Uno de los rescatadores denuncia las condiciones "inhumanas" de la mina San José
Santiago, El País
Manuel González, el primer rescatador que descendió al yacimiento San José para ayudar en el rescate de los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad, ha denunciado que las condiciones de trabajo en esa veta "eran inhumanas". "La temperatura era de 40 grados celsius y la gran humedad existente en el lugar hacía que los trabajadores anduvieran semidesnudos", ha subrayado González, que también fue el último en salir de la mina tras el rescate exitoso de los obreros.
"Fue impresionante. Uno los vio con su alimentación regular, pero sus primeros días debieron haber sido terribles", ha añadido el experto en rescate de El Teniente, la mina subterránea más grande del mundo. Y no es alguien que se impresione fácilmente. "Yo trabajo desde hace 20 años en una mina subterránea y trabajo en una cosa parecida a lo que vi, yo trabajo en perforación y tronadura, estoy bastante acostumbrado a ver este tipo de cerros", ha aclarado, citado por Radio Cooperativa. Las condiciones ambientales "estaban bajo estándar", ha continuado. "Creo que nadie puede trabajar en esas condiciones", ha remachado. Lo peor es que el caso no es único: "Yo sé que en el norte hay muchas minas que funcionan de esa manera, pero es inhumano, no se puede trabajar ahí".
Sobre el momento en el que se convirtió en la primera persona del exterior a la vieron los mineros tras 69 días aislados, ha señalado que los mineros le abrazaron y le felicitaron. "Yo lo único que quería era llegar abajo y verlos bien. Gracias a la planificación de más de 60 días logramos nuestro objetivo", ha recordado. Manuel González ha indicado que al final de 24 horas de rescate, cuando quedó completamente solo en el refugio, "lo único que quería era llegar luego a la superficie". "Estaba cansado y sabía que arriba mis compañeros me esperaban", ha declarado. Para él, los grandes héroes han sido "los 33 de Atacama", que mantuvieron la "ansiedad controlada" en todo momento, lo que facilitó la tarea de subirlos a la superficie.En cambio, los seis rescatadores que bajaron a las entrañadas de la tierra "sólo" cumplieron con su "deber". "Cumplimos la parte final", ha agregado.
"No existe ni un gramo de oro"
El yacimiento San José, propiedad de la empresa Minera San Esteban y con más de un siglo de antigüedad, se enfrenta a un futuro incierto. Las ideas que se barajan para esta explotación minera, donde hasta el accidente del 5 de agosto se extraía cobre y alguna vez también se sacó oro, son transformarla en un monumento o reorientar su explotación. A corto y medio plazo, la actividad de la mina está descartada. El presidente Sebastián Piñera anunció ayer, después
de visitar a los 33 mineros en el hospital de Copiapó, que en el lugar que hasta ayer ocupaba el campamento Esperanza se levantará un monumento para que las futuras generaciones recuerden la epopeya del rescate. "Este campamento Esperanza va a reflejar la esperanza de los chilenos en el futuro. Vamos a construir un memorial para que esta verdadera hazaña que han realizado los mineros y sus familiares se mantenga y nos guíe en el futuro", dijo el mandatario.
Además, Piñera se comprometió a mejorar las condiciones laborales en la mina y advirtió de que el yacimiento San José y otras minas en donde se han repetido los accidentes laborales no volverán a operar "hasta que no garanticen que la vida y la seguridad de sus trabajadores están resguardadas". Los accidentes mineros han dejado en Chile 373 muertos en la última década y 31 en lo que va del año, según datos del estatal Servicio General de Geología y Minería. "Un país que quiera ser desarrollado debe cuidar a sus trabajadores, que merecen una protección que muchas veces en el pasado no han tenido", aseguró Piñera. El lugar que pudo haber sido escenario de la peor tragedia en la historia de la minería chilena hubiera requerido una inversión de 8 millones de dólares para garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Los dueños de Minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, han sido acusados por familiares, parlamentarios y autoridades por la falta de seguridad en una explotación que comenzó a operar en el siglo XIX. Lo tres sondeos realizados para rescatar a los mineros permitirán disponer de nueva información geológica sobre el yacimiento, lo que ha alimentado los rumores sobre la existencia de una supuesta veta rica en oro y cobre. "Se dice que los sondajes realizados descubrieron una veta muy rica", afirmó hace unos días el profesor Gustavo Lagos de la Universidad Católica, una de las más prestigiosas de Chile. Aunque algunos mineros de los equipos de rescate sostienen que el material extraído contenía cobre y oro, el jefe del equipo de rescate, André Sougarret, ejecutivo de la empresa estatal Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, ha negado la mayor: "No existe ni un gramo de oro en los 9.500 metros de sondajes realizados". Además de convertirse en un museo, según el diario chileno La Tercera, se estudia ofrecerla en alquiler a una compañía con mayor solidez financiera. El yacimiento San José también puede ser usado como tanque subterráneo para depositar los relaves o desechos de la actividad minera.
