Llorenti: Prelados pretenden convertir a la Iglesia en plataforma de oposición política
La Paz, Abi
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, condenó el viernes la actitud de los prelados de la iglesia católica que se olvidaron del prójimo para defender a la derecha y convertir a esa institución en una plataforma política de oposición al Gobierno que fortaleció la democracia con políticas socio-económicas.
De esa forma, Llorenti respondió a los obispos que se reúnen en asamblea en la ciudad de Cochabamba y que emitieron críticas a la gestión del gobierno del presidente Evo Morales.
En una declaración de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) transmitida por el vicepresidente de la institución, monseñor Jesús Pérez, censuró al Gobierno por lo que consideran incremento de la pobreza y del narcotráfico.
"Algunos jerarcas de la Iglesia Católica ahora tratan de convertir estos escenarios en plataformas políticas de oposición al gobierno", dijo Llorenti al mencionar que Jesús se ofendió y enojó cuando convirtieron el templo en un mercado.
El Ministro afirmó que, como católico, le duele profundamente la actitud de esa gente que está haciendo política. "Tienen todo el derecho de hacerlo, porque ahora que los partidos de la oposición están menguados, aparecen algunos jerarcas para defender esos mismos intereses", insistió.
"Lamentablemente algunos jerarcas se están convirtiendo nuevamente en portavoces del Estado colonial y de los ricos olvidándose de la doctrina social de la iglesia que señala que debe existir una Iglesia Católica comprometida con los pobres", indicó.
Emplazó a los prelados a hacer caso al Papa, que expresó "ni la Iglesia se mete al Estado, ni el Estado se mete en la Iglesia".
Subrayó que probablemente "la iglesia sea una de las instituciones más antidemocráticas de la historia de la humanidad porque sistemáticamente y secularmente discrimina a las mujeres a las que no admite los mismos derechos de los hombres".
Se preguntó por qué en su asamblea, los obispos no debaten los abusos de algunos sacerdotes y la forma en la que se elige a la jerarquía eclesiástica.
"Probablemente nunca nos perdonarán el hecho de que ahora las iglesias son iguales en Bolivia, las doctrinas religiosas se respetan a través de la Constitución", dijo.
Agregó que hacía esas afirmaciones porque fue el propio Arzobispo de Sucre, Monseñor Jesús Pérez, quien oficiaba una misa en un acto de campaña por el NO a la nueva Constitución".
Puntualizó que el año 2008 este obispo desde los campanarios de la Catedral de Sucre convocaba a las movilizaciones y a los enfrentamientos entre bolivianos.
"Nunca escuché del monseñor Pérez condenas categóricas a los ataques racistas que sufrieron los asambleístas, ni siquiera de los vejámenes y humillaciones a los campesinos el 24 de mayo de 2008", recordó el ministro Llorenti.
Anotó "la jerarquía católica es una jerarquía antidemocrática, machista, insatisfecha, reaccionaria que hoy defiende los intereses de la derecha".
"Pese a esas críticas, Bolivia vive uno de sus momentos de mayor vigencia de los valores democráticos en su historia, no sólo con una participación plena, con mecanismos para que los propios bolivianos elijan a sus representantes, sino con el ejercicio de políticas públicas a través de una democracia económica que distribuye los recursos y mejora las condiciones de vida de las familias bolivianas", afirmó.
De esa forma, Llorenti respondió a los obispos que se reúnen en asamblea en la ciudad de Cochabamba y que emitieron críticas a la gestión del gobierno del presidente Evo Morales.
En una declaración de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) transmitida por el vicepresidente de la institución, monseñor Jesús Pérez, censuró al Gobierno por lo que consideran incremento de la pobreza y del narcotráfico.
"Algunos jerarcas de la Iglesia Católica ahora tratan de convertir estos escenarios en plataformas políticas de oposición al gobierno", dijo Llorenti al mencionar que Jesús se ofendió y enojó cuando convirtieron el templo en un mercado.
El Ministro afirmó que, como católico, le duele profundamente la actitud de esa gente que está haciendo política. "Tienen todo el derecho de hacerlo, porque ahora que los partidos de la oposición están menguados, aparecen algunos jerarcas para defender esos mismos intereses", insistió.
"Lamentablemente algunos jerarcas se están convirtiendo nuevamente en portavoces del Estado colonial y de los ricos olvidándose de la doctrina social de la iglesia que señala que debe existir una Iglesia Católica comprometida con los pobres", indicó.
Emplazó a los prelados a hacer caso al Papa, que expresó "ni la Iglesia se mete al Estado, ni el Estado se mete en la Iglesia".
Subrayó que probablemente "la iglesia sea una de las instituciones más antidemocráticas de la historia de la humanidad porque sistemáticamente y secularmente discrimina a las mujeres a las que no admite los mismos derechos de los hombres".
Se preguntó por qué en su asamblea, los obispos no debaten los abusos de algunos sacerdotes y la forma en la que se elige a la jerarquía eclesiástica.
"Probablemente nunca nos perdonarán el hecho de que ahora las iglesias son iguales en Bolivia, las doctrinas religiosas se respetan a través de la Constitución", dijo.
Agregó que hacía esas afirmaciones porque fue el propio Arzobispo de Sucre, Monseñor Jesús Pérez, quien oficiaba una misa en un acto de campaña por el NO a la nueva Constitución".
Puntualizó que el año 2008 este obispo desde los campanarios de la Catedral de Sucre convocaba a las movilizaciones y a los enfrentamientos entre bolivianos.
"Nunca escuché del monseñor Pérez condenas categóricas a los ataques racistas que sufrieron los asambleístas, ni siquiera de los vejámenes y humillaciones a los campesinos el 24 de mayo de 2008", recordó el ministro Llorenti.
Anotó "la jerarquía católica es una jerarquía antidemocrática, machista, insatisfecha, reaccionaria que hoy defiende los intereses de la derecha".
"Pese a esas críticas, Bolivia vive uno de sus momentos de mayor vigencia de los valores democráticos en su historia, no sólo con una participación plena, con mecanismos para que los propios bolivianos elijan a sus representantes, sino con el ejercicio de políticas públicas a través de una democracia económica que distribuye los recursos y mejora las condiciones de vida de las familias bolivianas", afirmó.