Mourinho ya habría dado luz verde a la venta de Kaká al Inter
Madrid, As
Aunque su imagen y su recuerdo se hayan diluido en este nuevo y esperanzador Real Madrid , Kaká aún sigue siendo jugador del equipo blanco, aunque puede que por poco tiempo.
Hace meses se conocía de forma oficiosa que el Inter de Milán intentará fichar al jugador brasileño en el próximo mercado invernal; su técnico Rafa Benítez y el presidente Maximo Moratti dieron el visto bueno a la operación y acordaron iniciar las negociaciones con el Real Madrid con el objetivo de que Kaká pueda incorporarse a la plantilla interista en el mes de enero.
Al margen de la decisión final del jugador, el gran obstáculo que debía superar el Inter era José Mourinho , comandante en jefe del nuevo Real Madrid, en el que el técnico portugués se ha ganado a pulso ejercer el control absoluto sobre las decisiones deportivas y el futuro de sus jugadores.
Según los medios italianos, este escollo ya estaría solventado y Mourinho habría dado luz verde a la venta del brasileño, es decir, que los clubes ya tendrían el permiso de Mou para negociar el traspaso del jugador, quien a su vez habría confirmado a sus agentes su disposición a jugar en el equipo interista.
Desde su llegada al Real Madrid en el verano de 2009 la figura de Kaká se ha difuminado entre un mar de lesiones y serias dudas sobre su rendimiento. En su primer año su mala condición física y las lesiones lastraron su juego, un guión que se está repitiendo en el arranque de esta nueva temporada; Kaká aún no ha debutado de manera oficial debido, nuevamente, a los problemas físicos -agravados por su participación en el Mundial de Sudáfrica-, pero la llegada de Mourinho y, sobre todo, de fichajes como el de Mesut Özil han contribuido a disipar casi de un modo definitivo su recuerdo.
La feliz irrupción del futbolista alemán ha enterrado por completo la figura de Kaká, que desde el gimnasio asiste a la eclosión del nuevo ídolo del Bernabéu. La realidad es tan amarga con el brasileño que el regreso a Milán puede ofrecerle la vía de escape que necesita, aunque también es cierto que el Real Madrid arriesgará mucho si finalmente aprueba su traspaso.
Mourinho ha encontrado en Özil el canalizador que necesitaba el ataque, un jugador talentoso capaz de abrir las defensas rivales y descubrir huecos, pero no es menos cierto que será difícil que el alemán, que ya ha avisado de su intermitencia, pueda aguantar a este nivel toda la temporada. Si eso ocurre, la vuelta de kaká al equipo a partir de enero se antoja clave para afrontar la recta final de la temporada con opción de levantar algún título.
Mourinho y el jugador tienen la última palabra, pero todo indica que su carrera deriva nuevamente hacia San Siro, aunque esta vez con la camiseta neroazzurra.
Aunque su imagen y su recuerdo se hayan diluido en este nuevo y esperanzador Real Madrid , Kaká aún sigue siendo jugador del equipo blanco, aunque puede que por poco tiempo.
Hace meses se conocía de forma oficiosa que el Inter de Milán intentará fichar al jugador brasileño en el próximo mercado invernal; su técnico Rafa Benítez y el presidente Maximo Moratti dieron el visto bueno a la operación y acordaron iniciar las negociaciones con el Real Madrid con el objetivo de que Kaká pueda incorporarse a la plantilla interista en el mes de enero.
Al margen de la decisión final del jugador, el gran obstáculo que debía superar el Inter era José Mourinho , comandante en jefe del nuevo Real Madrid, en el que el técnico portugués se ha ganado a pulso ejercer el control absoluto sobre las decisiones deportivas y el futuro de sus jugadores.
Según los medios italianos, este escollo ya estaría solventado y Mourinho habría dado luz verde a la venta del brasileño, es decir, que los clubes ya tendrían el permiso de Mou para negociar el traspaso del jugador, quien a su vez habría confirmado a sus agentes su disposición a jugar en el equipo interista.
Desde su llegada al Real Madrid en el verano de 2009 la figura de Kaká se ha difuminado entre un mar de lesiones y serias dudas sobre su rendimiento. En su primer año su mala condición física y las lesiones lastraron su juego, un guión que se está repitiendo en el arranque de esta nueva temporada; Kaká aún no ha debutado de manera oficial debido, nuevamente, a los problemas físicos -agravados por su participación en el Mundial de Sudáfrica-, pero la llegada de Mourinho y, sobre todo, de fichajes como el de Mesut Özil han contribuido a disipar casi de un modo definitivo su recuerdo.
La feliz irrupción del futbolista alemán ha enterrado por completo la figura de Kaká, que desde el gimnasio asiste a la eclosión del nuevo ídolo del Bernabéu. La realidad es tan amarga con el brasileño que el regreso a Milán puede ofrecerle la vía de escape que necesita, aunque también es cierto que el Real Madrid arriesgará mucho si finalmente aprueba su traspaso.
Mourinho ha encontrado en Özil el canalizador que necesitaba el ataque, un jugador talentoso capaz de abrir las defensas rivales y descubrir huecos, pero no es menos cierto que será difícil que el alemán, que ya ha avisado de su intermitencia, pueda aguantar a este nivel toda la temporada. Si eso ocurre, la vuelta de kaká al equipo a partir de enero se antoja clave para afrontar la recta final de la temporada con opción de levantar algún título.
Mourinho y el jugador tienen la última palabra, pero todo indica que su carrera deriva nuevamente hacia San Siro, aunque esta vez con la camiseta neroazzurra.