Un nuevo escándalo salpica a Berlusconi
Roma, El País
Italia se ha despertado hoy convertida en el país del bunga bunga. Según ha declarado a los fiscales de Milán la menor marroquí Ruby Robacorazones, llamada en realidad Karima K., después de las cenas en la villa de Arcore, Silvio Berlusconi invitaba a algunas chicas seleccionadas a hacer bunga bunga, explicando que era un juego que practica Muammar El Gaddafi con su harén africano.
En realidad, el bunga bunga o unga bunga es, según enseña el Urbandictionary, una "sodomización salvaje y en grupo figuradamente practicada por algunas tribus africanas". Silvio Berlusconi, de 74 años, suele explicar el concepto a las visitas de sus noches 'bunga bunga' contando un chiste protagonizado por dos ministros de Romano Prodi que caen en manos de una tribu africana.
"El jefe de la tribu pregunta: '¿Morir o bunga bunga?'. El primero responde "bunga bunga" y es violado. El segundo elige: "Morir". Pero el jefe de la tribu dice: "Bien, primero bunga bunga, y después morir".
De forma que hoy los periódicos y las redes sociales dedican amplísimos espacios y reflexiones al caso bunga bunga, muestran las fotos atrevidísimas de la descocada Ruby en diversas discotecas, y dejan caer críticas entre irónicas y desesperadas al primer ministro bunga bunga de un país bunga bunga al que un Gobierno bunga bunga dirigido desde la villa de Hardcore está llevando al ridículo internacional bunga bunga.
Las implicaciones judiciales y políticas, en todo caso, son más serias de lo que parece. De momento hay tres personas del entorno íntimo de Berlusconi formalmente acusadas de inducción a la prostitución: el agente del espectáculo Dario Lele Mora; el anciano presentador del telediario del canal 4, Emilio Fede; y la bailarina del programa Colorado Café Nicole Minetti, supuesta ex higienista dental de Berlusconi ascendida en marzo pasado a consejera de Lombardía, la región más rica de Italia.
Los fiscales de Milán están profundizando en los hechos sucedidos la noche del pasado 27 de mayo, cuando la menor Ruby Rubacuori (nombre artístico de la explosiva bailarina marroquí de 17 años) fue arrestada bajo la acusación de haber robado 3.000 euros y un collar de oro blanco a una amiga brasileña.
La jefatura de policía de Milán emitió ayer una nota en la que afirma que "no hubo ningún trato de privilegio o de favor hacia la menor después de la llamada del presidente del Gobierno", lo cual confirma que, en efecto, fue Silvio Berlusconi quien llamó desde Roma a la 'questura' para pedir a un alto jefe policial que dejara en libertad a la joven, diciendo que era "sobrina -o nieta- de Hosni Mubarak", el presidente egipcio. (En italiano sobrina se dice nipote, palabra que también significa nieta).
La embajada egipcia en Roma, quizá para tomar distancias de la crisis bunga bunga, ha desmentido oficialmente que el presidente de la nación tenga ningún parentesco con la menor marroquí.
Mientras tanto, Berlusconi ha reaccionado al enésimo escándalo con la táctica habitual. Primero admitió haber ayudado a Ruby porque es, dijo, "un hombre de buen corazón que ayuda a quien lo necesita", luego ha afirmado que la izquierda "ha creado un caso de la nada", y hoy sus medios afines empiezan a dejar caer que Ruby ha sido captada por la oposición y por la magistratura 'comunista' para desacreditar al primer ministro.
Hablando con la prensa en Bruselas, tras el Consejo Europeo, Berlusconi se ha justificado hoy así: "Hago una vida terrible, de esfuerzos inhumanos. Trabajo hasta las dos y media de la noche, me llegan los periódicos, los leo y no me pongo de buen humor. Escribo notitas para dar instrucciones al partido. A las siete y media me levanto. Cada cierto tiempo necesito una noche distendida para limpiar el cerebro de preocupaciones, y nadie a mi edad me hará cambiar de estilo de vida".
