La rebelión de los haitianos contra los 'cascos azules' se recrudece en Puerto Príncipe
Puerto Príncipe, El País
La policía haitiana ha dispersado con gases lacrimógenos a varios cientos de manifestantes que exigían en Puerto Príncipe la salida de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), a la que algunos sectores culpan de la epidemia de cólera que sufre el país. La situación se volvió tensa cuando los agentes comenzaron a lanzar gases lacrimógenos a la altura de la avenida La Lue y a dispersar violentamente a los manifestantes, según ha denunciado el dirigente político Simeon Wisly, líder de uno de los movimientos de la plataforma Liberation.
La protesta, ha explicado a Efe, comenzó con normalidad frente al ministerio de Salud Pública y recorrió la plaza Champ de Mars, frente al semiderruido Palacio Nacional, donde se asientan varios campamentos de desplazados del terremoto de enero. Los manifestantes pretendían dirigirse a la sede de la Minustah cuando comenzó el lanzamiento de los gases, al que muchas personas respondieron arrojando piedras y botellas a la policía, incluso desde los campamentos, donde algunos ocupantes se unieron a los manifestantes.
El centro de la capital ha quedado en una situación de tensa calma, con bloques de hormigón colocados para interrumpir el tráfico, neumáticos y contenedores volcados y escaso tránsito de vehículos.
Tres muertos en la última semana
Al menos una persona ha muerto y otras cuatro han resultado heridas el pasado miércoles en nuevos enfrentamientos entre la población y los efectivos de la Minustah en la ciudad de Cabo Haitiano, en el centro del país, con lo que ascienden a tres las víctimas mortales por las revueltas, además de una veintena de heridos y decenas de detenidos. Un grupo de vecinos de la colonia de Ciudad Chauvel atacaron con piedras y botellas rotas un vehículo blindado de los cascos azules. Los efectivos de la ONU abrieron fuego para defenderse y acabaron con la vida de uno de los manifestantes y herido a otros cuatro, informa Radio Metropole.
Tras este incidente, la población inició una marcha que ha derivado en la toma de la sede de la Minustah en la ciudad, aunque finalmente las fuerzas locales lograron reprimir la protesta y devolver el control del edificio a los militares de Naciones Unidas. Esta muerte eleva a tres la cifra de fallecidos en el marco de las protestas, que comenzaron el lunes en Hinche y Cabo Haitiano contra los cascos azules. Los haitianos acusan a los miembros nepalíes de este cuerpo de introducir en el país el brote de cólera que ha provocado 1.110 muertes y 18.382 hospitalizados en un mes, según los últimos balances.
"Ningún Estado serio puede aceptar tal desorden"
Los disturbios están entorpeciendo las labores humanitarias para frenar la epidemia. Según el Gobierno, las barricadas levantadas por los manifestantes en Cabo Haitiano y en otros puntos del país donde el cólera está haciendo mella impiden el traslado de recursos sanitarios y humanos para atender a los afectados y continuar con las labores de prevención del contagio, informa Iban Campo desde Santo Domingo.
Representantes de la ONU y del Gobierno haitiano insisten en calificar las revueltas de políticas, organizadas y para nada espontáneas. En su opinión, están promovidas por quienes no quieren que las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre transcurran con la mayor normalidad posible. En ese sentido, el presidente haitiano, René Préval, responsabilizó ayer de las protestas a personas que "arreglan sus propios asuntos mientras que quieren sembrar división entre las autoridades y la población y entre esta y la Minustah".
La policía haitiana ha dispersado con gases lacrimógenos a varios cientos de manifestantes que exigían en Puerto Príncipe la salida de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), a la que algunos sectores culpan de la epidemia de cólera que sufre el país. La situación se volvió tensa cuando los agentes comenzaron a lanzar gases lacrimógenos a la altura de la avenida La Lue y a dispersar violentamente a los manifestantes, según ha denunciado el dirigente político Simeon Wisly, líder de uno de los movimientos de la plataforma Liberation.
La protesta, ha explicado a Efe, comenzó con normalidad frente al ministerio de Salud Pública y recorrió la plaza Champ de Mars, frente al semiderruido Palacio Nacional, donde se asientan varios campamentos de desplazados del terremoto de enero. Los manifestantes pretendían dirigirse a la sede de la Minustah cuando comenzó el lanzamiento de los gases, al que muchas personas respondieron arrojando piedras y botellas a la policía, incluso desde los campamentos, donde algunos ocupantes se unieron a los manifestantes.
El centro de la capital ha quedado en una situación de tensa calma, con bloques de hormigón colocados para interrumpir el tráfico, neumáticos y contenedores volcados y escaso tránsito de vehículos.
Tres muertos en la última semana
Al menos una persona ha muerto y otras cuatro han resultado heridas el pasado miércoles en nuevos enfrentamientos entre la población y los efectivos de la Minustah en la ciudad de Cabo Haitiano, en el centro del país, con lo que ascienden a tres las víctimas mortales por las revueltas, además de una veintena de heridos y decenas de detenidos. Un grupo de vecinos de la colonia de Ciudad Chauvel atacaron con piedras y botellas rotas un vehículo blindado de los cascos azules. Los efectivos de la ONU abrieron fuego para defenderse y acabaron con la vida de uno de los manifestantes y herido a otros cuatro, informa Radio Metropole.
Tras este incidente, la población inició una marcha que ha derivado en la toma de la sede de la Minustah en la ciudad, aunque finalmente las fuerzas locales lograron reprimir la protesta y devolver el control del edificio a los militares de Naciones Unidas. Esta muerte eleva a tres la cifra de fallecidos en el marco de las protestas, que comenzaron el lunes en Hinche y Cabo Haitiano contra los cascos azules. Los haitianos acusan a los miembros nepalíes de este cuerpo de introducir en el país el brote de cólera que ha provocado 1.110 muertes y 18.382 hospitalizados en un mes, según los últimos balances.
"Ningún Estado serio puede aceptar tal desorden"
Los disturbios están entorpeciendo las labores humanitarias para frenar la epidemia. Según el Gobierno, las barricadas levantadas por los manifestantes en Cabo Haitiano y en otros puntos del país donde el cólera está haciendo mella impiden el traslado de recursos sanitarios y humanos para atender a los afectados y continuar con las labores de prevención del contagio, informa Iban Campo desde Santo Domingo.
Representantes de la ONU y del Gobierno haitiano insisten en calificar las revueltas de políticas, organizadas y para nada espontáneas. En su opinión, están promovidas por quienes no quieren que las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre transcurran con la mayor normalidad posible. En ese sentido, el presidente haitiano, René Préval, responsabilizó ayer de las protestas a personas que "arreglan sus propios asuntos mientras que quieren sembrar división entre las autoridades y la población y entre esta y la Minustah".