Observadores y ONG denuncian fraude electoral en Egipto
El Cairo, Agencias
Los comicios legislativos celebrados el domingo en Egipto estuvieron marcados por la falta de transparencia y violaciones a los derechos electorales, denunciaron hoy varios grupos de observadores electorales y ONG internacionales.
En una rueda de prensa en El Cairo, representantes de organizaciones locales encargadas de vigilar las elecciones, acompañados por responsables de Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), informaron de que se impidió la entrada de observadores y representantes de los candidatos opositores a muchos centros de votación.
"Hay suficientes pruebas para demostrar el fraude electoral", afirmó Magdy Abdel Hamid, presidente de la Organización Egipcia para el Desarrollo de la Participación Social.
Entre las denuncias figura la existencia de papeletas electorales marcadas en favor de algunos candidatos, en la mayoría de los casos de los aspirantes del PND, el partido del presidente Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
Además, el proceso electoral se vio amenazado por numerosos actos de violencia desde la apertura de las urnas y por el ataque y el acoso a los representantes de los candidatos de la oposición, sobre todo a los simpatizantes del grupo Hermanos Musulmanes, ilegalizado pero semitolerado por el régimen de Mubarak.
Para el vicedirector de Oriente Medio y Norte de África de HRW, Joe Stork, todos estos actos demuestran que el Gobierno egipcio intentó "sistemáticamente en cada paso del proceso (electoral) impedir la transparencia".
En un informe publicado hoy por su organización, que no participaba como observadora, se reseña la presencia de grupos que trataban de "desbaratar las elecciones e intimidar a los votantes", y se critica el rol jugado por las fuerzas de seguridad, que en muchos casos dirigían a estas bandas violentas.
La participación electoral en estos comicios, a los que estaban convocados 41 millones de egipcios para designar a 507 diputados, fue de un 10 o 15 por ciento, según un primer cálculo de estas organizaciones, una cifra menor a la de 2005, que estuvo en torno al 25 por ciento.
Para el director del Instituto de El Cairo para el Estudio de los Derechos Humanos, Bahey el Din Hasan, las elecciones tuvieron lugar en "un ambiente oscuro, lo que no sienta las bases para unas elecciones abiertas".
Otra de las denuncias efectuadas por las ONG fue la existencia de errores en el censo electoral, en el que aparecían nombres de personas ya fallecidas.
Por su parte, el presidente de la Organización Egipcia para los Derechos Humanos, Hafez Abu Saad, dijo que aunque en las elecciones de 2005 hubo más violencia, con la muerte de 17 personas, en esta ocasión se han perpetrado mayores violaciones del derecho electoral.
"Cuestionamos las elecciones en su totalidad", aseguró Abu Saad, quien señaló que "la ausencia de transparencia hace que aumenten las sospechas de falta de integridad (de los comicios)".
En cuanto a los actos violentos, en esta cita electoral se registraron seis fallecidos, aunque tres no relacionados directamente con el proceso electoral.
Además, otras tres personas murieron hoy y cinco resultaron heridas enfrente de un centro de votación en la provincia de Sharquía, en el Delta del Nilo, por los disparos esporádicos de un seguidor de un candidato, según fuentes policiales citadas por el periódico independiente "Al Youm el Sabe".
El próximo día 5 de diciembre habrá una segunda vuelta en aquellas circunscripciones en las que ninguno de los aspirantes consiguió la mayoría absoluta, aunque en estas elecciones partía desde el principio como favorito el PND.
Un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Esam el Ariyan, dijo hoy a Efe que el recuento parcial de votos señala la pérdida de importantes figuras del movimiento, que se hizo con 88 escaños en las pasadas elecciones, entre ellos el jefe de su bloque parlamentario Mohamed Saad el Katatni.
"Los resultados de la votación cambiaban todo el rato", denunció el portavoz, que insistió en que "la falsificación de los resultados supone un ataque impresionante contra la voluntad del pueblo".
