River se vino abajo
Buenos Aires, Olé
River pasó de un arranque que ilusionaba a estos seis partidos sin ganar: otra vez no jugó bien en el 1-1 vs. Racing. Cappa sacó a Ortega en el ST, no habló y hay impaciencia. Viene All Boys pero la gente piensa en el Súper: "Contra Boca tenemos que ganar...".
Doce de septiembre, más de 40 días atrás. En el mismo escenario, en el Monumental, ese día River le ganaba a Arsenal y sumaba 13 en el torneo. Y aunque pensaba en la Promo, también se ilusionaba con pelear arriba, claro. Pero no, fue una primaverita, ese arranque de campeonato con tres victorias al hilo. Ahora en Núñez no se aplaude como en aquellos días de ilusión, hoy la paciencia es otra, hoy las urgencias son otras, hoy Cappa no es el Angel romántico. Hoy Cappa, en medio de esta situación, ya no da conferencias, ya no quiere explicar, ya dijo que no quiere más polémicas, ya se va en silencio.
Más allá del técnico, la realidad es que River se vino abajo. Que mientras en las primeras seis fechas sumó 13, en las siguientes sólo cinco. Es decir que de los últimos seis partidos, sólo logró cinco empates y una derrota (en la 7° contra Newell's). Y lo concreto también es que el equipo no funciona, que no encuentra una línea de juego, que cambia y cambia... pero lo que no cambian son los resultados.
Cappa no repitió la formación a lo largo del torneo y con Racing volvió a mostrar una imagen pálida. También a un pálido Ortega, que debió irse expulsado por un codazo y salió en el entretiempo, que no debe estar nada contento con este momento. Está claro que el técnico no le encuentra la vuelta a la situación, los resultados no llegan y la gente se impacienta y presiona cada día más.
Con Racing, River arrancó abajo con aquel golazo de Gio Moreno (además de su talento, contó con la ayuda de Arano, de floja marca) y se mostró endeble. En el arranque del ST la metió Buonanotte a los 40 segundos y el viento estuvo un rato a favor, pareció que se venía la resurrección: el equipo pareció reaccionar y merodeó el arco de De Olivera, aunque ninguna clarísima, lo más peligroso fue un disparo de Pavone desde lejos. Fue un final apagado, con un punto en el bolsillo que suma en la tabla pero que en lo conceptual resta.
Desde el Apertura 08 que un técnico de River no estaba tantos partidos seguidos sin ganar, aquella vez estuvo 12, con Simeone. En el Apertura 09 fueron ocho juegos, pero entre dos entrenadores (cinco de Gorosito y tres de Astrada). Ahora van seis con Cappa y el Monumental ya no se llena de ilusión de Tiki Tiki como en el comienzo, sino de impaciencia. Con el equipo en Promo (a sólo tres de Huracán y cuatro de Tigre), ahora se viene All Boys pero la gente ya empezó a jugar un partido determinante que es el siguiente, que será en Núñez: "Contra Boca cueste lo que cueste, contra Boca tenemos que ganar".
River pasó de un arranque que ilusionaba a estos seis partidos sin ganar: otra vez no jugó bien en el 1-1 vs. Racing. Cappa sacó a Ortega en el ST, no habló y hay impaciencia. Viene All Boys pero la gente piensa en el Súper: "Contra Boca tenemos que ganar...".
Doce de septiembre, más de 40 días atrás. En el mismo escenario, en el Monumental, ese día River le ganaba a Arsenal y sumaba 13 en el torneo. Y aunque pensaba en la Promo, también se ilusionaba con pelear arriba, claro. Pero no, fue una primaverita, ese arranque de campeonato con tres victorias al hilo. Ahora en Núñez no se aplaude como en aquellos días de ilusión, hoy la paciencia es otra, hoy las urgencias son otras, hoy Cappa no es el Angel romántico. Hoy Cappa, en medio de esta situación, ya no da conferencias, ya no quiere explicar, ya dijo que no quiere más polémicas, ya se va en silencio.
Más allá del técnico, la realidad es que River se vino abajo. Que mientras en las primeras seis fechas sumó 13, en las siguientes sólo cinco. Es decir que de los últimos seis partidos, sólo logró cinco empates y una derrota (en la 7° contra Newell's). Y lo concreto también es que el equipo no funciona, que no encuentra una línea de juego, que cambia y cambia... pero lo que no cambian son los resultados.
Cappa no repitió la formación a lo largo del torneo y con Racing volvió a mostrar una imagen pálida. También a un pálido Ortega, que debió irse expulsado por un codazo y salió en el entretiempo, que no debe estar nada contento con este momento. Está claro que el técnico no le encuentra la vuelta a la situación, los resultados no llegan y la gente se impacienta y presiona cada día más.
Con Racing, River arrancó abajo con aquel golazo de Gio Moreno (además de su talento, contó con la ayuda de Arano, de floja marca) y se mostró endeble. En el arranque del ST la metió Buonanotte a los 40 segundos y el viento estuvo un rato a favor, pareció que se venía la resurrección: el equipo pareció reaccionar y merodeó el arco de De Olivera, aunque ninguna clarísima, lo más peligroso fue un disparo de Pavone desde lejos. Fue un final apagado, con un punto en el bolsillo que suma en la tabla pero que en lo conceptual resta.
Desde el Apertura 08 que un técnico de River no estaba tantos partidos seguidos sin ganar, aquella vez estuvo 12, con Simeone. En el Apertura 09 fueron ocho juegos, pero entre dos entrenadores (cinco de Gorosito y tres de Astrada). Ahora van seis con Cappa y el Monumental ya no se llena de ilusión de Tiki Tiki como en el comienzo, sino de impaciencia. Con el equipo en Promo (a sólo tres de Huracán y cuatro de Tigre), ahora se viene All Boys pero la gente ya empezó a jugar un partido determinante que es el siguiente, que será en Núñez: "Contra Boca cueste lo que cueste, contra Boca tenemos que ganar".