Soldado ejecuta al Glasgow Rangers y revive al Valencia
Valencia, As
El Valencia ganó por tres goles a cero al Rangers en la cuarta jornada de la fase de grupo de la Liga de Campeones. Los tres puntos, vitales para el conjunto che, le colocan segundo en el grupo C del torneo y a tres puntos del líder, el Manchester United. El partido fue un calco del disputado en Escocia en la ida, el Valencia dominó durante los noventa minutos llevando el peso del partido mientras que su rival volvió a utilizar una táctica ultradefensiva y confió todas sus posibilidades al contragolpe. Precisamente ahí estuvo la diferencia con el partido disputado en el Ibrox Stadium, en la efectividad escocesa en sus contras, nula a excepción de dos disparos al palo de Naismith. El Valencia sí estuvo fino de cara al gol y se marchó al descanso con ventaja gracias a un gol logrado por Soldado. Tras el descanso, el delantero valenciano puso más tierra de por medio con el segundo y Tino Costa cerró el marcador en los instantes finales.
La visita del Glasgow Rangers a Mestalla se antojaba una auténtica final para el Valencia. Los hombres del conjunto che necesitaban la victoria de forma impepinable para seguir dependiendo de sí mismos en la Liga de Campeones. Una derrota les dejaba al borde de la eliminación, lo que podría significar la tumba de Unai Emery y lo que sería un mazazo brutal al club en lo deportivo y en lo institucional. Las ideas de su rival, que daba por bueno el empate, eran claras y las mismas que en el partido de ida, táctica ultradefensiva y depositar todas sus opciones ofensivas en su veloz contragolpe. Los locales estaban llamados a llevar el peso del partido con Joaquín de vuelta al once inicial y con la dupla atacante formada por Soldado y Aduriz.
Los primeros minutos de partido volvieron a demostrar que el Rangers es especialista en sentirse cómodo a pesar de estar encerrado en su área, debido al buen posicionamiento de sus líneas en el terreno de juego. El Valencia saltó al césped muy enchufado, imprimiendo una intensidad alta al partido desde su comienzo y buscando el gol lo antes posible. Con este panorama el conjunto español se hizo con el dominio de la posesión y con el control del choque. Los de Emery llegaban bien una y otra vez por las bandas sin dejar de intentarlo también por el centro con disparos lejanos. Mata y Aduriz tuvieron en sus botas las dos mejores ocasiones de la primera mitad para los suyos. McGregor y unos centímetros de más impidieron a los jugadores valencianos inaugurar el marcador con prontitud.
Un disparo al palo de Naismith tras una buena jugada individual en una contra fue el pobre bagaje ofensivo del conjunto escocés durante la primera mitad. El empuje y las ganas de ir a por el partido que demostró el Valencia desde el pitido inicial obtuvo su merecido botín poco después de la media hora de juego. McGregor salió a por uvas en un saque de esquina local y, tras una serie de imprecisiones en el área, apareció Roberto Soldado para mandar el balón a la red abriendo la lata. El tanto logrado colocó al equipo che por encima del escocés en la clasificación del grupo C de la Champions y arrancó de cuajo el sentido del guión seguido por el Rangers hasta ese momento. El Valencia, consciente del peligro rival, siguió con la misma tónica desarrollada hasta entonces y, lejos de bajar el ritmo, continuó buscando el segundo.
Tras el descanso no hubo cambios en ninguno de los dos equipos y ambos conjuntos siguieron interpretando el mismo papel que en el primer acto. El Valencia controlaba el partido por medio de la posesión del balón y el Rangers seguía replegado atrás repeliendo las embestidas del conjunto español como si el resultado no fuera con ellos y confiado en tener alguna opción de contragolpe para lograr el empate. A los diez minutos de la reanudación Aduriz estuvo cerca de sentenciar el partido con un buen remate de cabeza a centro de Mata y al que respondió McGregor con una intervención milagrosa para el conjunto escocés. En el banquillo, un Emery preso de los nervios no dejaba de dar indicaciones a sus hombres para que no perdieran la concentración y cerraran el partido con un segundo tanto.
A veinte minutos de la conclusión el técnico del Valencia comenzó a mover ficha y retiró a Banega para dar entrada a Tino Costa. Justo en la jugada siguiente al cambio volvió a aparecer Soldado para fusilar con un tiro cruzado a McGregor y matar el partido con su segundo gol de la noche, tercero esta temporada en la Liga de Campeones y cuarto en su cuenta global en el torneo. Poco después, el valenciano se retiró del terreno de juego con una gran ovación de su público para dejar su sitio a Fernandes. Así, con el partido visto para sentencia, Emery volvió a su esquema habitual para que los minutos se fueran consumiendo hasta el pitido final que desató la euforia en Mestalla. Tino Costa logró el tercero en los instantes finales y convirtió en goleada el triunfo local. El Valencia se coloca como segundo clasificado en el grupo C de la Liga de Campeones y a tres puntos del líder, un Manchester United que no dio opción al Bursaspor en Turquía y al que goleó por cero a tres.
Valencia: César, Miguel, David Navarro, Ricardo Costa, Mathieu, Joaquín (Pablo, m.85), Albelda, Banega (Tino Costa, m.70), Mata, Soldado (Manuel Fernandes, m.77) y Aduriz.
Rangers: McGregor, Whittaker, Bougherra, Weir, Papac, Broadfoot, Davis, McCulloch, Edu (Lafferty, m.83), Naismith y Miller.
Goles: 1-0, m.34: Soldado. 2-0, m.71: Soldado. 3-0, m.90: Tino Costa.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó por el Valencia a Albelda y Tino Costa.
Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el campo de Mestalla ante 25.000 espectadores, 3.000 de ellos escoceses. Terreno de juego en malas condiciones.