Los comicios legislativos celebrados el domingo en Egipto estuvieron marcados por la falta de transparencia y violaciones a los derechos electorales, denunciaron hoy varios grupos de observadores electorales y ONG internacionales.
En una rueda de prensa en El Cairo, representantes de organizaciones locales encargadas de vigilar las elecciones, acompañados por responsables de Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), informaron de que se impidió la entrada de observadores y representantes de los candidatos opositores a muchos centros de votación.
"Hay suficientes pruebas para demostrar el fraude electoral", afirmó Magdy Abdel Hamid, presidente de la Organización Egipcia para el Desarrollo de la Participación Social.
Entre las denuncias figura la existencia de papeletas electorales marcadas en favor de algunos candidatos, en la mayoría de los casos de los aspirantes del PND, el partido del presidente Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
Además, el proceso electoral se vio amenazado por numerosos actos de violencia desde la apertura de las urnas y por el ataque y el acoso a los representantes de los candidatos de la oposición, sobre todo a los simpatizantes del grupo Hermanos Musulmanes, ilegalizado pero semitolerado por el régimen de Mubarak.
Para el vicedirector de Oriente Medio y Norte de África de HRW, Joe Stork, todos estos actos demuestran que el Gobierno egipcio intentó "sistemáticamente en cada paso del proceso (electoral) impedir la transparencia".
En un informe publicado hoy por su organización, que no participaba como observadora, se reseña la presencia de grupos que trataban de "desbaratar las elecciones e intimidar a los votantes", y se critica el rol jugado por las fuerzas de seguridad, que en muchos casos dirigían a estas bandas violentas.
La participación electoral en estos comicios, a los que estaban convocados 41 millones de egipcios para designar a 507 diputados, fue de un 10 o 15 por ciento, según un primer cálculo de estas organizaciones, una cifra menor a la de 2005, que estuvo en torno al 25 por ciento.
Para el director del Instituto de El Cairo para el Estudio de los Derechos Humanos, Bahey el Din Hasan, las elecciones tuvieron lugar en "un ambiente oscuro, lo que no sienta las bases para unas elecciones abiertas".
Otra de las denuncias efectuadas por las ONG fue la existencia de errores en el censo electoral, en el que aparecían nombres de personas ya fallecidas.
Por su parte, el presidente de la Organización Egipcia para los Derechos Humanos, Hafez Abu Saad, dijo que aunque en las elecciones de 2005 hubo más violencia, con la muerte de 17 personas, en esta ocasión se han perpetrado mayores violaciones del derecho electoral.
"Cuestionamos las elecciones en su totalidad", aseguró Abu Saad, quien señaló que "la ausencia de transparencia hace que aumenten las sospechas de falta de integridad (de los comicios)".
En cuanto a los actos violentos, en esta cita electoral se registraron seis fallecidos, aunque tres no relacionados directamente con el proceso electoral.
Además, otras tres personas murieron hoy y cinco resultaron heridas enfrente de un centro de votación en la provincia de Sharquía, en el Delta del Nilo, por los disparos esporádicos de un seguidor de un candidato, según fuentes policiales citadas por el periódico independiente "Al Youm el Sabe".
El próximo día 5 de diciembre habrá una segunda vuelta en aquellas circunscripciones en las que ninguno de los aspirantes consiguió la mayoría absoluta, aunque en estas elecciones partía desde el principio como favorito el PND.
Un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Esam el Ariyan, dijo hoy a Efe que el recuento parcial de votos señala la pérdida de importantes figuras del movimiento, que se hizo con 88 escaños en las pasadas elecciones, entre ellos el jefe de su bloque parlamentario Mohamed Saad el Katatni.
"Los resultados de la votación cambiaban todo el rato", denunció el portavoz, que insistió en que "la falsificación de los resultados supone un ataque impresionante contra la voluntad del pueblo".