Cristina Fernández: "Es mi momento más doloroso, pero no el más difícil"
Buenos Aires, El País
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha hablado esta noche por primera vez después de la muerte de su marido y antecesor, Néstor Kirchner, el pasado miércoles. Lo ha hecho con la voz entrecortada, a veces cabizbaja, al borde del llanto, lógicamente dolida por la pérdida de su compañero de toda la vida. Eligió expresarse en cadena nacional por todos los canales de televisión abierta, como muchas veces hizo para anunciar o defender medidas de su gobierno.
Esta vez, Fernández quiso tomar la palabra para mostrar su agradecimiento a los cientos de miles de argentinos que se habían movilizado el jueves y viernes para despedir el cuerpo de su marido en Buenos Aires, donde fue velado, y en Río Gallegos (2.630 kilómetros al sur de la capital), la ciudad natal de Kirchner y donde fue enterrado. También ratificó el mismo rumbo de su gobierno, que finaliza en diciembre de 2011. Algunos de sus seguidores dentro y fuera del partido peronista abogan por que se presente a la reelección en los comicios de octubre próximo. Ayer, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el también peronista Daniel Scioli, reunió a alcaldes de su distrito para respaldar la actual gestión de Fernández.
La presidenta argentina reanudó este lunes sus actividades después del duelo. Tras algunas reuniones con funcionarios, diplomáticos y empresarios, grabó un mensaje por la tarde que se terminó transmitiendo a la noche. "Éste es un día diferente en mi vida, que ha cambiado de forma definitiva", inició Fernández su alocución.
"Es mi momento más doloroso, pero no el más difícil", declaró la jefa de Estado, emocionada y sin los bríos que suelen cobrar sus discursos. "He tenido muchísimas dificultades en la vida política. Pero el dolor es otra cosa y éste es el más fuerte porque he perdido a mi compañero de toda mi vida, de lucha y de ideales. Una parte de mi vida se fue con él. Quiero agradecer a todos los hombres y mujeres que se movilizaron para ver y despedir a Néstor Kirchner", añadió en una breve alocución. "Una parte mía está en Río Gallegos", confesó.
Después, su discurso se centró en el agradecimiento a los jóvenes que, para sorpresa de muchos analistas, fueron mayoría en la despedida del ex presidente. Los argentinos se habían desencantado de la política en la crisis institucional, económica y social de 2001/2002, cuando pedían "que se vayan todos". El paso de Kirchner por la política, si bien fue criticado por sus rasgos populistas, también atrajo a parte de una nueva generación desilusionada de la dirigencia tradicional. Fernández dijo que en esos manifestantes vio el rostro de un Kirchner joven, pero aclaró que ellos viven "en un país mucho mejor" que en aquella Argentina de la década del 70 en la que sobrevino la última dictadura militar de este país.
"Siempre tuve una gran responsabilidad en todas las funciones que ejercí", aclaró Fernández frente a las elucubraciones sobre su futuro político, que algunos analistas pusieron en duda tras la muerte de quien contaba con una enorme influencia en su Gobierno. "Ahora siento otra gran responsabilidad, la de hacer honor a su memoria", aludió a Kirchner. "Él transformó al país. Gracias por todo", terminó Fernández, cerca de las lágrimas, y entonces acabó en forma abrupta el mensaje grabado para la televisión.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha hablado esta noche por primera vez después de la muerte de su marido y antecesor, Néstor Kirchner, el pasado miércoles. Lo ha hecho con la voz entrecortada, a veces cabizbaja, al borde del llanto, lógicamente dolida por la pérdida de su compañero de toda la vida. Eligió expresarse en cadena nacional por todos los canales de televisión abierta, como muchas veces hizo para anunciar o defender medidas de su gobierno.
Esta vez, Fernández quiso tomar la palabra para mostrar su agradecimiento a los cientos de miles de argentinos que se habían movilizado el jueves y viernes para despedir el cuerpo de su marido en Buenos Aires, donde fue velado, y en Río Gallegos (2.630 kilómetros al sur de la capital), la ciudad natal de Kirchner y donde fue enterrado. También ratificó el mismo rumbo de su gobierno, que finaliza en diciembre de 2011. Algunos de sus seguidores dentro y fuera del partido peronista abogan por que se presente a la reelección en los comicios de octubre próximo. Ayer, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el también peronista Daniel Scioli, reunió a alcaldes de su distrito para respaldar la actual gestión de Fernández.
La presidenta argentina reanudó este lunes sus actividades después del duelo. Tras algunas reuniones con funcionarios, diplomáticos y empresarios, grabó un mensaje por la tarde que se terminó transmitiendo a la noche. "Éste es un día diferente en mi vida, que ha cambiado de forma definitiva", inició Fernández su alocución.
"Es mi momento más doloroso, pero no el más difícil", declaró la jefa de Estado, emocionada y sin los bríos que suelen cobrar sus discursos. "He tenido muchísimas dificultades en la vida política. Pero el dolor es otra cosa y éste es el más fuerte porque he perdido a mi compañero de toda mi vida, de lucha y de ideales. Una parte de mi vida se fue con él. Quiero agradecer a todos los hombres y mujeres que se movilizaron para ver y despedir a Néstor Kirchner", añadió en una breve alocución. "Una parte mía está en Río Gallegos", confesó.
Después, su discurso se centró en el agradecimiento a los jóvenes que, para sorpresa de muchos analistas, fueron mayoría en la despedida del ex presidente. Los argentinos se habían desencantado de la política en la crisis institucional, económica y social de 2001/2002, cuando pedían "que se vayan todos". El paso de Kirchner por la política, si bien fue criticado por sus rasgos populistas, también atrajo a parte de una nueva generación desilusionada de la dirigencia tradicional. Fernández dijo que en esos manifestantes vio el rostro de un Kirchner joven, pero aclaró que ellos viven "en un país mucho mejor" que en aquella Argentina de la década del 70 en la que sobrevino la última dictadura militar de este país.
"Siempre tuve una gran responsabilidad en todas las funciones que ejercí", aclaró Fernández frente a las elucubraciones sobre su futuro político, que algunos analistas pusieron en duda tras la muerte de quien contaba con una enorme influencia en su Gobierno. "Ahora siento otra gran responsabilidad, la de hacer honor a su memoria", aludió a Kirchner. "Él transformó al país. Gracias por todo", terminó Fernández, cerca de las lágrimas, y entonces acabó en forma abrupta el mensaje grabado para la televisión.