Messi se recrea en La Romareda
El año pasado, el argentino hizo tres goles y provocó un penalti en el feudo zaragozista. Éste, le bastó con dos tantos, los de la victoria. El Zaragoza, que se quedó con diez por expulsión de Ponzio, se hunde en la tabla y el Barcelona, con cuatro triunfos de cuatro partidos a domicilio, aviva la lucha por el liderato.
Zaragoza, As
Había hoy un temor tácito en La Romareda, por ser colistas y por quien veían enfrente. Así se leía en el gesto de la afición y se sentía en los cimientos del propio estadio, que se tambalearon el 21 de marzo de este mismo año. Sólo habían pasado unos meses de la última visita del FC Barcelona y en la mente de los zaragozistas aún persistía el recuerdo de un celestial Messi que aquel día se exhibió logrando tres goles y provocando un penalti que cedió a su deprimido (por entonces) compañero Zlatan Ibrahimovic (2-4). Volvió locos a los defensas y volvió loco a José Aurelio Gay. El técnico madrileño, condicionado por aquella pesadilla 'messidiana', edificó hoy una muralla alrededor de Doblas, pero se olvidó de cerrar los portones. Tardó 41 minutos el Barcelona en darse cuenta y Leo Messi, que no entiende de alturas ni de ansiedades, atacó por tierra para desmontar con una carrera el entramado maño.
En ese minuto, el 41, los tres gigantones de Gay: Lanzaro, Contini y Jarosik, se lanzaron mecanizados a por David Villa, descuidando su espalda y su misión, que era parar a Messi. El ex del Zaragoza abrió un canal por el centro del tabique maño, que aprovechó el argentino. Una vez que Messi pudo encarar por primera vez a Toni Doblas, la Pulga no falló: su disparo burló por abajo la mano derecha del meta y destrozó el plan de Gay, al que le faltaron 4 minutos para llegar impune al descanso.
Antes del golpe, el Zaragoza había resistido el mismo disparo de Messi que condenó al Copenhague (min. 7); y luego otra volea corta del propio argentino (13'). Doblas parecía por entonces imbatible, ante Messi y ante Villa, que también lo intentó con un tiro raso y cruzado (min.28). Los maños, resistieron incluso una contra perfecta lanzada por Iniesta, continuada por Villa y fallada por Pedro. Sólo un defensa, Jarosik, permanecía al resguardo de Doblas en esa jugada. Todo ello fue en una primera parte en la que el equipo local también asustó, menos, pero asustó. Sobre todo al principio, con un Lafita entonado por la sorpresa de su titularidad (se lesionó Sinama en el calentamiento). Pero no tuvo la colaboración de Braulio, ni de nadie. El Zaragoza no supo aprovechar tampoco un doble fallo en la salida de balón de Abidal y Busquets y ahí se limitaron sus opciones. Por el gol de Messi y por la absurdez de Ponzio. En la reanudación, el mediocentro argentino manoteó por detrás a Alves, que cayó redondo. Pérez Lasa, aconsejado por su asistente, expulsó con roja directa al argentino que protestó la teatralidad del lateral brasileño, y se allanó aún más el camino de los de Pep.
El Barcelona volvió a disimular un día más la ausencia de Xavi (lesión crónica en el tendón de Aquiles). Preocupa que el catalán esté sólo para algunos partidos, por lo menos por ahora. Si ante el Copenhague, Guardiola recurrió al doble pivote (Busquets-Mascherano) con Maxwell en banda izquierda, esta vez el centro lo ocuparon Busquets y Keita, (éste último con más libertad), con Iniesta haciendo de Xavi y Pedro en la banda izquierda. La derecha quedó para Alves, que se basta y se sobra. La novedad táctica fue la posición de Messi, lejos de la banda, y actuando como segundo delantero por detrás de Villa. Ahí ganó el Barcelona al Zaragoza. Se ejemplificó en el primer gol y se repitió en el segundo (65'). Solo, en el área, Messi fusiló tras el inocente pase de rodilla de Jarosik. Antes había despejado Doblas un remate de Keita y luego de Iniesta (salió ovacionado, después).
Y así murió un partido que se presumía con más historia. El Zaragoza, como el año pasado a estas alturas, huele a carne de Segunda y queda a expensas de otro milagro salvador. El Barcelona reconstruye moral, si es que estaba tocada, y vence sin necesidad de forzar la maquina. Ni siquiera quiso malgastar esfuerzo en recuperar su mejor juego. Tampoco llegó ese gol que necesita Villa para alejar las dudas, propias o ajenas. Parece gafado y hoy hizo su primer gesto de desesperación tras lanzar al palo en el 87'. Ya habrá tiempo y partidos para recuperar sensaciones, individuales y colectivas.
Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Lanzaro, Contini (Jorge López, min.61), Obradovic; Gabi, Ponzio, Ander Herrera (Marco Pérez, min.61); Braulio y Lafita (Boutahar, min.76).
Barcelona: Valdés; Puyol, Piqué, Abidal; Alves, Busquets(Mascherano, min.87), Keita, Messi; Pedro (Bojan, min.73), Villa e Iniesta (Thiago, min.71).
Goles: 0-1. min.42. Messi; 0-2. min.66. Messi.
