Pakistán mantiene el bloqueo a la OTAN, que sufre un nuevo ataque insurgente
Islamabad, Agencias
En pleno deterioro de sus relaciones con EEUU por sus acciones en la frontera, Pakistán sigue bloqueando el paso a Afganistán de los camiones de suministro de la OTAN, que han sufrido varios ataques insurgentes estos días, los últimos dos hoy.
Por la mañana, a las 6.00 horas locales (1.00 GMT), varios hombres armados que iban en motocicletas abrieron fuego contra unos 35 vehículos de la OTAN estacionados en una zona periférica del sur de la ciudad de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán (suroeste), informó a Efe una fuente policial.
De acuerdo con esta versión, un conductor perdió la vida en el suceso y 25 camiones cisterna de la OTAN sufrieron desperfectos: 11 de los vehículos quedaron totalmente calcinados, mientras que en los 14 restantes los daños se limitaron a la cabina.
Tiempo después, en torno a las 21.40 horas locales (16.40 GMT), unos insurgentes lanzaron un segundo ataque en la localidad de Khairabad, situada en el distrito noroccidental de Nowshera, en el que al menos otros 30 vehículos cisterna fueron destruidos, dijo a Efe otra fuente policial.
Además de varios asaltos menores, con las acciones de hoy son cuatro los ataques de gran envergadura que han tenido lugar durante la última semana en Pakistán, el mismo tiempo que dura ya el bloqueo por parte de las autoridades paquistaníes del principal paso hacia Afganistán para los camiones de la OTAN por tensiones con EEUU.
La mayor parte de los suministros militares, de combustible o comida -en torno al 80 por ciento- para las fuerzas internacionales desplegadas en el país vecino llega a través de Pakistán y lo hace fundamentalmente por el paso de Khyber (noroeste), ahora cerrado.
Debido a este bloqueo, hasta 6.000 vehículos de la Alianza Atlántica se encuentran parados en distintos puntos del país, según fuentes del sector citadas por el canal privado "Express TV".
Las relaciones entre Islamabad y Washington se complicaron a raíz de varias incursiones recientes de helicópteros de combate de la OTAN en territorio paquistaní, una de los cuales acabó con la vida de dos soldados de Pakistán -inicialmente el mando militar dijo tres pero uno sólo estaba herido- la semana pasada.
Estas inusuales incursiones, sobre las que se ha abierto una investigación y la OTAN ha pedido disculpas, llegaron tras una ola en septiembre de una veintena de ataques con misiles de aviones no tripulados estadounidenses en las regiones tribales de Pakistán, la mayoría en Waziristán del Norte, algo habitual durante los últimos meses, pero no con tanta asiduidad.
En esta demarcación tiene su base una de las facciones más radicales de los talibanes afganos, la conocida como "red Haqqani", y EEUU quiere que el Ejército paquistaní lance una operación contra ella.
Islamabad se resiste a ello y alega que sus tropas ya están enfrascadas en varias ofensivas y en tareas de asistencia a los afectados por las inundaciones.
En medio de esta escalada, Washington alertó de un complot terrorista de Al Qaeda contra objetivos en países europeos como Francia, Reino Unido y Alemania, a lo que siguió la supuesta muerte de entre cuatro y ocho islamistas alemanes en un ataque de un avión espía en Waziristán del Norte.
Según diversos analistas y fuentes de inteligencia consultados por Efe, la cadena de sucesos refleja la "fragilidad" de la situación en la región, donde EEUU "ha pisado el acelerador porque se le acaba el tiempo", ya que quiere abandonar pronto Afganistán, mientras que Pakistán no coincide plenamente con su agenda.
"Al final el que se va a quedar aquí y va a tener que lidiar con esta gente (la insurgencia) es Pakistán. ¿Para qué vamos a atacar en Waziristán del Norte si esas facciones talibanes no crean problemas en nuestro territorio?", expuso a Efe una fuente de los servicios secretos paquistaníes (ISI).
Para una fuente de seguridad occidental, la tensión actual "es más ruido de cara a la galería" que un severo deterioro de las relaciones, aunque es indicativa de las "grandes diferencias" en la estrategia regional, no sólo entre estos dos países sino también en el seno de la OTAN y sus distintos miembros.
"El bloqueo a los camiones con suministros no puede durar mucho tiempo. Pakistán recibe enormes cantidades de dinero, material militar, y las rutas alternativas (a través de Asia Central) serían más costosas" para los aliados, zanjó a Efe esta fuente.
Mientras, el portavoz del Ejército paquistaní, Athar Abbas, aseguró hoy a Efe que "hay progresos" en las conversaciones entre Pakistán, EEUU y la OTAN y "pronto habrá una solución", en referencia a la reapertura del tráfico de suministros.
"Éste es sólo un incidente sobre el que estamos recopilando los detalles. Quizás esta misma noche tengamos la solución", subrayó.
