La OEA suspende la sesión para consensuar una resolución entre Costa Rica y Nicaragua
Washington, Agencias
El Consejo Permanente de la OEA decidió suspender temporalmente la sesión que busca una solución al conflicto limítrofe que enfrenta a Costa Rica y Nicaragua para formar un grupo de redacción para elaborar un texto de resolución a la crisis.
La propuesta la hizo el embajador de Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Hugo de Zela, que fue finalmente aceptada por el presidente del Consejo Permanente, el salvadoreño Joaquín Maza, pese a la resistencia inicial de Costa Rica.
El embajador de Costa Rica, Enrique Castillo, dijo inicialmente que no aceptaba más dilaciones, aunque después cedió.
Su homólogo nicaragüense, Denis Moncada, por su parte, dijo que la suspensión de la sesión era "apropiada", pero recalcó que Managua no aceptará "precondiciones" para el diálogo.
El texto sobre el que se trabaja ahora en el receso se basa en las recomendaciones que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza hizo el pasado martes a ambos países.
Propuso que realicen la VIII Reunión de la Comisión Binacional a más tardar el 27 de noviembre y con el acompañamiento de la OEA.
También que retomen de inmediato las conversaciones sobre la demarcación de la línea fronteriza y que, con el fin de generar un clima propicio para el diálogo, eviten la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde podrían generar tensión.
Por último, recomendó que revisen y refuercen los mecanismos de cooperación para prevenir, controlar y enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y el tráfico de armas en el cordón fronterizo.
Todo ello invitando a las partes a iniciar estos procesos de manera simultánea y sin dilación, según el proyecto.
Ese punto supone una concesión por parte de Costa Rica, puesto que antes había insistido en la retirada de las tropas nicaragüenses como precondición para el diálogo binacional.
Insulza pidió a ambos países que busquen finalmente un acuerdo.
"Francamente es la hora de que nos pongamos de acuerdo", enfatizó, explicando que de otra manera, los países pueden recurrir a la reunión de cancilleres antes de acudir a la ONU.
"Creo que hay algo aquí que está fallando. No somos capaces de llegar a un acuerdo sobre algo tan mínimo como es fijar las condiciones para el diálogo (...) Ojalá se haga por consenso pero esto requiere concesiones", recalcó.
Para Insulza, acudir ahora la Consejo de Seguridad de la ONU sería "meternos todos en un callejón sin salida".
Castillo hizo un llamamiento a la OEA para que tome una decisión. Dijo que el texto era producto del diálogo y de la concertación entre todos los miembros, por lo que se opuso al receso.
"Esa es la solución aceptable en la que hemos coincido todos salvo uno", o algunos más como Venezuela que tampoco quiere poner condiciones al diálogo, afirmó.
Indicó que después de conversaciones entre la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, y el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, los puntos estaban acordados el pasado fin de semana, pero después Managua "nos hizo creer que iba a hacer modificaciones ligeras" y se fueron posponiendo las sesiones hasta hoy.
Sostuvo que no puede aceptar más retrasos, porque cualquier minuto que pasa "se prolonga la ocupación" de las tropas nicaragüenses en su suelo.
Finalmente aceptó un receso, pero insistió en que no permitirá más cambios ni dilaciones, y que, sino hay consenso, exigirá que se vote el texto.
La mayoría de los países, como Colombia y EE.UU., expresaron su preocupación por la escalada de las diferencias, del lenguaje y de las acciones entre las dos naciones porque no solamente afectará a Costa Rica y a Nicaragua sino a toda la región.
También la gran mayoría respaldó el informe de Insulza.
El conflicto entre Costa Rica y Nicaragua inició el pasado 21 de octubre, cuando San José denunció que el vecino país estaba lanzando en su territorio los sedimentos del dragado que realiza en el fronterizo río San Juan.
Días después Costa Rica protestó por la presencia de militares nicaragüenses en Isla Calero, pero según las autoridades de Managua, los soldados de su país han estado instalados en la laguna Portillos, en Punta de Castilla, en la desembocadura de río San Juan, que marca la línea fronteriza con Costa Rica, que Nicaragua señala como parte de su territorio.
