El G20 promete poner fin a la guerra de divisas

Redacción, BBC Mundo
Los líderes del Grupo de los 20 (G20), integrado por las principales economías del mundo, llegaron a un acuerdo para abstenerse de practicar "devaluaciones competitivas" de sus monedas para obtener ventajas en el comercio.

El acuerdode tono más retórico que práctico fue alcanzado luego de un segundo día de difíciles conversaciones en la capital de Corea del Sur, Seúl.

Al término de la cumbre se emitieron también "directrices indicativas" para hacer frente a desequilibrios comerciales que afectan al crecimiento global.

Las tensiones entre China y EE.UU. por la devaluación de las monedas y el comercio fueron visibles.

La cumbre se llevó a cabo en medio de crecientes tensiones entre algunas delegaciones, principalmente las de China y EE.UU., sobre la devaluación de algunas divisas y su influencia en el intercambio internacional.
Corresponsales de la BBC describieron las conversaciones entre ambos países como "ásperas".

En el comunicado emitido al final del encuentro, los líderes del G20 también prometieron renovar sus esfuerzos para alcanzar acuerdos comerciales globales.

Según el analista en temas económicos de BBC Mundo, Marcelo Justo, el acuerdo alcanzado en la cumbre no ofrece ninguna garantía de que se pueda evitar una guerra de divisas encubierta y una agenda proteccionista, sobre todo con los cambios en el Congreso estadounidense tras la derrota demócrata.

"Se ha resguardado el escenario negociador, en este caso el G20, pero no hay certezas de que este acuerdo alcance los objetivos planteados", completó Justo.

Tensiones

Ante los temores de que el conflicto principalmente entre China y EE.UU. pueda poner en peligro el crecimiento mundial, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que no debería haber controversia sobre la necesidad de reparar el desequilibrio "que contribuyó a la crisis que acabamos atravesar".

Washington dice que la moneda china, el yuan, se mantiene artificialmente débil.
"Los tipos de cambio deben reflejar las realidades económicas", afirmó.

Washington ha denunciado que la moneda china, el yuan, se mantiene artificialmente débil, lo que ofrece a los exportadores chinos una ventaja desleal, al mismo tiempo que le permite a Pekín acumular enormes reservas de divisas.

Sin embargo, las autoridades chinas han dicho que tienen un "firme" compromiso de reformar su régimen monetario, pero advirtieron que ello requiere de la estabilidad económica global.

Por su parte, EE.UU. fue acusado por varios países del G20 de usar la expansión monetaria anunciada la semana pasada por la Reserva Federal para devaluar de hecho su moneda, inundando el mercado internacional con dólares.

Durante la cumbre, Obama trató de atenuar las críticas en este sentido.

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