Una multitud participó en una sentida despedida a Kirchner en la Rosada
Buenos Aires, Clarín
Incesante y plena de gestos de emoción, una multitud recorrió el Salón de los Patriotas Latinoamericanos para despedir al ex presidente Néstor Kirchner. Su esposa, la presidenta Cristina Kirchner, se mantuvo todo el día junto al féretro en compañía de sus hijos. Se retiró a descansar a Olivos recién poco antes de la medianoche.
El desfile del público continuó, incesante y sentido. La capilla ardiente permaneció abierta hasta pasadas las 12 horas, cuando se inició el cortejo fúnebre dominado por la presencia de más gente y por la lluvia. Los restos de Kirchner serán trasladados hacia Aeroparque, desde donde partirá rumbo a Río Gallegos para el último adiós.
La presencia de la gente se mantuvo constante durante todo el velatorio. Hubo momentos en que la cola para ingresar llegó hasta la 9 de Julio. Algunos gritaron consignas de apoyo a la mandataria, que muchas veces se acercó y los saludó afectivamente. La noche llegó junto con el cansancio y la distensión: militantes compartieron gritos y abrazos junto a Máximo Kirchner. Un barítono, además, sorprendió al entonar el Ave María.
Si bien las puertas se abrieron a las 10, Cristina llegó después de las 11 a Casa de gobierno. Junto a la Presidenta, quien sólo se retiró algunos minutos a descansar, estuvieron a lo largo del día Florencia y Maximiliano Kirchner. Alrededor de ellos, los ministros del Gabinete y gobernadores. También estuvieron en el lugar, en forma alternada, varios presidentes sudamericanos.
La titular de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, también estuvo a la cabeza de la ceremonia. Se vieron gestos muy conmovidos y llanto, tanto de los cientos de personas que empezaron a pasar por el lugar como de algunas de las figuras políticas del oficialismo que estaban formadas junto al féretro con los restos del ex mandatario, que es velado a cajón cerrado.
La hermana del ex presidente se llevó varias veces las manos al rostro en un gesto de incredulidad y dolor. A su lado, el gobernador mendocino Celso Jaque se enjugaba unas lágrimas. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue otro de los que no ocultó expresiones de pena. Y uno de los pocos que habló fue Daniel Scioli: "Venimos a darle el último adiós a un gran argentino, un gran presidente, un gran peronista", dijo al ingresar a la Casa Rosada.
La Presidenta fue conducida en helicóptero desde la Residencia de Olivos. Bajó a metros de la Casa de Gobierno en un movimiento rápido de su custodia.
Algunos de los primeros en saludarla fueron el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y las titulares de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini.
Con el correr de las horas se acercaron los primeros dirigentes de la oposición, Francisco de Narváez y Ricardo Alfonsín. Y los mandatarios críticos Mauricio Macri, Mario Das Neves y Hermes Binner.
Algunos de los mandatarios latinoamericanos que trajeron sus condolencias fueron el boliviano Evo Morales, el ecuatoriano Rafael Correa, el uruguayo José Mujica, el colombiano Juan Manuel Santos, el venezolano Hugo Chávez, el brasileño Lula Da Silva y el chileno Sebastián Piñera.
Incesante y plena de gestos de emoción, una multitud recorrió el Salón de los Patriotas Latinoamericanos para despedir al ex presidente Néstor Kirchner. Su esposa, la presidenta Cristina Kirchner, se mantuvo todo el día junto al féretro en compañía de sus hijos. Se retiró a descansar a Olivos recién poco antes de la medianoche.
El desfile del público continuó, incesante y sentido. La capilla ardiente permaneció abierta hasta pasadas las 12 horas, cuando se inició el cortejo fúnebre dominado por la presencia de más gente y por la lluvia. Los restos de Kirchner serán trasladados hacia Aeroparque, desde donde partirá rumbo a Río Gallegos para el último adiós.
La presencia de la gente se mantuvo constante durante todo el velatorio. Hubo momentos en que la cola para ingresar llegó hasta la 9 de Julio. Algunos gritaron consignas de apoyo a la mandataria, que muchas veces se acercó y los saludó afectivamente. La noche llegó junto con el cansancio y la distensión: militantes compartieron gritos y abrazos junto a Máximo Kirchner. Un barítono, además, sorprendió al entonar el Ave María.
Si bien las puertas se abrieron a las 10, Cristina llegó después de las 11 a Casa de gobierno. Junto a la Presidenta, quien sólo se retiró algunos minutos a descansar, estuvieron a lo largo del día Florencia y Maximiliano Kirchner. Alrededor de ellos, los ministros del Gabinete y gobernadores. También estuvieron en el lugar, en forma alternada, varios presidentes sudamericanos.
La titular de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, también estuvo a la cabeza de la ceremonia. Se vieron gestos muy conmovidos y llanto, tanto de los cientos de personas que empezaron a pasar por el lugar como de algunas de las figuras políticas del oficialismo que estaban formadas junto al féretro con los restos del ex mandatario, que es velado a cajón cerrado.
La hermana del ex presidente se llevó varias veces las manos al rostro en un gesto de incredulidad y dolor. A su lado, el gobernador mendocino Celso Jaque se enjugaba unas lágrimas. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue otro de los que no ocultó expresiones de pena. Y uno de los pocos que habló fue Daniel Scioli: "Venimos a darle el último adiós a un gran argentino, un gran presidente, un gran peronista", dijo al ingresar a la Casa Rosada.
La Presidenta fue conducida en helicóptero desde la Residencia de Olivos. Bajó a metros de la Casa de Gobierno en un movimiento rápido de su custodia.
Algunos de los primeros en saludarla fueron el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y las titulares de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini.
Con el correr de las horas se acercaron los primeros dirigentes de la oposición, Francisco de Narváez y Ricardo Alfonsín. Y los mandatarios críticos Mauricio Macri, Mario Das Neves y Hermes Binner.
Algunos de los mandatarios latinoamericanos que trajeron sus condolencias fueron el boliviano Evo Morales, el ecuatoriano Rafael Correa, el uruguayo José Mujica, el colombiano Juan Manuel Santos, el venezolano Hugo Chávez, el brasileño Lula Da Silva y el chileno Sebastián Piñera.