La desconfianza en la deuda de España marca un máximo histórico
Madrid, El País
Ni un día de alivio en la crisis. A cada escalón que suben las autoridades para intentar superar los problemas, el mercado y el acoso de los especuladores les empujan dos peldaños hacia abajo. Hoy, sin ninguna señal nueva sobre cuándo llegará el fin de la crisis y con el foco de atención desplazado desde Dublín, cuyo Gobierno se tambalea tras solicitar el rescate de sus socios, hacia Lisboa y Madrid por el temor a un contagio, los inversores han prorrogado, por segunda jornada consecutiva, el castigo contra los valores que tienen la "marca España". Por su culpa, las ventas masivas en el mercado secundario de deuda de títulos españoles han provocado que la prima de riesgo haya subido hasta los 235 puntos básicos, lo que supone un nuevo récord desde que el país entró en el euro en 1999. En las Bolsas, el Ibex se ha dado un nuevo batacazo con una caída del 3% por los mismos motivos.
La prima de riesgo es el mejor termómetro de la confianza de los inversores en un país y equivale al sobreprecio que debe pagar un determinado Estado frente a los bonos alemanes, de referencia por su estabilidad, por colocar sus bonos y superar las dudas de los inversores. Además, también es un factor clave para determinar el coste que deben afrontar las entidades financieras del país en cuestión, en este caso España, para captar los fondos con los que dar créditos. Y si a los bancos les resulta más caro financiarse, subirán el tipo que cobran a las familias y empresas españolas por prestarles dinero. Asimismo, es una espiral que se retroalimenta: aparecen las dudas, y a más incertidumbre, una prima más alta. Y a mayor prima, más le cuesta al Tesoro emitir en el mercado primario de deuda soberana, restringido a los Estados. Y así hasta el infinito o hasta que alguien ataje de raíz todas las dudas.
A modo de ejemplo de esta teoría, hoy, la prima española, también llamada riesgo país, ha ido aumentado su repunte tras el mal resultado de una subasta del Tesoro a corto plazo, con lo que a media tarde subía 27 puntos básicos. Con este incremento, muy superior al registrado en toda la jornada de ayer, lo que deja constancia de hacia donde se dirigen ahora las preocupaciones de los inversores, la prima ha superado los 235 puntos básicos, con lo que marca un nuevo máximo intradía. De acabar así la sesión, lo más seguro, superará el anterior récord al cierre que ostenta España desde que entró en el euro, alcanzado en junio en los 221 puntos básicos. Esto supone tirar por la borda toda la mejora que consiguió España con las pruebas de resistencia a la banca a finales de julio. Tras los test de estrés, la prima llegó a bajar a 140 puntos básicos.
Siguiendo con los hitos históricos de la crisis, el escaso apetito por comprar deuda española se ha traducido en un repunte de la rentabilidad de sus bonos de 10 años, los que sirven de referencia, hasta el 4,9%, lo que también supone un nuevo récord tras superar el anterior máximo alcanzado en junio en plena tormenta griega (4,88%). Otro indicador que está en sus niveles más altos desde el inicio de las turbulencias en los mercados de deuda, a principios de 2010, son los seguros contra un eventual impago, los llamados CDS y cuyo mercado está considerado como un campo ideal para la especulación. Hoy han rebasado los 282 puntos básicos. No obstante, se mantiene lejos del nivel que, por ejemplo, se paga para defenderse contra un impago de Portugal, cuyos CDS se pagan a 457 puntos básicos por su condición de posible nueva víctima de la crisis.
Más correctivo para el resto de países
Siguiendo con el resto de países con problemas de déficit y deuda y bajo presión en los mercados, la prima de Portugal aumentaba a media tarde 27 puntos básicos, mucho más que lo que subió ayer, hasta los 435. Su récord, de hace unas semanas, está en 459. En el caso de Irlanda, ya con rescate pero atravesando una grave crisis política, su riesgo país avanzaba con fuerza hasta los 44 puntos básicos, con lo que roza los 590. A mediados de este mes llegó a tocar los 646 puntos básicos. Incluso Grecia, que ayer sufrió un serio correctivo por el retraso de la aprobación del tercer tramo de la ayuda comprometida por la UE y el FMI que, finalmente, ha tenido lugar hoy, cambiaba la tendencia de primera hora a la baja y veía subir su prima hasta los 927 puntos básicos, nueve más que ayer pero aún por debajo del máximo de 965 que alcanzó antes del verano.
En los mercados de renta variable, donde también ha condicionado la sesión el conflicto entre las dos Coreas, sobre todo en Nueva York, las Bolsas han dado continuidad a los descensos de ayer. El selectivo español Ibex 35 ha vuelto a ser el más castigado de entre los parqués importantes del Viejo Continente por el mayor peso que los bancos tienen en él. Aunque los demás le seguían a la zaga.
Al cierre, la Bolsa española ha perdido un 3,05%, con lo que sigue alejándose de la cota psicológica de los 10.000 puntos y mañana abrirá en 9.691 enteros. Destacan los recortes del 4,73% del Santander y del 3,9% del BBVA. En el resto de Europa y con Wall Street cediendo más de un 1,5%, los recortes han ido desde el 1,46% de Londres al 1,5% de Fráncfort o el 2,3% de París. Milán se ha dejado un 2,02%. En Dublín, la Bolsa ha caído un 2,7%, en Lisboa un 1,8% y en Atenas un 0,8%. En cuanto al euro, la moneda común también ha mantenido los descensos de los últimos días y ha acabado la jornada en 1,34 dólares, dos por debajo del nivel con el que cerró el viernes.