En pleno deterioro de sus relaciones con EEUU por sus acciones en la frontera, Pakistán sigue bloqueando el paso a Afganistán de los camiones de suministro de la OTAN, que han sufrido varios ataques insurgentes estos días, los últimos dos hoy.
Por la mañana, a las 6.00 horas locales (1.00 GMT), varios hombres armados que iban en motocicletas abrieron fuego contra unos 35 vehículos de la OTAN estacionados en una zona periférica del sur de la ciudad de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán (suroeste), informó a Efe una fuente policial.
De acuerdo con esta versión, un conductor perdió la vida en el suceso y 25 camiones cisterna de la OTAN sufrieron desperfectos: 11 de los vehículos quedaron totalmente calcinados, mientras que en los 14 restantes los daños se limitaron a la cabina.
Tiempo después, en torno a las 21.40 horas locales (16.40 GMT), unos insurgentes lanzaron un segundo ataque en la localidad de Khairabad, situada en el distrito noroccidental de Nowshera, en el que al menos otros 30 vehículos cisterna fueron destruidos, dijo a Efe otra fuente policial.
Además de varios asaltos menores, con las acciones de hoy son cuatro los ataques de gran envergadura que han tenido lugar durante la última semana en Pakistán, el mismo tiempo que dura ya el bloqueo por parte de las autoridades paquistaníes del principal paso hacia Afganistán para los camiones de la OTAN por tensiones con EEUU.
La mayor parte de los suministros militares, de combustible o comida -en torno al 80 por ciento- para las fuerzas internacionales desplegadas en el país vecino llega a través de Pakistán y lo hace fundamentalmente por el paso de Khyber (noroeste), ahora cerrado.
Debido a este bloqueo, hasta 6.000 vehículos de la Alianza Atlántica se encuentran parados en distintos puntos del país, según fuentes del sector citadas por el canal privado "Express TV".
Las relaciones entre Islamabad y Washington se complicaron a raíz de varias incursiones recientes de helicópteros de combate de la OTAN en territorio paquistaní, una de los cuales acabó con la vida de dos soldados de Pakistán -inicialmente el mando militar dijo tres pero uno sólo estaba herido- la semana pasada.
Estas inusuales incursiones, sobre las que se ha abierto una investigación y la OTAN ha pedido disculpas, llegaron tras una ola en septiembre de una veintena de ataques con misiles de aviones no tripulados estadounidenses en las regiones tribales de Pakistán, la mayoría en Waziristán del Norte, algo habitual durante los últimos meses, pero no con tanta asiduidad.
En esta demarcación tiene su base una de las facciones más radicales de los talibanes afganos, la conocida como "red Haqqani", y EEUU quiere que el Ejército paquistaní lance una operación contra ella.
Islamabad se resiste a ello y alega que sus tropas ya están enfrascadas en varias ofensivas y en tareas de asistencia a los afectados por las inundaciones.
En medio de esta escalada, Washington alertó de un complot terrorista de Al Qaeda contra objetivos en países europeos como Francia, Reino Unido y Alemania, a lo que siguió la supuesta muerte de entre cuatro y ocho islamistas alemanes en un ataque de un avión espía en Waziristán del Norte.
Según diversos analistas y fuentes de inteligencia consultados por Efe, la cadena de sucesos refleja la "fragilidad" de la situación en la región, donde EEUU "ha pisado el acelerador porque se le acaba el tiempo", ya que quiere abandonar pronto Afganistán, mientras que Pakistán no coincide plenamente con su agenda.
"Al final el que se va a quedar aquí y va a tener que lidiar con esta gente (la insurgencia) es Pakistán. ¿Para qué vamos a atacar en Waziristán del Norte si esas facciones talibanes no crean problemas en nuestro territorio?", expuso a Efe una fuente de los servicios secretos paquistaníes (ISI).
Para una fuente de seguridad occidental, la tensión actual "es más ruido de cara a la galería" que un severo deterioro de las relaciones, aunque es indicativa de las "grandes diferencias" en la estrategia regional, no sólo entre estos dos países sino también en el seno de la OTAN y sus distintos miembros.
"El bloqueo a los camiones con suministros no puede durar mucho tiempo. Pakistán recibe enormes cantidades de dinero, material militar, y las rutas alternativas (a través de Asia Central) serían más costosas" para los aliados, zanjó a Efe esta fuente.
Mientras, el portavoz del Ejército paquistaní, Athar Abbas, aseguró hoy a Efe que "hay progresos" en las conversaciones entre Pakistán, EEUU y la OTAN y "pronto habrá una solución", en referencia a la reapertura del tráfico de suministros.
"Éste es sólo un incidente sobre el que estamos recopilando los detalles. Quizás esta misma noche tengamos la solución", subrayó.