Toma posesión el nuevo Gobierno holandés, apoyado por los antimusulmanes
La Haya, Agencias
El nuevo Gobierno holandés, formado por una coalición de minoría entre liberales (VVD) y democristianos (CDA) tomó hoy posesión entre la expectación sobre estabilidad y gobernabilidad, que en gran parte depende del apoyo parlamentario del partido antimusulmán PVV de Geert Wilders.
En la típica foto de familia tomada en la escalinata del palacio real junto a la reina Beatriz, el gabinete posó al completo, formado por seis ministros democristianos y seis liberales, bajo el primer ministro Mark Rutte, que se convierte en el primer liberal al frente de un Gobierno desde hace casi un siglo.
Los ocho secretarios de Estado, cuatro liberales y cuatro democristianos, tomarán posesión de su cargo a lo largo del día.
Rutte ha elegido a sus ministros sin correr riesgos que puedan afectar a la estabilidad del Gobierno, para lo cual ha recurrido a personas con experiencia política y cercanas a su entorno, siendo la mayor parte de ellas ex diputados, personas con cargos en gobiernos anteriores o antiguos alcaldes.
El líder democristiano, Maxime Verhagen, que era hasta ahora titular de Exteriores, ocupará la cartera de Economía y la vicepresidencia del Gobierno.
El ex senador y profesor universitario Uri Rosenthal (VVD) es por su parte el nuevo titular de Exteriores.
Solamente la secretaria de Estado de Sanidad, Marlies Veldhuijzen, una médico especializada en geriatría, no cuenta con experiencia política, hasta el punto de que se sumó a las filas democristianas justo antes de convertirse en candidata al cargo, el pasado fin de semana.
La elección de ministros ha sido sin embargo criticada por la poca presencia de mujeres, pues solamente tres de los doce titulares son mujeres, que ocupan las carteras de Educación (Marja van Bijsterfeld), Sanidad (Edith Schippers) e Infraestructura y Medioambiente, departamento en manos de Melanie Schultz, que a sus 40 años es el miembro más joven del Ejecutivo.
También ha sido criticada la ausencia de personas de origen extranjero en el nuevo equipo de un Gobierno que aplicará una estricta política de inmigración y tiene pensado prohibir totalmente el "burka" en Holanda.
El endurecimiento de la política de inmigración ha sido una de las condiciones impuestas por el antimusulmán Geert Wilders para apoyar desde el parlamento al Gobierno entrante, que necesitaba los 24 escaños del político de ultraderecha para conseguir la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar leyes.
Aunque Wilders no ha posado con los recién nombrados ministros y secretarios de Estado, su sombra estará siempre presente cada vez que el nuevo Gobierno tome decisiones.
Wilders ha firmado con los nuevos gobernantes una especie de acuerdo de Gobierno paralelo donde se incluyen sus reivindicaciones, que afectan sobre todo a los sectores de la inmigración y la seguridad.
Así, Wilders, que está a medio camino entre el poder y la oposición, podrá boicotear a Rutte cuando considere que no se respetan esos principios pactados que exigió durante las negociaciones para formar gobierno, en las que el antimusulmán participó al mismo nivel que los democristianos y los liberales.
El nuevo Gobierno celebrará mañana su primer Consejo de Ministros, y su toma de posesión pone fin al período de incertidumbre abierto tras los divididos resultados de las elecciones del pasado 9 de junio.
El nuevo Gobierno holandés, formado por una coalición de minoría entre liberales (VVD) y democristianos (CDA) tomó hoy posesión entre la expectación sobre estabilidad y gobernabilidad, que en gran parte depende del apoyo parlamentario del partido antimusulmán PVV de Geert Wilders.
En la típica foto de familia tomada en la escalinata del palacio real junto a la reina Beatriz, el gabinete posó al completo, formado por seis ministros democristianos y seis liberales, bajo el primer ministro Mark Rutte, que se convierte en el primer liberal al frente de un Gobierno desde hace casi un siglo.
Los ocho secretarios de Estado, cuatro liberales y cuatro democristianos, tomarán posesión de su cargo a lo largo del día.
Rutte ha elegido a sus ministros sin correr riesgos que puedan afectar a la estabilidad del Gobierno, para lo cual ha recurrido a personas con experiencia política y cercanas a su entorno, siendo la mayor parte de ellas ex diputados, personas con cargos en gobiernos anteriores o antiguos alcaldes.
El líder democristiano, Maxime Verhagen, que era hasta ahora titular de Exteriores, ocupará la cartera de Economía y la vicepresidencia del Gobierno.
El ex senador y profesor universitario Uri Rosenthal (VVD) es por su parte el nuevo titular de Exteriores.
Solamente la secretaria de Estado de Sanidad, Marlies Veldhuijzen, una médico especializada en geriatría, no cuenta con experiencia política, hasta el punto de que se sumó a las filas democristianas justo antes de convertirse en candidata al cargo, el pasado fin de semana.
La elección de ministros ha sido sin embargo criticada por la poca presencia de mujeres, pues solamente tres de los doce titulares son mujeres, que ocupan las carteras de Educación (Marja van Bijsterfeld), Sanidad (Edith Schippers) e Infraestructura y Medioambiente, departamento en manos de Melanie Schultz, que a sus 40 años es el miembro más joven del Ejecutivo.
También ha sido criticada la ausencia de personas de origen extranjero en el nuevo equipo de un Gobierno que aplicará una estricta política de inmigración y tiene pensado prohibir totalmente el "burka" en Holanda.
El endurecimiento de la política de inmigración ha sido una de las condiciones impuestas por el antimusulmán Geert Wilders para apoyar desde el parlamento al Gobierno entrante, que necesitaba los 24 escaños del político de ultraderecha para conseguir la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar leyes.
Aunque Wilders no ha posado con los recién nombrados ministros y secretarios de Estado, su sombra estará siempre presente cada vez que el nuevo Gobierno tome decisiones.
Wilders ha firmado con los nuevos gobernantes una especie de acuerdo de Gobierno paralelo donde se incluyen sus reivindicaciones, que afectan sobre todo a los sectores de la inmigración y la seguridad.
Así, Wilders, que está a medio camino entre el poder y la oposición, podrá boicotear a Rutte cuando considere que no se respetan esos principios pactados que exigió durante las negociaciones para formar gobierno, en las que el antimusulmán participó al mismo nivel que los democristianos y los liberales.
El nuevo Gobierno celebrará mañana su primer Consejo de Ministros, y su toma de posesión pone fin al período de incertidumbre abierto tras los divididos resultados de las elecciones del pasado 9 de junio.