"Estoy orgulloso de ese estilo, soy un anfitrión único, diría que irrepetible, alegre y lleno de vida, a mi casa solo entran buenas personas que se comprtan bien", ha añadido, y glosando a Julio Iglesias: "Amo la vida y a las mujeres". ¿Y el bunga bunga?, le han preguntado. "Es un viejo chiste de hace muchos años que me ha hecho siempre mucha gracia. Y también esta vez me ha hecho reír".
La prensa seria, en cambio, pone el acento en las implicaciones políticas del caso; La Repubblica e Il Corriere della Sera critican el "abuso de poder" ejercido por el primer ministro al presionar para la liberación de la joven con una mentira sobre su filiación, y destacan el hecho de que la muchacha llegara a Arcore una de las noches en un coche que iba escoltado por los Carabineros.
Il Corriere della Sera llama la atención sobre la confusión público-privado de la vida nocturna del Cavaliere, alerta del constante "peligro de ser chantajeado" al que Berlusconi se expone invitando a sus fiestas a todo tipo de invitados, revela que hay numerosas fotos de las noches locas circulando y documenta el cambio de guardia en la estructura de los "reclutadores" de velinas de confianza del primer ministro. Además de los encausados Mora y Fede, Fiorenza Sarzanini cita a Luigi Ciardiello, director de Publitalia 80, una de las empresas del imperio Berlusconi.
En este clima bocacciano, el caso promete dar todavía sustos y disgustos a otros protagonistas de la política nacional, ya que la joven gogó ha declarado a los fiscales que en las fiestas de Arcore participaron también parlamentarios y otros exponentes del Gobierno, masculinos y femeninos. Il Corriere afirma que Paolo Romani, flamante ministro de Desarrollo Económico, es uno de los asiduos de las noches locas del presidente. Se desconoce, en cualquier caso, si practica bunga bunga.
Italia se ha despertado hoy convertida en el país del bunga bunga. Según ha declarado a los fiscales de Milán la menor marroquí Ruby Robacorazones, llamada en realidad Karima K., después de las cenas en la villa de Arcore, Silvio Berlusconi invitaba a algunas chicas seleccionadas a hacer bunga bunga, explicando que era un juego que practica Muammar El Gaddafi con su harén africano.
En realidad, el bunga bunga o unga bunga es, según enseña el Urbandictionary, una "sodomización salvaje y en grupo figuradamente practicada por algunas tribus africanas". Silvio Berlusconi, de 74 años, suele explicar el concepto a las visitas de sus noches 'bunga bunga' contando un chiste protagonizado por dos ministros de Romano Prodi que caen en manos de una tribu africana.
"El jefe de la tribu pregunta: '¿Morir o bunga bunga?'. El primero responde "bunga bunga" y es violado. El segundo elige: "Morir". Pero el jefe de la tribu dice: "Bien, primero bunga bunga, y después morir".
De forma que hoy los periódicos y las redes sociales dedican amplísimos espacios y reflexiones al caso bunga bunga, muestran las fotos atrevidísimas de la descocada Ruby en diversas discotecas, y dejan caer críticas entre irónicas y desesperadas al primer ministro bunga bunga de un país bunga bunga al que un Gobierno bunga bunga dirigido desde la villa de Hardcore está llevando al ridículo internacional bunga bunga.
Las implicaciones judiciales y políticas, en todo caso, son más serias de lo que parece. De momento hay tres personas del entorno íntimo de Berlusconi formalmente acusadas de inducción a la prostitución: el agente del espectáculo Dario Lele Mora; el anciano presentador del telediario del canal 4, Emilio Fede; y la bailarina del programa Colorado Café Nicole Minetti, supuesta ex higienista dental de Berlusconi ascendida en marzo pasado a consejera de Lombardía, la región más rica de Italia.
