Cumbre G-20 sesiona en plenaria con diferencias por resolver
Escrito por Luis Melian, PL
La Cumbre del Grupo de los 20 (G-20) sesiona hoy aquí en plenaria, enfrentada al reto de vencer las diferencias como paso necesario para adoptar una declaración final que estimule a la economía internacional.
Luego de su apertura anoche con una cena de trabajo de dos horas, en la cual las políticas comerciales y monetarias protagonizaron las divergencias, el presidente surcoreano, Lee Myung Bak, anunció en el inicio de esta jornada que hubo "grandes avances", pero sin precisar cuáles.
Evidentemente, se trata de infundir optimismo frente a las preocupaciones.
Con ese fin también recordó los acuerdos alcanzados en reuniones preparatorias de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales los cuales, según se explicó, ayudaron a aliviar las tensiones globales asociadas a las políticas monetarias y los desequilibrios.
Las diferencias son apreciables en el hecho de que los negociadores reanudaron anoche sus conversaciones, extendidas hasta las 03:00 hora local de este viernes, de acuerdo con fuentes anfitrionas.
Esas labores estuvieron precedidas por un llamado del mandatario anfitrión a hacer concesiones para alcanzar un acuerdo en los mencionados temas.
Las discrepancias mayores en esta reunión tienen que ver con la fórmula para solucionar los desequilibrios comerciales y monetarios, en los cuales las iniciativas de Estados Unidos son criticadas por varios participantes.
Poco antes de este encuentro, Washington lanzó la idea de fijar un límite al déficit o superávit en la cuenta corriente equivalente al cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, propuesta rechazada por China, Alemania y Japón.
A esa idea se suma el anuncio de la Reserva Federal que inyectará 600 mil millones de dólares a la economía estadounidense mediante la compra de bonos del Tesoro para así reducir las tasas de interés a largo plazo, proyecto también refutado con el argumento de que ello incrementará el valor de las monedas de otros países en detrimento de sus exportaciones.
El plan preocupa a China, Brasil y Alemania, entre otros.
Ante esa situación ya se habla de que de mantenerse las diferencias todo puede quedar en un llamado a resolver el enfrentamiento antes de su próxima encuentro en Francia, que asumirá la presidencia del grupo, con recomendaciones generales para reducir los desequilibrios excesivos.
La reunión se convocó en momentos en que se insiste en la necesidad de apuntalar la frágil recuperación de la economía global a fin de evitar tiempos peores.
En esta cita están representadas las siete naciones más industrializadas del mundo, Rusia y la Unión Europea como bloque.
Los demás integrantes son países con distintos niveles de desarrollo. También participan autoridades de organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, entre otros.
La Cumbre del Grupo de los 20 (G-20) sesiona hoy aquí en plenaria, enfrentada al reto de vencer las diferencias como paso necesario para adoptar una declaración final que estimule a la economía internacional.
Luego de su apertura anoche con una cena de trabajo de dos horas, en la cual las políticas comerciales y monetarias protagonizaron las divergencias, el presidente surcoreano, Lee Myung Bak, anunció en el inicio de esta jornada que hubo "grandes avances", pero sin precisar cuáles.
Evidentemente, se trata de infundir optimismo frente a las preocupaciones.
Con ese fin también recordó los acuerdos alcanzados en reuniones preparatorias de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales los cuales, según se explicó, ayudaron a aliviar las tensiones globales asociadas a las políticas monetarias y los desequilibrios.
Las diferencias son apreciables en el hecho de que los negociadores reanudaron anoche sus conversaciones, extendidas hasta las 03:00 hora local de este viernes, de acuerdo con fuentes anfitrionas.
Esas labores estuvieron precedidas por un llamado del mandatario anfitrión a hacer concesiones para alcanzar un acuerdo en los mencionados temas.
Las discrepancias mayores en esta reunión tienen que ver con la fórmula para solucionar los desequilibrios comerciales y monetarios, en los cuales las iniciativas de Estados Unidos son criticadas por varios participantes.
Poco antes de este encuentro, Washington lanzó la idea de fijar un límite al déficit o superávit en la cuenta corriente equivalente al cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, propuesta rechazada por China, Alemania y Japón.
A esa idea se suma el anuncio de la Reserva Federal que inyectará 600 mil millones de dólares a la economía estadounidense mediante la compra de bonos del Tesoro para así reducir las tasas de interés a largo plazo, proyecto también refutado con el argumento de que ello incrementará el valor de las monedas de otros países en detrimento de sus exportaciones.
El plan preocupa a China, Brasil y Alemania, entre otros.
Ante esa situación ya se habla de que de mantenerse las diferencias todo puede quedar en un llamado a resolver el enfrentamiento antes de su próxima encuentro en Francia, que asumirá la presidencia del grupo, con recomendaciones generales para reducir los desequilibrios excesivos.
La reunión se convocó en momentos en que se insiste en la necesidad de apuntalar la frágil recuperación de la economía global a fin de evitar tiempos peores.
En esta cita están representadas las siete naciones más industrializadas del mundo, Rusia y la Unión Europea como bloque.
Los demás integrantes son países con distintos niveles de desarrollo. También participan autoridades de organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, entre otros.