Amnistía Internacional califica de "asesinato a sangre fría" la ejecución la iraní Shahla Jahed
Teherán, El País
Ahorcada. De esta forma ha muerto la iraní Shahla Jahed, condena calificada por Amnistía Internacional como un "asesinato a sangre fría". Jahed fue sentenciada a muerte en 2004 por el asesinato de la primera mujer del ex futbolista iraní Nasser Mohammad Khani del que ella fue amante y esposa temporal. La agencia estatal Irna informaba esta mañana de la ejecución, a pesar de los llamamientos de las organizaciones humanitarias para que la suspendiera.
Shahla y Khani, un astro del fútbol iraní en los años 1980, habían acordado un contrato de matrimonio temporal (sigheh en farsi), pero en 2002, la joven fue acusada de acuchillar hasta la muerte a la ex esposa del deportista, Laleh Saharkhizan. En un principio Jahed admitió ser culpable, pero luego se retractó en 2004 ante la misma corte que la juzgaba, en un procedimiento plagado de puntos oscuros y contradicciones.
La justicia había ordenado en noviembre de 2005 que se suspendiese la ejecución para poder examinar el caso una vez más, pero la pena de muerte fue confirmada en septiembre de 2006. A comienzos de 2008, la justicia anuló una vez más el veredicto y ordenó un nuevo examen, pero la mujer fue condenada a muerte una vez más en febrero de 2009, según Amnistía.
"La ejecución de Shahla Jahed, como todas las ejecuciones de este tipo, constituye es un ejemplo de asesinato premeditado y a sangre fría llevado a cabo por el Estado", ha dicho hoy Malcolm Smart, director del programa para Oriente Medio y Norte de Africa de esta organización.
El ahorcamiento de esta mujer hace llegar a al menos 146 el número de ejecuciones desde comienzos de año, según un conteo de la agencia AFP a partir de informaciones publicadas por la prensa local.
Los países occidentales y las organizaciones de derechos humanos aún continúan su campaña para la liberación de Sakineh Ashtianí, la iraní acusada primero de adulterio y después de complicidad en el asesinato de su esposo, y sobre la que pende una condena por lapidación.
Ahorcada. De esta forma ha muerto la iraní Shahla Jahed, condena calificada por Amnistía Internacional como un "asesinato a sangre fría". Jahed fue sentenciada a muerte en 2004 por el asesinato de la primera mujer del ex futbolista iraní Nasser Mohammad Khani del que ella fue amante y esposa temporal. La agencia estatal Irna informaba esta mañana de la ejecución, a pesar de los llamamientos de las organizaciones humanitarias para que la suspendiera.
Shahla y Khani, un astro del fútbol iraní en los años 1980, habían acordado un contrato de matrimonio temporal (sigheh en farsi), pero en 2002, la joven fue acusada de acuchillar hasta la muerte a la ex esposa del deportista, Laleh Saharkhizan. En un principio Jahed admitió ser culpable, pero luego se retractó en 2004 ante la misma corte que la juzgaba, en un procedimiento plagado de puntos oscuros y contradicciones.
La justicia había ordenado en noviembre de 2005 que se suspendiese la ejecución para poder examinar el caso una vez más, pero la pena de muerte fue confirmada en septiembre de 2006. A comienzos de 2008, la justicia anuló una vez más el veredicto y ordenó un nuevo examen, pero la mujer fue condenada a muerte una vez más en febrero de 2009, según Amnistía.
"La ejecución de Shahla Jahed, como todas las ejecuciones de este tipo, constituye es un ejemplo de asesinato premeditado y a sangre fría llevado a cabo por el Estado", ha dicho hoy Malcolm Smart, director del programa para Oriente Medio y Norte de Africa de esta organización.
El ahorcamiento de esta mujer hace llegar a al menos 146 el número de ejecuciones desde comienzos de año, según un conteo de la agencia AFP a partir de informaciones publicadas por la prensa local.
Los países occidentales y las organizaciones de derechos humanos aún continúan su campaña para la liberación de Sakineh Ashtianí, la iraní acusada primero de adulterio y después de complicidad en el asesinato de su esposo, y sobre la que pende una condena por lapidación.