Ni un día de alivio en la crisis. A cada escalón que suben las autoridades para intentar superar los problemas, el mercado y el acoso de los especuladores les empujan dos peldaños hacia abajo. Hoy, sin ninguna señal nueva sobre cuándo llegará el fin de la crisis y con el foco de atención desplazado desde Dublín, cuyo Gobierno se tambalea tras solicitar el rescate de sus socios, hacia Lisboa y Madrid por el temor a un contagio, los inversores han prorrogado, por segunda jornada consecutiva, el castigo contra los valores que tienen la "marca España". Por su culpa, las ventas masivas en el mercado secundario de deuda de títulos españoles han provocado que la prima de riesgo haya subido hasta los 235 puntos básicos, lo que supone un nuevo récord desde que el país entró en el euro en 1999. En las Bolsas, el Ibex se ha dado un nuevo batacazo con una caída del 3% por los mismos motivos.
La prima de riesgo es el mejor termómetro de la confianza de los inversores en un país y equivale al sobreprecio que debe pagar un determinado Estado frente a los bonos alemanes, de referencia por su estabilidad, por colocar sus bonos y superar las dudas de los inversores. Además, también es un factor clave para determinar el coste que deben afrontar las entidades financieras del país en cuestión, en este caso España, para captar los fondos con los que dar créditos. Y si a los bancos les resulta más caro financiarse, subirán el tipo que cobran a las familias y empresas españolas por prestarles dinero. Asimismo, es una espiral que se retroalimenta: aparecen las dudas, y a más incertidumbre, una prima más alta. Y a mayor prima, más le cuesta al Tesoro emitir en el mercado primario de deuda soberana, restringido a los Estados. Y así hasta el infinito o hasta que alguien ataje de raíz todas las dudas.
A modo de ejemplo de esta teoría, hoy, la prima española, también llamada riesgo país, ha ido aumentado su repunte tras el mal resultado de una subasta del Tesoro a corto plazo, con lo que a media tarde subía 27 puntos básicos. Con este incremento, muy superior al registrado en toda la jornada de ayer, lo que deja constancia de hacia donde se dirigen ahora las preocupaciones de los inversores, la prima ha superado los 235 puntos básicos, con lo que marca un nuevo máximo intradía. De acabar así la sesión, lo más seguro, superará el anterior récord al cierre que ostenta España desde que entró en el euro, alcanzado en junio en los 221 puntos básicos. Esto supone tirar por la borda toda la mejora que consiguió España con las pruebas de resistencia a la banca a finales de julio. Tras los test de estrés, la prima llegó a bajar a 140 puntos básicos.
Siguiendo con los hitos históricos de la crisis, el escaso apetito por comprar deuda española se ha traducido en un repunte de la rentabilidad de sus bonos de 10 años, los que sirven de referencia, hasta el 4,9%, lo que también supone un nuevo récord tras superar el anterior máximo alcanzado en junio en plena tormenta griega (4,88%). Otro indicador que está en sus niveles más altos desde el inicio de las turbulencias en los mercados de deuda, a principios de 2010, son los seguros contra un eventual impago, los llamados CDS y cuyo mercado está considerado como un campo ideal para la especulación. Hoy han rebasado los 282 puntos básicos. No obstante, se mantiene lejos del nivel que, por ejemplo, se paga para defenderse contra un impago de Portugal, cuyos CDS se pagan a 457 puntos básicos por su condición de posible nueva víctima de la crisis.
Más correctivo para el resto de países
Siguiendo con el resto de países con problemas de déficit y deuda y bajo presión en los mercados, la prima de Portugal aumentaba a media tarde 27 puntos básicos, mucho más que lo que subió ayer, hasta los 435. Su récord, de hace unas semanas, está en 459. En el caso de Irlanda, ya con rescate pero atravesando una grave crisis política, su riesgo país avanzaba con fuerza hasta los 44 puntos básicos, con lo que roza los 590. A mediados de este mes llegó a tocar los 646 puntos básicos. Incluso Grecia, que ayer sufrió un serio correctivo por el retraso de la aprobación del tercer tramo de la ayuda comprometida por la UE y el FMI que, finalmente, ha tenido lugar hoy, cambiaba la tendencia de primera hora a la baja y veía subir su prima hasta los 927 puntos básicos, nueve más que ayer pero aún por debajo del máximo de 965 que alcanzó antes del verano.
En los mercados de renta variable, donde también ha condicionado la sesión el conflicto entre las dos Coreas, sobre todo en Nueva York, las Bolsas han dado continuidad a los descensos de ayer. El selectivo español Ibex 35 ha vuelto a ser el más castigado de entre los parqués importantes del Viejo Continente por el mayor peso que los bancos tienen en él. Aunque los demás le seguían a la zaga.
Al cierre, la Bolsa española ha perdido un 3,05%, con lo que sigue alejándose de la cota psicológica de los 10.000 puntos y mañana abrirá en 9.691 enteros. Destacan los recortes del 4,73% del Santander y del 3,9% del BBVA. En el resto de Europa y con Wall Street cediendo más de un 1,5%, los recortes han ido desde el 1,46% de Londres al 1,5% de Fráncfort o el 2,3% de París. Milán se ha dejado un 2,02%. En Dublín, la Bolsa ha caído un 2,7%, en Lisboa un 1,8% y en Atenas un 0,8%. En cuanto al euro, la moneda común también ha mantenido los descensos de los últimos días y ha acabado la jornada en 1,34 dólares, dos por debajo del nivel con el que cerró el viernes.