Nervios en los campos de desplazados de Haití y escasez en los supermercados
Puerto Príncipe, Agencias
Escenas de nerviosismo se registraron hoy en algunos campos de desplazados del terremoto de enero en Haití, donde muchas personas protestaban por tener que irse en contra de su voluntad ante la prevista llegada de la tormenta tropical "Tomas", que esta noche se acercará al desolado país.
Las autoridades iniciaron hoy desalojos masivos que afectarán en especial a los 1,3 millones de damnificados del sismo del 12 de enero pasado que viven en tiendas de campaña, en campamentos repartidos por gran parte de Puerto Príncipe.
"Si hasta el final de la tarde las personas se niegan a desplazarse, se empleará la fuerza", indicó una fuente de la Protección Civil que subrayó que se están buscando "lugares seguros" para quienes no tienen posibilidad de encontrar refugios.
Lejos de los campamentos, muchos de los haitianos que se lo pueden permitir (se estima que más del 70% de ellos vive en la pobreza) se lanzaron a los supermercados y agotaron las existencias de productos básicos como el pan, que no podía encontrarse en comercios de Petion Ville, un área residencial de gran actividad.
Por eso, al no tener nada que vender, algunas panaderías echaron antes de hora el cierre, al igual que oficinas que sólo trabajaron media jornada y dejaron a sus empleados marcharse a sus casas o a lugares seguros.
Otro producto cuya escasez pudo constatar Efe fue el cazabe, una torta que se elabora a base de yuca y que muchos haitianos utilizan para sustituir al pan.
Lo mismo sucedió con el bacalao, un pescado que se puede conservar con facilidad y que desapareció de algunos puntos de venta.
Tras una mañana de cielo encapotado, la lluvia llegó a la capital hacia las 14.00 horas (19.00 GMT). A esa hora todavía seguían abiertos, y llenos de gente, algunos comercios y restaurantes, además de los últimos supermercados y gasolineras que registraban largas filas de vehículos.
Y es que muchos conductores prefirieron abastecerse de combustible ante lo que pueda pasar cuando llegue "Tomas", pues no olvidan los problemas sufridos en días de escasez de carburante, como ocurrió tras el terremoto de enero.
El ir y venir se veía dificultado por atascos en diferentes puntos de la ciudad, con gente que iba a su casa antes de tiempo y otra que completaba las últimas gestiones del día antes de buscar refugio, por lo que Puerto Príncipe vivió, por así decirlo, una hora punta anticipada.
Escenas de nerviosismo se registraron hoy en algunos campos de desplazados del terremoto de enero en Haití, donde muchas personas protestaban por tener que irse en contra de su voluntad ante la prevista llegada de la tormenta tropical "Tomas", que esta noche se acercará al desolado país.
Las autoridades iniciaron hoy desalojos masivos que afectarán en especial a los 1,3 millones de damnificados del sismo del 12 de enero pasado que viven en tiendas de campaña, en campamentos repartidos por gran parte de Puerto Príncipe.
"Si hasta el final de la tarde las personas se niegan a desplazarse, se empleará la fuerza", indicó una fuente de la Protección Civil que subrayó que se están buscando "lugares seguros" para quienes no tienen posibilidad de encontrar refugios.
Lejos de los campamentos, muchos de los haitianos que se lo pueden permitir (se estima que más del 70% de ellos vive en la pobreza) se lanzaron a los supermercados y agotaron las existencias de productos básicos como el pan, que no podía encontrarse en comercios de Petion Ville, un área residencial de gran actividad.
Por eso, al no tener nada que vender, algunas panaderías echaron antes de hora el cierre, al igual que oficinas que sólo trabajaron media jornada y dejaron a sus empleados marcharse a sus casas o a lugares seguros.
Otro producto cuya escasez pudo constatar Efe fue el cazabe, una torta que se elabora a base de yuca y que muchos haitianos utilizan para sustituir al pan.
Lo mismo sucedió con el bacalao, un pescado que se puede conservar con facilidad y que desapareció de algunos puntos de venta.
Tras una mañana de cielo encapotado, la lluvia llegó a la capital hacia las 14.00 horas (19.00 GMT). A esa hora todavía seguían abiertos, y llenos de gente, algunos comercios y restaurantes, además de los últimos supermercados y gasolineras que registraban largas filas de vehículos.
Y es que muchos conductores prefirieron abastecerse de combustible ante lo que pueda pasar cuando llegue "Tomas", pues no olvidan los problemas sufridos en días de escasez de carburante, como ocurrió tras el terremoto de enero.
El ir y venir se veía dificultado por atascos en diferentes puntos de la ciudad, con gente que iba a su casa antes de tiempo y otra que completaba las últimas gestiones del día antes de buscar refugio, por lo que Puerto Príncipe vivió, por así decirlo, una hora punta anticipada.