El régimen de Teherán podría conmutar la pena a Sakineh
Teherán, Agencias
La posibilidad de que la condena a muerte que pesa sobre Sakineh Ashtianí sea conmutada se abre paso en el régimen de Teherán, anunció ayer un alto funcionario del mismo.
Sakineh Mohammadi Ashtianí, acusada primero de adulterioy después de complicidad en el asesinato de su esposo, fue originariamente condenada a lapidación, pero la ejecución quedó en suspenso para revisarse su caso debido a la campaña que países occidentales y organizaciones de derechos humanos emprendieron en contra de la sentencia.
"El Consejo de Derechos Humanos de Irán ha contribuido mucho a reducir su sentencia y pensamos que hay una cierta posibilidad de que pueda salvar la vida", dijo el responsable del consejo, Mohammed Javad Larijani, a la televisión en inglés Press TV, sin dar más detalles.
Bajo la ley islámica, vigente en Irán desde la revolución de 1979, el adulterio puede ser castigado con la lapidación, mientras que otros cargos como asesinato, violación, robo a mano armada, apostasía o tráfico de drogas también contemplan penas capitales.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a ofrecer asilo a Ashtiani, de 43 años,el pasado mes de junio, lo que fue rechazado públicamente desde Teherán y por el mismo predidente del país, Mahmud Ahmadinejad. Países como Francia, Estados Unidos o Reino Unido han pedido a las autoridades iraníes que cancelen la ejecución, reprobaba también por grupos pro Derechos Humanos como Amnistía Internacional.
Mientras parece que la justicia iraní ha dado un paso adelante para eviatar la muerte de Ashtianí, aún se desconoce qué va a pasar con su hijo y con su abogado, detenidos el pasado mes de octubre. Sajjad Ghaderzadeh, el hijo, y el abogado Javid Houtan Kian constituían el único hilo queunía a esta mujer encarcelada con el resto de la sociedad, y eran dos de los principales actores que dieron a conocer la peligrosa situación de la Sakineh.
La posibilidad de que la condena a muerte que pesa sobre Sakineh Ashtianí sea conmutada se abre paso en el régimen de Teherán, anunció ayer un alto funcionario del mismo.
Sakineh Mohammadi Ashtianí, acusada primero de adulterioy después de complicidad en el asesinato de su esposo, fue originariamente condenada a lapidación, pero la ejecución quedó en suspenso para revisarse su caso debido a la campaña que países occidentales y organizaciones de derechos humanos emprendieron en contra de la sentencia.
"El Consejo de Derechos Humanos de Irán ha contribuido mucho a reducir su sentencia y pensamos que hay una cierta posibilidad de que pueda salvar la vida", dijo el responsable del consejo, Mohammed Javad Larijani, a la televisión en inglés Press TV, sin dar más detalles.
Bajo la ley islámica, vigente en Irán desde la revolución de 1979, el adulterio puede ser castigado con la lapidación, mientras que otros cargos como asesinato, violación, robo a mano armada, apostasía o tráfico de drogas también contemplan penas capitales.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a ofrecer asilo a Ashtiani, de 43 años,el pasado mes de junio, lo que fue rechazado públicamente desde Teherán y por el mismo predidente del país, Mahmud Ahmadinejad. Países como Francia, Estados Unidos o Reino Unido han pedido a las autoridades iraníes que cancelen la ejecución, reprobaba también por grupos pro Derechos Humanos como Amnistía Internacional.
Mientras parece que la justicia iraní ha dado un paso adelante para eviatar la muerte de Ashtianí, aún se desconoce qué va a pasar con su hijo y con su abogado, detenidos el pasado mes de octubre. Sajjad Ghaderzadeh, el hijo, y el abogado Javid Houtan Kian constituían el único hilo queunía a esta mujer encarcelada con el resto de la sociedad, y eran dos de los principales actores que dieron a conocer la peligrosa situación de la Sakineh.