El Valencia ganó por tres goles a cero al Rangers en la cuarta jornada de la fase de grupo de la Liga de Campeones. Los tres puntos, vitales para el conjunto che, le colocan segundo en el grupo C del torneo y a tres puntos del líder, el Manchester United. El partido fue un calco del disputado en Escocia en la ida, el Valencia dominó durante los noventa minutos llevando el peso del partido mientras que su rival volvió a utilizar una táctica ultradefensiva y confió todas sus posibilidades al contragolpe. Precisamente ahí estuvo la diferencia con el partido disputado en el Ibrox Stadium, en la efectividad escocesa en sus contras, nula a excepción de dos disparos al palo de Naismith. El Valencia sí estuvo fino de cara al gol y se marchó al descanso con ventaja gracias a un gol logrado por Soldado. Tras el descanso, el delantero valenciano puso más tierra de por medio con el segundo y Tino Costa cerró el marcador en los instantes finales.
La visita del Glasgow Rangers a Mestalla se antojaba una auténtica final para el Valencia. Los hombres del conjunto che necesitaban la victoria de forma impepinable para seguir dependiendo de sí mismos en la Liga de Campeones. Una derrota les dejaba al borde de la eliminación, lo que podría significar la tumba de Unai Emery y lo que sería un mazazo brutal al club en lo deportivo y en lo institucional. Las ideas de su rival, que daba por bueno el empate, eran claras y las mismas que en el partido de ida, táctica ultradefensiva y depositar todas sus opciones ofensivas en su veloz contragolpe. Los locales estaban llamados a llevar el peso del partido con Joaquín de vuelta al once inicial y con la dupla atacante formada por Soldado y Aduriz.
Los primeros minutos de partido volvieron a demostrar que el Rangers es especialista en sentirse cómodo a pesar de estar encerrado en su área, debido al buen posicionamiento de sus líneas en el terreno de juego. El Valencia saltó al césped muy enchufado, imprimiendo una intensidad alta al partido desde su comienzo y buscando el gol lo antes posible. Con este panorama el conjunto español se hizo con el dominio de la posesión y con el control del choque. Los de Emery llegaban bien una y otra vez por las bandas sin dejar de intentarlo también por el centro con disparos lejanos. Mata y Aduriz tuvieron en sus botas las dos mejores ocasiones de la primera mitad para los suyos. McGregor y unos centímetros de más impidieron a los jugadores valencianos inaugurar el marcador con prontitud.
Un disparo al palo de Naismith tras una buena jugada individual en una contra fue el pobre bagaje ofensivo del conjunto escocés durante la primera mitad. El empuje y las ganas de ir a por el partido que demostró el Valencia desde el pitido inicial obtuvo su merecido botín poco después de la media hora de juego. McGregor salió a por uvas en un saque de esquina local y, tras una serie de imprecisiones en el área, apareció Roberto Soldado para mandar el balón a la red abriendo la lata. El tanto logrado colocó al equipo che por encima del escocés en la clasificación del grupo C de la Champions y arrancó de cuajo el sentido del guión seguido por el Rangers hasta ese momento. El Valencia, consciente del peligro rival, siguió con la misma tónica desarrollada hasta entonces y, lejos de bajar el ritmo, continuó buscando el segundo.
Tras el descanso no hubo cambios en ninguno de los dos equipos y ambos conjuntos siguieron interpretando el mismo papel que en el primer acto. El Valencia controlaba el partido por medio de la posesión del balón y el Rangers seguía replegado atrás repeliendo las embestidas del conjunto español como si el resultado no fuera con ellos y confiado en tener alguna opción de contragolpe para lograr el empate. A los diez minutos de la reanudación Aduriz estuvo cerca de sentenciar el partido con un buen remate de cabeza a centro de Mata y al que respondió McGregor con una intervención milagrosa para el conjunto escocés. En el banquillo, un Emery preso de los nervios no dejaba de dar indicaciones a sus hombres para que no perdieran la concentración y cerraran el partido con un segundo tanto.
A veinte minutos de la conclusión el técnico del Valencia comenzó a mover ficha y retiró a Banega para dar entrada a Tino Costa. Justo en la jugada siguiente al cambio volvió a aparecer Soldado para fusilar con un tiro cruzado a McGregor y matar el partido con su segundo gol de la noche, tercero esta temporada en la Liga de Campeones y cuarto en su cuenta global en el torneo. Poco después, el valenciano se retiró del terreno de juego con una gran ovación de su público para dejar su sitio a Fernandes. Así, con el partido visto para sentencia, Emery volvió a su esquema habitual para que los minutos se fueran consumiendo hasta el pitido final que desató la euforia en Mestalla. Tino Costa logró el tercero en los instantes finales y convirtió en goleada el triunfo local. El Valencia se coloca como segundo clasificado en el grupo C de la Liga de Campeones y a tres puntos del líder, un Manchester United que no dio opción al Bursaspor en Turquía y al que goleó por cero a tres.
Valencia: César, Miguel, David Navarro, Ricardo Costa, Mathieu, Joaquín (Pablo, m.85), Albelda, Banega (Tino Costa, m.70), Mata, Soldado (Manuel Fernandes, m.77) y Aduriz.
Rangers: McGregor, Whittaker, Bougherra, Weir, Papac, Broadfoot, Davis, McCulloch, Edu (Lafferty, m.83), Naismith y Miller.
Goles: 1-0, m.34: Soldado. 2-0, m.71: Soldado. 3-0, m.90: Tino Costa.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó por el Valencia a Albelda y Tino Costa.
Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el campo de Mestalla ante 25.000 espectadores, 3.000 de ellos escoceses. Terreno de juego en malas condiciones.