Copa Sudamericana: Independiente eliminó al campeón Liga de Quito y es finalista


Buenos Aires, Agencias
Independiente, de Argentina, dejó de vivir de los recuerdos y una década y media después de su último título internacional se clasificó finalista de la Copa Sudamericana, al superar en su estadio a la Liga de Quito, el campeón 2009, por 2-1.

Los goles de Facundo Parra (m.26) y Hernán Fredes (m.46) le dieron la clasificación al equipo que, con siete títulos, posee el récord de conquistas de la Copa Libertadores y que levantó un trofeo internacional por última vez en 1995, cuando obtuvo la Supercopa Sudamericana.

Juan Manuel Salgueiro (m.45) anotó el tanto del visitante, que en el encuentro de ida de las semifinales, disputado la semana pasada en la capital de su país, se había impuesto por 3-2. Así, los dos goles del 'Rojo' de visitante le sirvieron para sacar una exigua y necesaria diferencia en la serie.

El equipo dirigido por Antonio Mohamed, que sustituyó a Daniel Garnero una vez comenzada la competición, eliminó a un rival considerado de los mejores del continente en el último tramo de la década, que luchó hasta el minuto final por la clasificación, y se enfrentará en la fase decisiva al Goiás brasileño.

Cargado de partidos y con varios lesionados, la Liga de Quito se las arregló para mostrarse como si jugara en casa desde los primeros minutos del partido, lejos de adoptar una actitud conservadora pese a que el empate le servía para pasar a la fase decisiva de la competición.

Los mediocampistas Reasco, Chila, Urrutia y De la Cruz se convirtieron rápidamente en pilares en la zona central del equipo dirigido por Edgardo Bauza en la tarea de bloquear los ímpetus creativos de Independiente y de salir con velocidad en ataque, una característica que lo distingue.

El equipo bonaerense llegaba con dificultades al área ecuatoriana, generaba poco juego y no lograba quedar frente al arco de Cevallos con el balón dominado.

Pero el delantero Parra conectó el tercer cabezazo consecutivo de Independiente en el área rival, a la salida de un córner desde la derecha, y marcó la apertura del marcador a los 26 minutos que alimentaba la esperanza de proyectarle a la final.

La formación quiteña comenzó a perder la pelota y la solidez en su área, donde Andrés Silvera tuvo dos ocasiones netas para ampliar la ventaja de los de Avellaneda en el marcador, en un partido que ya estaba instalado en el campo visitante.

Independiente tenía la situación controlada y, en el momento menos pensado, la Liga de Quito salió de su letargo y le sorprendió. Tras recibir un pase de Barcos, el uruguayo Salgueiro disparó un zurdazo desde fuera del área y superó al arquero local Hilario Navarro cuando terminaba la primera parte.

En el arranque del segundo tiempo Urrutia se distrajo y prácticamente regaló la pelota al centrocampista argentino Fredes, que volvió a poner en ventaja a la formación roja ante la sorpresa general.

El conjunto ecuatoriano pasó a jugar más adelantado en el campo porque el 2-1 le dejaba fuera de carrera, lo que aportó al encuentro un juego más abierto y mayor protagonismo de los punteros Barcos y Silvera en ambas áreas y en sus inmediaciones.

El cambio de actitud de la Liga de Quito hizo que el partido fuera más emotivo y creció la sensación de que el resultado continuaba abierto para los dos equipos, por el entusiasmo del local y el oficio del campeón vigente.

Enrique Gámez estrelló el balón en uno de los postes del arco argentino a los 83 minutos, en una de las acciones más claras de gol de la segunda parte y el arquero Navarro tapó un remate junto a un palo, a los 90.

La suerte estaba echada. El campeón se despedía con la frente alta e Independiente, un equipo desplazado de los primeros planos continentales por una prolongada crisis deportiva, revivía con una victoria que hizo vibrar a la multitud que acudió al estadio Libertadores de América.

Este encuentro de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana se disputó en el estadio Libertadores de América, ante 40.000 espectadores.

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