Se desvanece el planeta extrasolar gemelo de la Tierra
Madrid, El País
La existencia de un planeta de un tamaño similar al de la Tierra, que da vueltas a su estrella a una distancia adecuada para albergar agua líquida, fue anunciada hace un mes por astrónomos estadounidenses financiados por la NASA. Aseguraron que era el primero detectado en la carrera por identificar cuerpos extrasolares gemelos de la Tierra y, por tanto, teóricamente capaces de albergar vida similar a la terrestre.
La estrella, Gliese 581, está a 20 años luz de la Tierra y es una enana roja muy estudiada. Ya se habían descubierto cuatro planetas a su alrededor, pero están demasiado cerca o demasiado lejos de la estrella para tenerlos en cuenta en esta carrera. El nuevo planeta tendría un diámetro solo tres veces superior al de la Tierra y estaría en medio de la zona habitable.
Los astrónomos estadounidenses (de la Universidad de California y de la Carnegie Institution) habían deducido la existencia del nuevo planeta del análisis de datos tomados durante varios años por ellos mismos y por sus colegas europeos. Ahora, estos últimos, del Observatorio de Ginebra , ha reanalizado su datos y se han remontado más, hasta hace 6,5 años. "No vemos ninguna prueba de un quinto planeta", declaró a la revista Science Francesco Pepe, miembro del equipo, tras anunciar lo mismo la pasada semana en un congreso especializado en Turín. "Sin embargo", reconoció, "tampoco podemos probar que no exista un quinto planeta".
En realidad, por el método que utilizan estos astrónomos, ninguno de los planetas se ve, sólo se infiere su existencia del tirón gravitatorio que ejercen sobre la estrella, y cuando se supone que hay más de uno, la resolución de las ecuaciones planteadas se complica. La conclusión es que alguno de los dos equipos está analizando mal los datos, pero pasarán probablemente años antes de que se pueda resolver el misterio. Según Science, el análisis del grupo suizo se basa en que las órbitas de los planetas son más elípticas que las del Sistema Solar, mientras que los estadounidenses creen que son casi circulares y de ahí puede surgir la divergencia.
La existencia de un planeta de un tamaño similar al de la Tierra, que da vueltas a su estrella a una distancia adecuada para albergar agua líquida, fue anunciada hace un mes por astrónomos estadounidenses financiados por la NASA. Aseguraron que era el primero detectado en la carrera por identificar cuerpos extrasolares gemelos de la Tierra y, por tanto, teóricamente capaces de albergar vida similar a la terrestre.
La estrella, Gliese 581, está a 20 años luz de la Tierra y es una enana roja muy estudiada. Ya se habían descubierto cuatro planetas a su alrededor, pero están demasiado cerca o demasiado lejos de la estrella para tenerlos en cuenta en esta carrera. El nuevo planeta tendría un diámetro solo tres veces superior al de la Tierra y estaría en medio de la zona habitable.
Los astrónomos estadounidenses (de la Universidad de California y de la Carnegie Institution) habían deducido la existencia del nuevo planeta del análisis de datos tomados durante varios años por ellos mismos y por sus colegas europeos. Ahora, estos últimos, del Observatorio de Ginebra , ha reanalizado su datos y se han remontado más, hasta hace 6,5 años. "No vemos ninguna prueba de un quinto planeta", declaró a la revista Science Francesco Pepe, miembro del equipo, tras anunciar lo mismo la pasada semana en un congreso especializado en Turín. "Sin embargo", reconoció, "tampoco podemos probar que no exista un quinto planeta".
En realidad, por el método que utilizan estos astrónomos, ninguno de los planetas se ve, sólo se infiere su existencia del tirón gravitatorio que ejercen sobre la estrella, y cuando se supone que hay más de uno, la resolución de las ecuaciones planteadas se complica. La conclusión es que alguno de los dos equipos está analizando mal los datos, pero pasarán probablemente años antes de que se pueda resolver el misterio. Según Science, el análisis del grupo suizo se basa en que las órbitas de los planetas son más elípticas que las del Sistema Solar, mientras que los estadounidenses creen que son casi circulares y de ahí puede surgir la divergencia.