Morales envía a Legislativo proyecto de ley de jubilaciones sostenible
La Paz, Abi
El presidente Evo Morales enviaba el martes a la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) el proyecto de nueva Ley de Pensiones consensuado con la matriz sindical Central Obrera Boliviana (COB), con la garantía de su sostenibilidad en el tiempo, beneficio redoblado para los trabajadores bolivianos y la urgencia de su aprobación.
"Mi pedido es que mañana mismo (por el miércoles, la Asamblea Legislativa) agende en la comisión correspondiente y qué bueno sería (que su aprobación y sanción) sea como un regalo de navidad", afirmó el gobernante en una conferencia de prensa dictada en la Residencia Presidencial, en el exclusivo suburbio capitalino de San Jorge.
Morales, que habló de un plazo de "3 semanas" o "lo más antes posible" para que el proyecto de ley de jubilaciones fragüe en el Legislativo boliviano, salió al paso de críticas provenientes de la oposición criolla y sectores marginales de un sindicato de maestros y aseguró que el estudio de factibilidad a que previamente fue sometida la norma afirma su sostenibilidad en el tiempo.
"Por todos los lados hemos buscado que sea sostenible porque sino en 4 ó 5 años (los rentistas bolivianos en caso de ver defraudadas sus expectativas) hubieran condenado al Gobierno y también a la COB", afirmó en la órbita de un discurso en que el mandatario pidió al titular nato de la ALP, el vicepresidente Alvaro García Linera, premura en el tratamiento de la ley.
Morales demandó tácitamente deponer arrestos a los detractores del proyecto de ley, que, enfatizó, no representa, de ninguna forma, un caballo de Troya.
"Jamás puede haber alguna maniobra, una trampa para mis compañeros trabajadores. ¡Imposible!", afirmó el jefe de Estado que presentó el proyecto de ley en compañía del mandamás de la COB, Pedro Montes y el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce.
Morales historió el proceso de consenso con organizaciones sociales concernidas que demandó más menos 5 años de debates.
El proyecto de nueva ley de jubilaciones debe reemplazar a la aún vigente Ley 1732, de corte privatista y promulgada en 1996, que transfirió la masa histórica de aportes de los trabajadores bolivianos a manos de los privados Fondos Administradores de Pensiones.
Tres años después, el sostenimiento de la Ley de Pensiones promulgada por la administración ultraliberal del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada provocaba averías en las cuentas nacionales e inflamaba el déficit fiscal de 3,5% a 8% del Producto Interno Bruto boliviano, entonces de poco más de 8.000 millones de dólares.
Morales dijo que el principio filosófico de la ley se asienta "en la razón" y "en un acuerdo conjunto", al tiempo de calificar de "histórico e inédito" el contenido de la norma que regirá el sistema de reparto en Bolivia.
La ley en potencia "es una política de redistribución de aportes de trabajadores" y sus premisas son, fueron y serán "la reducción de la pobreza" y la "igualdad de los trabajadores", proclamó el jefe de Estado que aún se desplaza con dificultades tras la operación en una de sus rodillas a que fue sometido hace 10 días.
En base de cifras, el mandatario explicó que con respecto a la ley 1732, los jubilados bolivianos ingresarán entre 100 y 150% más de lo contarían con la legislación en picada.
El proyecto de ley implica por primera vez a los trabajadores por cuenta propia, se funda en una base de solidaridad, reduce en 7 años la edad mínima de jubilación y es más generosa aún con las mujeres multigestas y mineros expuestos a la letal silicosis.
El presidente Evo Morales enviaba el martes a la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) el proyecto de nueva Ley de Pensiones consensuado con la matriz sindical Central Obrera Boliviana (COB), con la garantía de su sostenibilidad en el tiempo, beneficio redoblado para los trabajadores bolivianos y la urgencia de su aprobación.
"Mi pedido es que mañana mismo (por el miércoles, la Asamblea Legislativa) agende en la comisión correspondiente y qué bueno sería (que su aprobación y sanción) sea como un regalo de navidad", afirmó el gobernante en una conferencia de prensa dictada en la Residencia Presidencial, en el exclusivo suburbio capitalino de San Jorge.
Morales, que habló de un plazo de "3 semanas" o "lo más antes posible" para que el proyecto de ley de jubilaciones fragüe en el Legislativo boliviano, salió al paso de críticas provenientes de la oposición criolla y sectores marginales de un sindicato de maestros y aseguró que el estudio de factibilidad a que previamente fue sometida la norma afirma su sostenibilidad en el tiempo.
"Por todos los lados hemos buscado que sea sostenible porque sino en 4 ó 5 años (los rentistas bolivianos en caso de ver defraudadas sus expectativas) hubieran condenado al Gobierno y también a la COB", afirmó en la órbita de un discurso en que el mandatario pidió al titular nato de la ALP, el vicepresidente Alvaro García Linera, premura en el tratamiento de la ley.
Morales demandó tácitamente deponer arrestos a los detractores del proyecto de ley, que, enfatizó, no representa, de ninguna forma, un caballo de Troya.
"Jamás puede haber alguna maniobra, una trampa para mis compañeros trabajadores. ¡Imposible!", afirmó el jefe de Estado que presentó el proyecto de ley en compañía del mandamás de la COB, Pedro Montes y el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce.
Morales historió el proceso de consenso con organizaciones sociales concernidas que demandó más menos 5 años de debates.
El proyecto de nueva ley de jubilaciones debe reemplazar a la aún vigente Ley 1732, de corte privatista y promulgada en 1996, que transfirió la masa histórica de aportes de los trabajadores bolivianos a manos de los privados Fondos Administradores de Pensiones.
Tres años después, el sostenimiento de la Ley de Pensiones promulgada por la administración ultraliberal del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada provocaba averías en las cuentas nacionales e inflamaba el déficit fiscal de 3,5% a 8% del Producto Interno Bruto boliviano, entonces de poco más de 8.000 millones de dólares.
Morales dijo que el principio filosófico de la ley se asienta "en la razón" y "en un acuerdo conjunto", al tiempo de calificar de "histórico e inédito" el contenido de la norma que regirá el sistema de reparto en Bolivia.
La ley en potencia "es una política de redistribución de aportes de trabajadores" y sus premisas son, fueron y serán "la reducción de la pobreza" y la "igualdad de los trabajadores", proclamó el jefe de Estado que aún se desplaza con dificultades tras la operación en una de sus rodillas a que fue sometido hace 10 días.
En base de cifras, el mandatario explicó que con respecto a la ley 1732, los jubilados bolivianos ingresarán entre 100 y 150% más de lo contarían con la legislación en picada.
El proyecto de ley implica por primera vez a los trabajadores por cuenta propia, se funda en una base de solidaridad, reduce en 7 años la edad mínima de jubilación y es más generosa aún con las mujeres multigestas y mineros expuestos a la letal silicosis.