Árbitro: Pérez Lasa, del Comité Vasco. Expulsó, con tarjeta roja directa al zaragocista Ponzio (min.47) y al segundo entrenador, Nayim (min.85). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Lanzaro, Gabi, Lafita, Braulio y Ponzio y al visitante Piqué.
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 26.000 espectadores
Zaragoza, As
Había hoy un temor tácito en La Romareda, por ser colistas y por quien veían enfrente. Así se leía en el gesto de la afición y se sentía en los cimientos del propio estadio, que se tambalearon el 21 de marzo de este mismo año. Sólo habían pasado unos meses de la última visita del FC Barcelona y en la mente de los zaragozistas aún persistía el recuerdo de un celestial Messi que aquel día se exhibió logrando tres goles y provocando un penalti que cedió a su deprimido (por entonces) compañero Zlatan Ibrahimovic (2-4). Volvió locos a los defensas y volvió loco a José Aurelio Gay. El técnico madrileño, condicionado por aquella pesadilla 'messidiana', edificó hoy una muralla alrededor de Doblas, pero se olvidó de cerrar los portones. Tardó 41 minutos el Barcelona en darse cuenta y Leo Messi, que no entiende de alturas ni de ansiedades, atacó por tierra para desmontar con una carrera el entramado maño.
En ese minuto, el 41, los tres gigantones de Gay: Lanzaro, Contini y Jarosik, se lanzaron mecanizados a por David Villa, descuidando su espalda y su misión, que era parar a Messi. El ex del Zaragoza abrió un canal por el centro del tabique maño, que aprovechó el argentino. Una vez que Messi pudo encarar por primera vez a Toni Doblas, la Pulga no falló: su disparo burló por abajo la mano derecha del meta y destrozó el plan de Gay, al que le faltaron 4 minutos para llegar impune al descanso.
Antes del golpe, el Zaragoza había resistido el mismo disparo de Messi que condenó al Copenhague (min. 7); y luego otra volea corta del propio argentino (13'). Doblas parecía por entonces imbatible, ante Messi y ante Villa, que también lo intentó con un tiro raso y cruzado (min.28). Los maños, resistieron incluso una contra perfecta lanzada por Iniesta, continuada por Villa y fallada por Pedro. Sólo un defensa, Jarosik, permanecía al resguardo de Doblas en esa jugada. Todo ello fue en una primera parte en la que el equipo local también asustó, menos, pero asustó. Sobre todo al principio, con un Lafita entonado por la sorpresa de su titularidad (se lesionó Sinama en el calentamiento). Pero no tuvo la colaboración de Braulio, ni de nadie. El Zaragoza no supo aprovechar tampoco un doble fallo en la salida de balón de Abidal y Busquets y ahí se limitaron sus opciones. Por el gol de Messi y por la absurdez de Ponzio. En la reanudación, el mediocentro argentino manoteó por detrás a Alves, que cayó redondo. Pérez Lasa, aconsejado por su asistente, expulsó con roja directa al argentino que protestó la teatralidad del lateral brasileño, y se allanó aún más el camino de los de Pep.
El Barcelona volvió a disimular un día más la ausencia de Xavi (lesión crónica en el tendón de Aquiles). Preocupa que el catalán esté sólo para algunos partidos, por lo menos por ahora. Si ante el Copenhague, Guardiola recurrió al doble pivote (Busquets-Mascherano) con Maxwell en banda izquierda, esta vez el centro lo ocuparon Busquets y Keita, (éste último con más libertad), con Iniesta haciendo de Xavi y Pedro en la banda izquierda. La derecha quedó para Alves, que se basta y se sobra. La novedad táctica fue la posición de Messi, lejos de la banda, y actuando como segundo delantero por detrás de Villa. Ahí ganó el Barcelona al Zaragoza. Se ejemplificó en el primer gol y se repitió en el segundo (65'). Solo, en el área, Messi fusiló tras el inocente pase de rodilla de Jarosik. Antes había despejado Doblas un remate de Keita y luego de Iniesta (salió ovacionado, después).
Y así murió un partido que se presumía con más historia. El Zaragoza, como el año pasado a estas alturas, huele a carne de Segunda y queda a expensas de otro milagro salvador. El Barcelona reconstruye moral, si es que estaba tocada, y vence sin necesidad de forzar la maquina. Ni siquiera quiso malgastar esfuerzo en recuperar su mejor juego. Tampoco llegó ese gol que necesita Villa para alejar las dudas, propias o ajenas. Parece gafado y hoy hizo su primer gesto de desesperación tras lanzar al palo en el 87'. Ya habrá tiempo y partidos para recuperar sensaciones, individuales y colectivas.
Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Lanzaro, Contini (Jorge López, min.61), Obradovic; Gabi, Ponzio, Ander Herrera (Marco Pérez, min.61); Braulio y Lafita (Boutahar, min.76).
Barcelona: Valdés; Puyol, Piqué, Abidal; Alves, Busquets(Mascherano, min.87), Keita, Messi; Pedro (Bojan, min.73), Villa e Iniesta (Thiago, min.71).
Goles: 0-1. min.42. Messi; 0-2. min.66. Messi.
Árbitro: Pérez Lasa, del Comité Vasco. Expulsó, con tarjeta roja directa al zaragocista Ponzio (min.47) y al segundo entrenador, Nayim (min.85). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Lanzaro, Gabi, Lafita, Braulio y Ponzio y al visitante Piqué.
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 26.000 espectadores