El Consejo Permanente de la OEA decidió suspender temporalmente la sesión que busca una solución al conflicto limítrofe que enfrenta a Costa Rica y Nicaragua para formar un grupo de redacción para elaborar un texto de resolución a la crisis.
La propuesta la hizo el embajador de Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Hugo de Zela, que fue finalmente aceptada por el presidente del Consejo Permanente, el salvadoreño Joaquín Maza, pese a la resistencia inicial de Costa Rica.
El embajador de Costa Rica, Enrique Castillo, dijo inicialmente que no aceptaba más dilaciones, aunque después cedió.
Su homólogo nicaragüense, Denis Moncada, por su parte, dijo que la suspensión de la sesión era "apropiada", pero recalcó que Managua no aceptará "precondiciones" para el diálogo.
El texto sobre el que se trabaja ahora en el receso se basa en las recomendaciones que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza hizo el pasado martes a ambos países.
Propuso que realicen la VIII Reunión de la Comisión Binacional a más tardar el 27 de noviembre y con el acompañamiento de la OEA.
También que retomen de inmediato las conversaciones sobre la demarcación de la línea fronteriza y que, con el fin de generar un clima propicio para el diálogo, eviten la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde podrían generar tensión.
Por último, recomendó que revisen y refuercen los mecanismos de cooperación para prevenir, controlar y enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y el tráfico de armas en el cordón fronterizo.
Todo ello invitando a las partes a iniciar estos procesos de manera simultánea y sin dilación, según el proyecto.
Ese punto supone una concesión por parte de Costa Rica, puesto que antes había insistido en la retirada de las tropas nicaragüenses como precondición para el diálogo binacional.
Insulza pidió a ambos países que busquen finalmente un acuerdo.
"Francamente es la hora de que nos pongamos de acuerdo", enfatizó, explicando que de otra manera, los países pueden recurrir a la reunión de cancilleres antes de acudir a la ONU.
"Creo que hay algo aquí que está fallando. No somos capaces de llegar a un acuerdo sobre algo tan mínimo como es fijar las condiciones para el diálogo (...) Ojalá se haga por consenso pero esto requiere concesiones", recalcó.
Para Insulza, acudir ahora la Consejo de Seguridad de la ONU sería "meternos todos en un callejón sin salida".
Castillo hizo un llamamiento a la OEA para que tome una decisión. Dijo que el texto era producto del diálogo y de la concertación entre todos los miembros, por lo que se opuso al receso.
"Esa es la solución aceptable en la que hemos coincido todos salvo uno", o algunos más como Venezuela que tampoco quiere poner condiciones al diálogo, afirmó.
Indicó que después de conversaciones entre la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, y el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, los puntos estaban acordados el pasado fin de semana, pero después Managua "nos hizo creer que iba a hacer modificaciones ligeras" y se fueron posponiendo las sesiones hasta hoy.
Sostuvo que no puede aceptar más retrasos, porque cualquier minuto que pasa "se prolonga la ocupación" de las tropas nicaragüenses en su suelo.
Finalmente aceptó un receso, pero insistió en que no permitirá más cambios ni dilaciones, y que, sino hay consenso, exigirá que se vote el texto.
La mayoría de los países, como Colombia y EE.UU., expresaron su preocupación por la escalada de las diferencias, del lenguaje y de las acciones entre las dos naciones porque no solamente afectará a Costa Rica y a Nicaragua sino a toda la región.
También la gran mayoría respaldó el informe de Insulza.
El conflicto entre Costa Rica y Nicaragua inició el pasado 21 de octubre, cuando San José denunció que el vecino país estaba lanzando en su territorio los sedimentos del dragado que realiza en el fronterizo río San Juan.
Días después Costa Rica protestó por la presencia de militares nicaragüenses en Isla Calero, pero según las autoridades de Managua, los soldados de su país han estado instalados en la laguna Portillos, en Punta de Castilla, en la desembocadura de río San Juan, que marca la línea fronteriza con Costa Rica, que Nicaragua señala como parte de su territorio.