Wall Street cierra a la baja su peor semana en tres meses

Nueva York, Agencias
La Bolsa de Nueva York selló hoy su peor jornada en tres meses en una sesión marcada por los temores de una posible subida de los tipos de interés en China, los renovados miedos sobre la deuda de algunos países europeos y las dudas sobre la efectividad y consecuencias del plan de estímulo de la Reserva Federal (Fed).

Los principales índices de Wall Street cerraron con caídas de alrededor del punto porcentual. El Dow Jones de Industriales bajó un 0,8 por ciento, el selectivo S&P 500 se dejó el 1,18 por ciento y el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió el 1,46 por ciento.

Con esos descensos Wall Street ponía fin a una semana de números rojos generalizados después de que el viernes pasado lograse cerrar a niveles previos a la crisis financiera de 2008.

El Dow Jones bajó un 2,2 por ciento esta semana, el mayor descenso acumulado en cinco días por ese índice desde hace tres meses, mientras que tanto el selectivo S&P 500 como el índice compuesto del Nasdaq rompieron con cinco semanas consecutivas de ascensos al dejarse un 2,17 y un 2,36 por ciento semanal, respectivamente.

El parqué neoyorquino registró esas caídas una semana después de que la Reserva Federal estadounidense lanzase su esperado estímulo monetario de 600.000 millones de dólares, una acción cuyas consecuencias sobre la economía de Estados Unidos empezaron a pesar sobre los analistas.

Principalmente influyó en el ánimo de los inversores el posible efecto inflacionista que podría tener ese plan en la economía de la primera potencia mundial.

El parqué neoyorquino se vio afectado además desde primera hora de la mañana por las caídas de las principales bolsas asiáticas, principalmente la de Shangai, que descendió un 5,16 por ciento ante los rumores de que el gobierno chino pueda elevar los tipos de interés para frenar la inflación del gigante asiático.

Esa noticia se unió a los crecientes temores sobre la deuda de los países periféricos de Europa, que vuelven a estar en el punto de mira de los especuladores.

Este viernes concluyó además la cumbre del G-20, de la que Estados Unidos salió mal parado tras no lograr un acuerdo con Corea del Sur sobre el Tratado de Libre Comercio y después de recibir duras críticas por parte de China y Europa a causa del plan de estímulo de la Reserva, que debilitará artificialmente el "billete verde" para mejorar sus exportaciones.

Los líderes de los principales países desarrollados y emergentes se comprometieron a evitar las devaluaciones competitivas y a trabajar para reducir los desequilibrios mundiales, pero aplazaron hasta 2011 la tarea de identificar las distorsiones que aporta cada país.

Ante ese cúmulo de noticias sobre la economía mundial, apenas tuvo repercusión en el ánimo inversor el positivo índice de confianza de los consumidores en la economía de Estados Unidos, que subió por encima de lo esperado en este mes.

Los datos provisionales relativos a noviembre indicaron que ese índice se situó en 69,3 puntos, 1,6 puntos por encima del nivel que se había apuntado en octubre y por encima de los 69 puntos que habían calculado la mayoría de los analistas, informó la Universidad de Michigan.

Esa institución afirmó que el ascenso de los datos preliminares de ese índice en noviembre se produjo gracias a la ligera mejoría de la marcha de la economía estadounidense y al inicio de las compras de navidad.

En el ámbito empresarial, el fabricante de aviones Boeing vivió una dura semana en la que sus títulos acumularon una pérdida del 10,95 por ciento después de que se viera forzado a suspender los vuelos en pruebas de sus aeronaves 787 Dreamliner.

También recibió un duro golpe esta semana la tecnológica Cisco, que sufrió el jueves su peor jornada en 16 años tras publicar unos resultados que decepcionaron a los inversores.

Al contrario, el grupo Walt Disney logró salvarse este viernes del arrastre bajista del parqué neoyorquino al cerrar con un ascenso del 5,07 por ciento una jornada después de haber presentado unos resultados trimestrales que lograron convencer a los analistas.

En otros mercados, destacó el desplome del oro hasta los 1.365,5 dólares la onza después de haber superado esta semana la cota de los 1.400 dólares, así como la caída del 3,33 por ciento del crudo de Texas, que cerró este viernes a 84,88 dólares.

El dólar se debilitó ante el euro, de forma que por una divisa europea se pagaban 1,3693 dólares, comparado con los 1,3659 de la jornada anterior, y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años subía hasta el 2,78 por ciento.

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