no". Y denunció la existencia de una "investigación ilegal" para acabar con su trabajo y el de su página web. Assange sigue clamando su inocencia. Dice que no hay "ni una sola prueba" de los delitos de agresión sexual de los que se le acusa.
El fundador de Wikileaks aseguró que hay varias instituciones llevando a cabo una investigación secreta que calificó de "ilegal". Denunció que algunos de sus colaboradores han sido retenidos en aduanas norteamericanas. "Vieron sus ordenadores confiscados", dijo en la que es su segunda comparecencia ante los medios tras ser puesto en libertad bajo fianza el jueves. "Diría que existe una investigación agresiva, que alguna gente ha perdido mucha credibilidad y que algunas personas quieren hacer carrera con casos famosos, pero esto es algo que tiene que ser observado", dijo el editor australiano, según informa EFE.
La web que dirige viene la siendo la diana de múltiples ataques, denunció. Dijo que la mayor parte de esos ataques no provienen de Gobiernos sino de bancos afincados en Suiza, Reino Unido, Dubái, y EE UU. "Más del 85% de nuestros recursos económicos se invierten para hacer frente a ataques, técnicos y políticos, y para hacer frente a ataques legales, sin poder hacer nuestro periodismo".
El fundador de Wikileaks salió el jueves en libertad después de que el Tribunal Superior de Londres desestimase un recurso presentado por la Fiscalía británica, que actúa en nombre de las autoridades suecas, que reclaman su extradición por supuestos delitos de agresión sexual. En Bungay, se encuentra a sus anchas. Como decía su amiga Sarah Saunders el jueves a la salida de la vista del recurso, "es un hombre de campo al que le gustan los espacios abiertos". En la finca de su amigo Vaughan Smith se podrá dedicar a pasear y pescar. Eso sí, si quitarse el brazalete electrónico de control que debe llevar puesto.