Una victoria del Atlético dedicada a Arteche
Madrid, As
Simao y Diego Costa fueron los autores de los goles que dieron el triunfo a los colchoneros, que duermen en puestos europeos. Forlán salió en la segunda parte de un encuentro gris con poco fútbol.
El Atlético se llevó los tres puntos del derbi madrileño contra el Getafe. Un duelo, a priori, bonito que fue menos de lo que se esperaba. Con dos antiguos madridistas en los banquillos, el encuentro acabó con demasiado premio para los rojiblancos y demasiado castigo para los azulones. Forlán, que ya acumula siete partidos consecutivos sin marcar, no fue titular.
Los rojiblancos querían dedicarle la victoria a un símbolo colchonero que nos dejó esta semana, Juan Carlos Arteche. En sus tiempos, hubiera sido impensable un choque contra el Getafe en Primera y más inimaginable que los azulones estuvieran por delante de los colchoneros en la tabla. Su espíritu invadió el Calderón y su Atleti sacó petróleo de un partido monótono en el que el buen fútbol brilló por su ausencia.
Después de un sentido minuto de silencio, sonó el silbato sin Forlán en el césped. Quique decidió darle algo de descanso al uruguayo después de su excursión por China, y no le alineó en el once inicial. Los locales salieron con una idea fija en la cabeza: no desperdiciar la primera mitad como lo hicieran contra en Sevilla y acabar pagándolo. El equipo de Míchel no se lo perdonaría. Y eso hizo. Después de que el dominio del partido cambiara de manos por minutos, Simao adelantó a los rojiblancos con un gol de falta directa, con algo de fortuna y mucha ayuda de la barrera. El esférico tocó en el palo después de pasar a través de los jugadores del Getafe y rebotó en la espalda de Codina. La dedicatoria era evidente.
Poco hay que decir del Getafe, que acostumbrados como nos tiene al buen fútbol,estuvo desdibujado, siendo una sombra de lo que es. Manu del Moral fue el único que, con rapidez y verticalidad, dio vida los azulones, que veían como casi Reyes mataba en partido tras un mal despeje de Codina. A pesar de ello, los de Míchel, para enfado de éste no reaccionaron y se fueron al vestuario por debajo en el marcador.
El técnico getafense ideó dos cambios como posible revulsivo tras el descanso; Casquero y Rafa entraron por Mané y Miguel Torres. Fue el primero quien tuvo en sus botas el empate con un tiro lejano a portería, cuando Forlán, para deleite del Calderón, salió a calentar. La situación se complicaba para los rojiblancos, puesto que Manu estaba volviendo loco a Valera y a Fran Mérida no se le veía cómodo. Quique, finalmente,le sustituyó por el uruguayo.
El encuentro transcurría de área en área sin dueño claro, sin un fútbol vistoso. El Getafe no llegaba a ocasionar serios problemas a De Gea y su defensa, mientras que el Atlético no terminaba de sentenciar el partido. Todos parecían estar contentos con el resultado hasta que Diego Costa empujó el balón al fondo de la red de Codina tras un pase de Valera cuando corría el minuto 72. Ahí se acabó la historia.
El Atlético de Madrid regresó de esta manera a los puestos europeos de la tabla, echando mucho de menos a sus goleadores, Agüero, lesionado, y Forlán, que no está en racha.
Simao y Diego Costa fueron los autores de los goles que dieron el triunfo a los colchoneros, que duermen en puestos europeos. Forlán salió en la segunda parte de un encuentro gris con poco fútbol.
El Atlético se llevó los tres puntos del derbi madrileño contra el Getafe. Un duelo, a priori, bonito que fue menos de lo que se esperaba. Con dos antiguos madridistas en los banquillos, el encuentro acabó con demasiado premio para los rojiblancos y demasiado castigo para los azulones. Forlán, que ya acumula siete partidos consecutivos sin marcar, no fue titular.
Los rojiblancos querían dedicarle la victoria a un símbolo colchonero que nos dejó esta semana, Juan Carlos Arteche. En sus tiempos, hubiera sido impensable un choque contra el Getafe en Primera y más inimaginable que los azulones estuvieran por delante de los colchoneros en la tabla. Su espíritu invadió el Calderón y su Atleti sacó petróleo de un partido monótono en el que el buen fútbol brilló por su ausencia.
Después de un sentido minuto de silencio, sonó el silbato sin Forlán en el césped. Quique decidió darle algo de descanso al uruguayo después de su excursión por China, y no le alineó en el once inicial. Los locales salieron con una idea fija en la cabeza: no desperdiciar la primera mitad como lo hicieran contra en Sevilla y acabar pagándolo. El equipo de Míchel no se lo perdonaría. Y eso hizo. Después de que el dominio del partido cambiara de manos por minutos, Simao adelantó a los rojiblancos con un gol de falta directa, con algo de fortuna y mucha ayuda de la barrera. El esférico tocó en el palo después de pasar a través de los jugadores del Getafe y rebotó en la espalda de Codina. La dedicatoria era evidente.
Poco hay que decir del Getafe, que acostumbrados como nos tiene al buen fútbol,estuvo desdibujado, siendo una sombra de lo que es. Manu del Moral fue el único que, con rapidez y verticalidad, dio vida los azulones, que veían como casi Reyes mataba en partido tras un mal despeje de Codina. A pesar de ello, los de Míchel, para enfado de éste no reaccionaron y se fueron al vestuario por debajo en el marcador.
El técnico getafense ideó dos cambios como posible revulsivo tras el descanso; Casquero y Rafa entraron por Mané y Miguel Torres. Fue el primero quien tuvo en sus botas el empate con un tiro lejano a portería, cuando Forlán, para deleite del Calderón, salió a calentar. La situación se complicaba para los rojiblancos, puesto que Manu estaba volviendo loco a Valera y a Fran Mérida no se le veía cómodo. Quique, finalmente,le sustituyó por el uruguayo.
El encuentro transcurría de área en área sin dueño claro, sin un fútbol vistoso. El Getafe no llegaba a ocasionar serios problemas a De Gea y su defensa, mientras que el Atlético no terminaba de sentenciar el partido. Todos parecían estar contentos con el resultado hasta que Diego Costa empujó el balón al fondo de la red de Codina tras un pase de Valera cuando corría el minuto 72. Ahí se acabó la historia.
El Atlético de Madrid regresó de esta manera a los puestos europeos de la tabla, echando mucho de menos a sus goleadores, Agüero, lesionado, y Forlán, que no está en racha.