La Asamblea General de la ONU critica la situación de los derechos humanos en Irán
Naciones Unidas, Agencias
La Asamblea General de la ONU criticó hoy al Gobierno de Irán por "las graves y continuadas violaciones" registradas en el país, entre las que cita las lapidaciones, las torturas y la persecución de opositores que protestaron contra la reelección el año pasado del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.
La resolución, auspiciada mayoritariamente por países occidentales, recibió el respaldo de 80 países, el rechazo de 4 y la abstención de otros 57 en la votación celebrada en el comité del organismo mundial encargado de velar por los derechos humanos.
La delegación iraní trató de bloquear la aprobación del documento con una moción que fue derrotada por 91 votos en contra y 51 a favor.
En sus cinco páginas, la resolución repasa una larga serie de violaciones sistemáticas de los derechos humanos, como la utilización de las amputaciones y los latigazos como castigos, el uso de la lapidación y la horca como métodos de ejecución o la "persistente" discriminación de la mujer.
También expresa su "grave preocupación" por la ausencia de investigación o rendición de cuentas por "las supuestas violaciones" cometidas contra la oposición tras las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales de junio de 2009.
El secretario general del Alto Consejo de Derechos Humanos de Irán, Mohammad Javad Larijani, rechazó las acusaciones contenidas en el documento y acusó a Estados Unidos de estar detrás de este intento "injusto e innecesario" de señalar a Teherán.
"No tiene nada que ver con los derechos humanos", aseguró el dirigente iraní en su intervención, en al que aseguró que el pueblo de Irán "no quiere una democracia de corte occidental".
Por otro lado, el grupo de los No Alineados divulgaron una declaración en la que criticaron que se abordara la situación de los derechos humanos en este comité de la Asamblea General por considerar que es una responsabilidad que corresponde al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.
La adopción de la resolución fue celebrada por los Gobiernos occidentales, organizaciones de derechos humanos y grupos opositores al régimen iraní, que resaltaron los seis votos a favor adicionales que recibió el texto en esta ocasión en comparación al año pasado.
El portavoz de Human Rights Watch (HRW), Philippe Bolopion, señaló que "las presiones de Irán en contra de la resolución han fracasado de una manera espectacular".
"Este debería ser un aviso para el Gobierno de Irán de que la comunidad internacional lo percibe como un violador en serie de los derechos humanos", agregó.
Para la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, la acción del comité de la ONU pone en evidencia que Irán "acosa, detiene arbitrariamente y reprime con violencia a sus propios ciudadanos, incluidos amplios segmentos de la sociedad civil".
"También compartimos la grave preocupación de la Asamblea General por los abusos contra la mujer en Irán", indicó en un comunicado Rice, en el que acusó a Teherán de mantener una política de desigualdad y reprimir a quienes intentan defender los derechos de la mujer.
La Asamblea General de la ONU criticó hoy al Gobierno de Irán por "las graves y continuadas violaciones" registradas en el país, entre las que cita las lapidaciones, las torturas y la persecución de opositores que protestaron contra la reelección el año pasado del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.
La resolución, auspiciada mayoritariamente por países occidentales, recibió el respaldo de 80 países, el rechazo de 4 y la abstención de otros 57 en la votación celebrada en el comité del organismo mundial encargado de velar por los derechos humanos.
La delegación iraní trató de bloquear la aprobación del documento con una moción que fue derrotada por 91 votos en contra y 51 a favor.
En sus cinco páginas, la resolución repasa una larga serie de violaciones sistemáticas de los derechos humanos, como la utilización de las amputaciones y los latigazos como castigos, el uso de la lapidación y la horca como métodos de ejecución o la "persistente" discriminación de la mujer.
También expresa su "grave preocupación" por la ausencia de investigación o rendición de cuentas por "las supuestas violaciones" cometidas contra la oposición tras las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales de junio de 2009.
El secretario general del Alto Consejo de Derechos Humanos de Irán, Mohammad Javad Larijani, rechazó las acusaciones contenidas en el documento y acusó a Estados Unidos de estar detrás de este intento "injusto e innecesario" de señalar a Teherán.
"No tiene nada que ver con los derechos humanos", aseguró el dirigente iraní en su intervención, en al que aseguró que el pueblo de Irán "no quiere una democracia de corte occidental".
Por otro lado, el grupo de los No Alineados divulgaron una declaración en la que criticaron que se abordara la situación de los derechos humanos en este comité de la Asamblea General por considerar que es una responsabilidad que corresponde al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.
La adopción de la resolución fue celebrada por los Gobiernos occidentales, organizaciones de derechos humanos y grupos opositores al régimen iraní, que resaltaron los seis votos a favor adicionales que recibió el texto en esta ocasión en comparación al año pasado.
El portavoz de Human Rights Watch (HRW), Philippe Bolopion, señaló que "las presiones de Irán en contra de la resolución han fracasado de una manera espectacular".
"Este debería ser un aviso para el Gobierno de Irán de que la comunidad internacional lo percibe como un violador en serie de los derechos humanos", agregó.
Para la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, la acción del comité de la ONU pone en evidencia que Irán "acosa, detiene arbitrariamente y reprime con violencia a sus propios ciudadanos, incluidos amplios segmentos de la sociedad civil".
"También compartimos la grave preocupación de la Asamblea General por los abusos contra la mujer en Irán", indicó en un comunicado Rice, en el que acusó a Teherán de mantener una política de desigualdad y reprimir a quienes intentan defender los derechos de la mujer.