Manuel González, el primer rescatador que descendió al yacimiento San José para ayudar en el rescate de los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad, ha denunciado que las condiciones de trabajo en esa veta "eran inhumanas". "La temperatura era de 40 grados celsius y la gran humedad existente en el lugar hacía que los trabajadores anduvieran semidesnudos", ha subrayado González, que también fue el último en salir de la mina tras el rescate exitoso de los obreros.
"Fue impresionante. Uno los vio con su alimentación regular, pero sus primeros días debieron haber sido terribles", ha añadido el experto en rescate de El Teniente, la mina subterránea más grande del mundo. Y no es alguien que se impresione fácilmente. "Yo trabajo desde hace 20 años en una mina subterránea y trabajo en una cosa parecida a lo que vi, yo trabajo en perforación y tronadura, estoy bastante acostumbrado a ver este tipo de cerros", ha aclarado, citado por Radio Cooperativa. Las condiciones ambientales "estaban bajo estándar", ha continuado. "Creo que nadie puede trabajar en esas condiciones", ha remachado. Lo peor es que el caso no es único: "Yo sé que en el norte hay muchas minas que funcionan de esa manera, pero es inhumano, no se puede trabajar ahí".
Sobre el momento en el que se convirtió en la primera persona del exterior a la vieron los mineros tras 69 días aislados, ha señalado que los mineros le abrazaron y le felicitaron. "Yo lo único que quería era llegar abajo y verlos bien. Gracias a la planificación de más de 60 días logramos nuestro objetivo", ha recordado. Manuel González ha indicado que al final de 24 horas de rescate, cuando quedó completamente solo en el refugio, "lo único que quería era llegar luego a la superficie". "Estaba cansado y sabía que arriba mis compañeros me esperaban", ha declarado. Para él, los grandes héroes han sido "los 33 de Atacama", que mantuvieron la "ansiedad controlada" en todo momento, lo que facilitó la tarea de subirlos a la superficie.En cambio, los seis rescatadores que bajaron a las entrañadas de la tierra "sólo" cumplieron con su "deber". "Cumplimos la parte final", ha agregado.
"No existe ni un gramo de oro"
El yacimiento San José, propiedad de la empresa Minera San Esteban y con más de un siglo de antigüedad, se enfrenta a un futuro incierto. Las ideas que se barajan para esta explotación minera, donde hasta el accidente del 5 de agosto se extraía cobre y alguna vez también se sacó oro, son transformarla en un monumento o reorientar su explotación. A corto y medio plazo, la actividad de la mina está descartada. El presidente Sebastián Piñera anunció ayer, después
de visitar a los 33 mineros en el hospital de Copiapó, que en el lugar que hasta ayer ocupaba el campamento Esperanza se levantará un monumento para que las futuras generaciones recuerden la epopeya del rescate. "Este campamento Esperanza va a reflejar la esperanza de los chilenos en el futuro. Vamos a construir un memorial para que esta verdadera hazaña que han realizado los mineros y sus familiares se mantenga y nos guíe en el futuro", dijo el mandatario.
Además, Piñera se comprometió a mejorar las condiciones laborales en la mina y advirtió de que el yacimiento San José y otras minas en donde se han repetido los accidentes laborales no volverán a operar "hasta que no garanticen que la vida y la seguridad de sus trabajadores están resguardadas". Los accidentes mineros han dejado en Chile 373 muertos en la última década y 31 en lo que va del año, según datos del estatal Servicio General de Geología y Minería. "Un país que quiera ser desarrollado debe cuidar a sus trabajadores, que merecen una protección que muchas veces en el pasado no han tenido", aseguró Piñera. El lugar que pudo haber sido escenario de la peor tragedia en la historia de la minería chilena hubiera requerido una inversión de 8 millones de dólares para garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Los dueños de Minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, han sido acusados por familiares, parlamentarios y autoridades por la falta de seguridad en una explotación que comenzó a operar en el siglo XIX. Lo tres sondeos realizados para rescatar a los mineros permitirán disponer de nueva información geológica sobre el yacimiento, lo que ha alimentado los rumores sobre la existencia de una supuesta veta rica en oro y cobre. "Se dice que los sondajes realizados descubrieron una veta muy rica", afirmó hace unos días el profesor Gustavo Lagos de la Universidad Católica, una de las más prestigiosas de Chile. Aunque algunos mineros de los equipos de rescate sostienen que el material extraído contenía cobre y oro, el jefe del equipo de rescate, André Sougarret, ejecutivo de la empresa estatal Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, ha negado la mayor: "No existe ni un gramo de oro en los 9.500 metros de sondajes realizados". Además de convertirse en un museo, según el diario chileno La Tercera, se estudia ofrecerla en alquiler a una compañía con mayor solidez financiera. El yacimiento San José también puede ser usado como tanque subterráneo para depositar los relaves o desechos de la actividad minera.