Al menos 17 muertos en un atentado suicida contra rebeldes en el norte del Yemen
Saná, Agencias
Al menos 17 personas murieron hoy y más de 20 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el noroeste del Yemen contra un convoy de seguidores de un grupo rebelde chií, que acusó a EEUU e Israel de estar detrás del ataque.
El portavoz de los llamados rebeldes "hutíes", Mohamed Abdel Salam, había dicho anteriormente en un comunicado que el número de víctimas ascendía a 15 muertos y a 20 heridos, pero fuentes médicas señalaron a Efe que dos de las personas fallecieron más tarde por la gravedad de sus heridas.
Salam apuntó que el atentado se produjo cuando los chiíes se dirigían hacia una zona donde se estaban reuniendo varias tribus, en la región de Al Mutun, cerca de la frontera con Arabia Saudí.
En una nota de prensa, los "hutíes" afirmaron que la investigación que han llevado a cabo sobre el suceso demuestra que "los servicios secretos estadounidenses e israelíes están detrás de este ataque".
"Esta agresión criminal lleva el sello y la forma estadounidense que procura crear problemas con alcances sectarios. EEUU es el primer beneficiado con estos ataques", apuntó el texto.
Por su parte, las autoridades yemeníes condenaron el atentado que calificaron de "criminal" en un comunicado.
"Nosotros condenamos y repudiamos estos sucesos y otros crímenes que tienen como objetivo la seguridad y la estabilidad de ciudadanos inocentes", subrayó la Comisión Suprema de Seguridad yemení.
El texto agregó que la Comisión y los responsables de seguridad de la provincia del Yuf, al norte de Saná, han abierto una investigación y "perseguirán a los implicados dondequiera que estén para presentarlos ante la Justicia".
Los rebeldes, liderados por Abdel Malek al Huti, son seguidores de la secta chií zaydí, que sólo se da en el Yemen y a la que pertenece un tercio de la población del país, incluido el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh.
Estos insurgentes tomaron las armas en el 2004, dirigidos por Husein al Huti, padre del actual líder y quien pereció en septiembre de ese mismo año durante el primer brote rebelde.
Los rebeldes acordaron una tregua con el Gobierno el pasado 31 de enero, como paso previo para iniciar unas negociaciones de paz, aunque los combates han continuado esporádicamente en la zona.
Las sospechas del atentado apuntan en principio al grupo terrorista Al Qaeda, que tiene una fuerte presencia en el Yemen. De confirmarse, sería la primera ocasión en la que Al Qaeda atenta contra los rebeldes "hutíes".
Ambos tienen como enemigo común el régimen del presidente Al Saleh, en el poder desde mayo de 1990.
Al menos 17 personas murieron hoy y más de 20 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el noroeste del Yemen contra un convoy de seguidores de un grupo rebelde chií, que acusó a EEUU e Israel de estar detrás del ataque.
El portavoz de los llamados rebeldes "hutíes", Mohamed Abdel Salam, había dicho anteriormente en un comunicado que el número de víctimas ascendía a 15 muertos y a 20 heridos, pero fuentes médicas señalaron a Efe que dos de las personas fallecieron más tarde por la gravedad de sus heridas.
Salam apuntó que el atentado se produjo cuando los chiíes se dirigían hacia una zona donde se estaban reuniendo varias tribus, en la región de Al Mutun, cerca de la frontera con Arabia Saudí.
En una nota de prensa, los "hutíes" afirmaron que la investigación que han llevado a cabo sobre el suceso demuestra que "los servicios secretos estadounidenses e israelíes están detrás de este ataque".
"Esta agresión criminal lleva el sello y la forma estadounidense que procura crear problemas con alcances sectarios. EEUU es el primer beneficiado con estos ataques", apuntó el texto.
Por su parte, las autoridades yemeníes condenaron el atentado que calificaron de "criminal" en un comunicado.
"Nosotros condenamos y repudiamos estos sucesos y otros crímenes que tienen como objetivo la seguridad y la estabilidad de ciudadanos inocentes", subrayó la Comisión Suprema de Seguridad yemení.
El texto agregó que la Comisión y los responsables de seguridad de la provincia del Yuf, al norte de Saná, han abierto una investigación y "perseguirán a los implicados dondequiera que estén para presentarlos ante la Justicia".
Los rebeldes, liderados por Abdel Malek al Huti, son seguidores de la secta chií zaydí, que sólo se da en el Yemen y a la que pertenece un tercio de la población del país, incluido el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh.
Estos insurgentes tomaron las armas en el 2004, dirigidos por Husein al Huti, padre del actual líder y quien pereció en septiembre de ese mismo año durante el primer brote rebelde.
Los rebeldes acordaron una tregua con el Gobierno el pasado 31 de enero, como paso previo para iniciar unas negociaciones de paz, aunque los combates han continuado esporádicamente en la zona.
Las sospechas del atentado apuntan en principio al grupo terrorista Al Qaeda, que tiene una fuerte presencia en el Yemen. De confirmarse, sería la primera ocasión en la que Al Qaeda atenta contra los rebeldes "hutíes".
Ambos tienen como enemigo común el régimen del presidente Al Saleh, en el poder desde mayo de 1990.