El Tea Party culmina su asalto al poder
Washington, El País
Gran noche para el reaccionario Tea Party, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Poco después de que se cerraran los colegios en Kentucky y Florida, dos de las máximas figuras del movimiento se alzaban con sendas victorias en las legislativas de este martes. Rand Paul y Marco Rubio culminaban la escalada al poder iniciada hace menos de dos años bajo la bandera ideológica del Tea Party, pero con la tarjeta de presentación en las papeletas de voto del Partido Republicano, y pasaban de ser dos auténticos desconocidos en la escena nacional a senadores del Capitolio de Washington.
El movimiento surgido a los pocos meses de la llegada al poder de Barack Obama se ha consolidado sin duda como una fuerza a tener cuenta en las próximas elecciones presidenciales de 2012. Lo que ahora está por concretar es cómo el Tea Party realiza la transición de movimiento de protesta a una agenda específica de Gobierno en Capitol Hill.
"Esta noche el Tea Party ha provocado una ola" sobre Washington, ha declarado Rand Paul poco después de confirmarse su victoria. El mensaje más repetido durante la campaña electoral por todos los seguidores y representantes del movimiento que tomó su nombre del motín del té del siglo XVIII, que fue el pistoletazo de salida de la Revolución americana, volvió a resonar en Kentucky: "Queremos recuperar nuestro país".
Ese fue también el mensaje de Rubio, quien aprovechó la ocasión en la que agradecía su triunfo para hacer un guiño a parte del electorado que le ha aprobado el pasaporte a Washington: "Vaya a donde vaya, tenga el título que tenga, siempre seré descendiente de exiliados cubanos". El 60% del electorado latino de Florida ha apoyado al nuevo y joven senador, 39 años. Rubio, considerado ya la gran esperanza republicana para 2012, ha anunciado que, desde su puesto en la Cámara alta, exigirá "al Partido Republicano que regrese a sus principios, a los que abrazaba hace no tanto tiempo".
En la Cámara de Representantes también se tomará té. Hasta 33 escaños podían ser exclusivos de la ideología ultraderechista del Tea Party. Michelle Bachmann, la última reina coronada del Tea Party y máximo exponente junto a Sarah Palin de las autodenominadas mamás oso, revalidaba sin problemas su cargo en Minesota.
¿La gran perdedora de la noche? La aprendiz de bruja Christine O'Donnell, candidata al Senado por Delaware. "Muchos de nosotros no hemos ganado, pero el sistema político ya no será el mismo. El Partido Republicano ya nunca será el mismo. Nuestras voces han sido escuchadas y no vamos a quedarnos nunca más callados", ha dicho la portavoz de la abstinencia sexual antes de cerrar su discurso y recordar a los asistentes a su mitin que el local estaba alquilado "toda la noche" y había "mucha comida". "Festejemos", recomendó.
Gran noche para el reaccionario Tea Party, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Poco después de que se cerraran los colegios en Kentucky y Florida, dos de las máximas figuras del movimiento se alzaban con sendas victorias en las legislativas de este martes. Rand Paul y Marco Rubio culminaban la escalada al poder iniciada hace menos de dos años bajo la bandera ideológica del Tea Party, pero con la tarjeta de presentación en las papeletas de voto del Partido Republicano, y pasaban de ser dos auténticos desconocidos en la escena nacional a senadores del Capitolio de Washington.
El movimiento surgido a los pocos meses de la llegada al poder de Barack Obama se ha consolidado sin duda como una fuerza a tener cuenta en las próximas elecciones presidenciales de 2012. Lo que ahora está por concretar es cómo el Tea Party realiza la transición de movimiento de protesta a una agenda específica de Gobierno en Capitol Hill.
"Esta noche el Tea Party ha provocado una ola" sobre Washington, ha declarado Rand Paul poco después de confirmarse su victoria. El mensaje más repetido durante la campaña electoral por todos los seguidores y representantes del movimiento que tomó su nombre del motín del té del siglo XVIII, que fue el pistoletazo de salida de la Revolución americana, volvió a resonar en Kentucky: "Queremos recuperar nuestro país".
Ese fue también el mensaje de Rubio, quien aprovechó la ocasión en la que agradecía su triunfo para hacer un guiño a parte del electorado que le ha aprobado el pasaporte a Washington: "Vaya a donde vaya, tenga el título que tenga, siempre seré descendiente de exiliados cubanos". El 60% del electorado latino de Florida ha apoyado al nuevo y joven senador, 39 años. Rubio, considerado ya la gran esperanza republicana para 2012, ha anunciado que, desde su puesto en la Cámara alta, exigirá "al Partido Republicano que regrese a sus principios, a los que abrazaba hace no tanto tiempo".
En la Cámara de Representantes también se tomará té. Hasta 33 escaños podían ser exclusivos de la ideología ultraderechista del Tea Party. Michelle Bachmann, la última reina coronada del Tea Party y máximo exponente junto a Sarah Palin de las autodenominadas mamás oso, revalidaba sin problemas su cargo en Minesota.
¿La gran perdedora de la noche? La aprendiz de bruja Christine O'Donnell, candidata al Senado por Delaware. "Muchos de nosotros no hemos ganado, pero el sistema político ya no será el mismo. El Partido Republicano ya nunca será el mismo. Nuestras voces han sido escuchadas y no vamos a quedarnos nunca más callados", ha dicho la portavoz de la abstinencia sexual antes de cerrar su discurso y recordar a los asistentes a su mitin que el local estaba alquilado "toda la noche" y había "mucha comida". "Festejemos", recomendó.