Real Madrid alcanzó la punta de la Liga española


Málaga, As
El Real Madrid ha navegado en los primeros dos meses de competición entre dudas, críticas y desconfianza por su juego y por lo que se intuye, por esa forma de entender este deporte y su profesión que tiene José Mourinho. Pero llegados a este punto del debate, un debate eterno que sólo acabará cuando termine la Liga, el Madrid es líder de Primera. Eso sí, pendiente de lo que haga el Villarreal el próximo lunes. Quienes encuentran todo tipo de justificación y consuelo en la clasificación, en los números, considerarán impecable la trayectoria de este Madrid. Pero quien se anime a rascar bajo esa coraza, que cada día será más impenetrable, exigirán más a este equipo, un juego con más brillo. Pedirán que el Madrid se parezca más a Özil que a Khedira.

El triunfo del Madrid en Málaga fue incuestionable. Administró los tiempos del partido a su antojo, salvo un pequeño desliz después del gol encajado, y aunque el choque estuvo lejos del jolgorio que disfrutó el madridismo una jornada atrás contra el Deportivo, el equipo rindió a un nivel alto en ataque. Se vio al Cristiano más solidario de la temporada, goleador y asistente, generoso con Higuaín, que también hizo doblete como el portugués. Y a la misma altura que ellos, e incluso superior por momentos, estuvo Özil. El juego del Madrid crecerá a la misma velocidad que lo haga el del talentoso futbolista alemán. Entre los tres han situado como líder a Mourinho. Hubo tiempo también para el indulto de Pedro León. Ahora, todo es felicidad.

El contundente marcador final refleja la enorme distancia que hay entre los dos equipos. El Madrid controló el partido de forma muy profesional, con oficio e incluso algo de arte. Pinceladas de Özil, Cristiano o Di María en medio del orden impuesto por Mourinho y gestionado de forma impecable por Xabi Alonso, cerebro y alma de este equipo. Hasta a Khedira se le vio más animado que de costumbre y aprovechó para mostrarse en ataque. Dejó su firma en un potente disparo al larguero y se le vio pisando ese territorio desconocido que ha sido para él hasta ahora el área rival.

Y por delante de todos ellos el hombre que justifica todo el trabajo, Gonzalo Higuaín, que responde a las críticas y a las dudas con goles, el mejor argumento para defender su puesto de trabajo. Avisó en el minuto 20 con un remate al poste y diez después firmó el primero de la noche. Gran pase de Cristiano y sutil remate de Higuaín, con precisión de cirujano. El remate del argentino fue un inteligente pase a la red.

Quedó algo aturdido el Málaga con el tanto, pero no tardó en espabilarse. Es un conjunto bien estructurado tácticamente, muy interesante en posiciones de ataque, con el velocísimo Quincy o el venezolano Rondón, un futbolista tan hábil como fuerte, rápido, formidable rematador y que si no se despista está para grandes cosas. Muy diferente es en defensa este equipo que está intentando construir Jesualdo Ferreira. Y es que muestra en la zaga una falta de consistencia que arruina todo lo bueno que es capaz de construir cuando tiene el balón.

Cualquier esperanza que tuviera el Málaga se desvaneció poco antes de entrar en los vestuarios. Una buena jugada de Özil, que se deshizo con enorme facilidad de Welligton mientras avanzaba con la cabeza levantada, oteando el horizonte, como hacen los grandes futbolistas de verdad, la culminó Cristiano. La voracidad goleadora del portugués no se calmó en el descanso y dio un nuevo bocado al Málaga al poco de la reanudación. Transformó Cristiano un penalti cometido por Edu Ramos a Özil. Un penalti tan absurdo como innecesario, porque Özil caminaba hacia fuera del área.

Alivió algo el golpe el Málaga con el tanto de Kris, nacido de un córner sacado por Luque y pésimamente defendido por el Madrid, para disgusto de Casillas y seguramente de Mourinho.

El despiste de esa acción le duró unos minutos más al Madrid, que logró reconducir la situación hasta elevar de nuevo a tres goles la distancia en el marcador. El cuarto llevó la firma de Higuaín, a pase de Cristiano.

Los 25 minutos que restaban para el final los aprovechó Mourinho para recuperar a Pedro León; dar una nueva oportunidad a Benzema, que en el escaso tiempo que estuvo sobre el campo falló una ocasión increíble; y para que el madridismo no se olvide de que el pasado verano, entre tanto fichaje, aterrizó en el Bernabéu Sergio Canales.

Málaga CF: Galatto; Gámez, Weligton, Kris Staadsgaards, Mtiliga; Fernando (Sandro Silva, m. 67), Apoño (Portillo, m. 77), Juanito; Quincy, Rondón y Edu Ramos (Luque, m. 51).

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Carvalho, Marcelo; Di María (Pedro León, m. 69), Xavi Alonso, Khedira, Cristiano Ronaldo; Ozil (Canales, m. 81) e Higuaín (Benzema, m. 73).

Goles: 0-1, M.30: Higuaín. 0-2, M. 44: Ronaldo. 0-3, M. 49: Ronaldo (p). 1-3, M. 54: Stadsgaards. 1-4, M. 64: Higuaín.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Edu Ramos (m.36), Gámez (m. 45), Arnau (m.45), Luque (m. 45) y Fernando (m. 61), y a los jugadores del Real Madrid Khedira (m. 15), Pepe (m. 45), Arbeloa (m. 59) y Canales (m. 89).

Incidencias: partido correspondiente a la séptima jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante 30.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador del Atlético Madrid Juan Carlos Arteche, y del ex secretario general de la Real Federación Española Agustí.

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