Morales destaca la lucha popular como eje de la democracia en Bolivia
Cobija, Abi
El presidente Evo Morales destacó la lucha popular como eje y motor de la restauración democrática hace 28 años y honró la memoria de los caídos durante la 18 años de resistencia a los gobiernos militares de facto entre 1964 y 1982 en Bolivia, durante un discurso el lunes en la ciudad septentrional de Cobija.
"Esta democracia no es regalo de nadie, es la lucha del pueblo boliviano, es la lucha de muchos sectores sociales con muertos y heridos", afirmó el mandatario en un discurso enmarcado en la conmemoración de los 108 de la batalla de Bahía, que terminó con sentar la soberanía de Bolivia sobre el entonces Territorio de Colonias, hoy departamento Pando.
El mandatario repasó los 18 años que precedieron a la restauración democrática de 1982, caracterizados por recurrentes cuartelazos en Bolivia y advirtió que una nueva oleada se asonadas se proyecta contra los gobiernos progresistas en la región.
"Pasaron 28 años del retorno de la democracia. Antes tantos golpes de Estado, dictaduras militares, pero todavía en este nuevo milenio intentan en algunos países de Latinoamérica (derrocar), especialmente a los países con presidentes, con gobiernos de tendencia anticapitalista, antiimperialista y anticolonial", sostuvo.
Morales citó, como paradigmático, el tipo de democracia que configura su gobierno, fundado en la equidad y la distribución equilibrada, entre los más carenciados y sectores sociales más vulnerables, del excedente estatal.
"Esa es la democracia que profundizamos bajo una revolución democrática y cultural, y ¿por qué cultural?, con la inclusión de los sectores históricamente abandonados, marginados, excluidos, ignorados, hasta en algunos tiempos condenados al exterminio que son el movimiento indígena campesino y originario", afirmó.
Morales pidió no perder la memoria histórica de la vida política boliviana en que, dijo, los gobiernos progresistas siempre estuvieron en la mira de poderes foráneos que se valieron de las jerarquías militares para sembrar la inestabilidad y colocar administraciones liberales contrarias al interés nacional.
El presidente Evo Morales destacó la lucha popular como eje y motor de la restauración democrática hace 28 años y honró la memoria de los caídos durante la 18 años de resistencia a los gobiernos militares de facto entre 1964 y 1982 en Bolivia, durante un discurso el lunes en la ciudad septentrional de Cobija.
"Esta democracia no es regalo de nadie, es la lucha del pueblo boliviano, es la lucha de muchos sectores sociales con muertos y heridos", afirmó el mandatario en un discurso enmarcado en la conmemoración de los 108 de la batalla de Bahía, que terminó con sentar la soberanía de Bolivia sobre el entonces Territorio de Colonias, hoy departamento Pando.
El mandatario repasó los 18 años que precedieron a la restauración democrática de 1982, caracterizados por recurrentes cuartelazos en Bolivia y advirtió que una nueva oleada se asonadas se proyecta contra los gobiernos progresistas en la región.
"Pasaron 28 años del retorno de la democracia. Antes tantos golpes de Estado, dictaduras militares, pero todavía en este nuevo milenio intentan en algunos países de Latinoamérica (derrocar), especialmente a los países con presidentes, con gobiernos de tendencia anticapitalista, antiimperialista y anticolonial", sostuvo.
Morales citó, como paradigmático, el tipo de democracia que configura su gobierno, fundado en la equidad y la distribución equilibrada, entre los más carenciados y sectores sociales más vulnerables, del excedente estatal.
"Esa es la democracia que profundizamos bajo una revolución democrática y cultural, y ¿por qué cultural?, con la inclusión de los sectores históricamente abandonados, marginados, excluidos, ignorados, hasta en algunos tiempos condenados al exterminio que son el movimiento indígena campesino y originario", afirmó.
Morales pidió no perder la memoria histórica de la vida política boliviana en que, dijo, los gobiernos progresistas siempre estuvieron en la mira de poderes foráneos que se valieron de las jerarquías militares para sembrar la inestabilidad y colocar administraciones liberales contrarias al interés nacional.