River y Gimnasia empataron y siguen en zona de Promoción


Buenos Aires, Agencias
River Plate tuvo treinta y cinco minutos, los primeros del partido, que hicieron presagiar una fiesta, pero con el correr del tiempo la fiesta se diluyó y el equipo dirigido por Angel Cappa estuvo a punto de perder, y si no perdió fue porque Jorge Córdoba, el único delantero neto que tuvo Gimnasia y Esgrima La Plata, estuvo con la pólvora mojada.

Por todo eso, el 0 a 0 se mantuvo inalterable hasta el pitazo final de Rafael Furchi.

¿Por qué no ganó River? Primero, por errores propios, como los cambios, algunos inexplicables, que Cappa realizó en el segundo tiempo, y también por la estupenda actuación de Gastón Sessa y el trabajo del resto de la defensa de Gimnasia, la cual, aún en los peores momentos, se mantuvo en pie.

Más allá del reparto de puntos, la frustración de los locales y la conformidad de la visita, a ninguno de los dos le sirve la unidad sumada este lunes, ya que tanto River como Gimnasia se mantienen en zona de promoción.

El primer tiempo fue netamente favorable a River, su dominio, especialmente en los primeros 35 minutos, fue tan claro que, en ese lapso, generó al menos ocho chances claras para marcar.

Y si River no abrió el marcador fue porque se encontró con el palo en dos ocasiones (ante remates de Rogelio Funes Mori y Erik Lamela), el travesaño en otra (tiro libre de Lamela) y con algunas buenas intervenciones de Gastón Sessa (especialmente en un mano a mano ante Adalberto Román).

River generó todo esto a partir de una buena tarea en conjunto y también gracias a buenas actuaciones individuales como las de Lamela; Ariel Ortega, quien mostró mucha movilidad y dio un buen par de pases (como uno que dejó a Funes Mori cara a cara con Sessa), y Funes Mori y Mariano Pavone, quienes aguantaron la pelota y supieron generarse espacios.

Gimnasia, mientras tanto, fue un equipo tibio, que pareció tener como única misión aguantar en el fondo y tirarle la pelota a Jorge Córdoba para generar algún peligro.

Y la mejor muestra de lo que fue Gimnasia en la primera parte, lo marcó el hecho de que su primera llegada sobre el arco de Juan Pablo Carrizo se produjo a los 30 minutos, a través de un remate de Hernán Encina, que el arquero de River contuvo sin problemas.

Pero como el fútbol suele dar alguna sorpresa, a los 44 minutos, Gimnasia pudo ponerse en ventaja si Carrizo no tapa un cabezazo a quemarropa de Córdoba.

La claridad que River tuvo en la primera parte, se diluyó en el complemento, y quizá la culpa lo tuvo un desacertado cambio de Cappa. El entrenador de River decidió hacer ingresar a Diego Buonanotte, quien no se adaptó a la posición de volante por izquierda, y sacar a uno de sus mejores hombres, Lamela.

Tampoco sirvió el ingreso de Facundo Affranchino porque el volante nunca fue la salida que el entrenador "millonario" imaginó.

Sin Lamela, River pedió profundidad y una vía de ataque que había dado resultados en la primera parte del partido, y eso favoreció, aún más, la tarea defensiva de Gimnasia.

Aún así, River dispuso de situaciones para quebrar el cero, como un remate de Buonanotte que se fue cerca del palo izquierdo, y dos disparos de Pavone.

Pero el correr del tiempo favoreció a Gimnasia. Mientras River moría en su impotencia, el equipo platense, a través del contraataque, dispuso de tres claras situaciones de gol, pero Córdoba falló el disparo final, y le perdonó la vida al equipo de Cappa.

La gente de River despidió a su equipo con algunos silbidos. La fiesta que imaginó en el comienzo nunca empezó y todo, incluso, pudo terminar peor, si Córdoba le hubiera acertado alguna vez al arco.

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