Los fiscales de Milán están profundizando en los hechos sucedidos la noche del pasado 27 de mayo, cuando la menor Ruby Rubacuori (nombre artístico de la explosiva bailarina marroquí de 17 años) fue arrestada bajo la acusación de haber robado 3.000 euros y un collar de oro blanco a una amiga brasileña.
La jefatura de policía de Milán emitió ayer una nota en la que afirma que "no hubo ningún trato de privilegio o de favor hacia la menor después de la llamada del presidente del Gobierno", lo cual confirma que, en efecto, fue Silvio Berlusconi quien llamó desde Roma a la 'questura' para pedir a un alto jefe policial que dejara en libertad a la joven, diciendo que era "sobrina -o nieta- de Hosni Mubarak", el presidente egipcio. (En italiano sobrina se dice nipote, palabra que también significa nieta).
La embajada egipcia en Roma, quizá para tomar distancias de la crisis bunga bunga, ha desmentido oficialmente que el presidente de la nación tenga ningún parentesco con la menor marroquí.
Mientras tanto, Berlusconi ha reaccionado al enésimo escándalo con la táctica habitual. Primero admitió haber ayudado a Ruby porque es, dijo, "un hombre de buen corazón que ayuda a quien lo necesita", luego ha afirmado que la izquierda "ha creado un caso de la nada", y hoy sus medios afines empiezan a dejar caer que Ruby ha sido captada por la oposición y por la magistratura 'comunista' para desacreditar al primer ministro.
Hablando con la prensa en Bruselas, tras el Consejo Europeo, Berlusconi se ha justificado hoy así: "Hago una vida terrible, de esfuerzos inhumanos. Trabajo hasta las dos y media de la noche, me llegan los periódicos, los leo y no me pongo de buen humor. Escribo notitas para dar instrucciones al partido. A las siete y media me levanto. Cada cierto tiempo necesito una noche distendida para limpiar el cerebro de preocupaciones, y nadie a mi edad me hará cambiar de estilo de vida".
"Estoy orgulloso de ese estilo, soy un anfitrión único, diría que irrepetible, alegre y lleno de vida, a mi casa solo entran buenas personas que se comprtan bien", ha añadido, y glosando a Julio Iglesias: "Amo la vida y a las mujeres". ¿Y el bunga bunga?, le han preguntado. "Es un viejo chiste de hace muchos años que me ha hecho siempre mucha gracia. Y también esta vez me ha hecho reír".
La prensa seria, en cambio, pone el acento en las implicaciones políticas del caso; La Repubblica e Il Corriere della Sera critican el "abuso de poder" ejercido por el primer ministro al presionar para la liberación de la joven con una mentira sobre su filiación, y destacan el hecho de que la muchacha llegara a Arcore una de las noches en un coche que iba escoltado por los Carabineros.
Il Corriere della Sera llama la atención sobre la confusión público-privado de la vida nocturna del Cavaliere, alerta del constante "peligro de ser chantajeado" al que Berlusconi se expone invitando a sus fiestas a todo tipo de invitados, revela que hay numerosas fotos de las noches locas circulando y documenta el cambio de guardia en la estructura de los "reclutadores" de velinas de confianza del primer ministro. Además de los encausados Mora y Fede, Fiorenza Sarzanini cita a Luigi Ciardiello, director de Publitalia 80, una de las empresas del imperio Berlusconi.
En este clima bocacciano, el caso promete dar todavía sustos y disgustos a otros protagonistas de la política nacional, ya que la joven gogó ha declarado a los fiscales que en las fiestas de Arcore participaron también parlamentarios y otros exponentes del Gobierno, masculinos y femeninos. Il Corriere afirma que Paolo Romani, flamante ministro de Desarrollo Económico, es uno de los asiduos de las noches locas del presidente. Se desconoce, en cualquier caso, si practica bunga bunga.