Los ministros del G-20 buscan un acuerdo contra las devaluaciones proteccionistas
Gyeongju, El País
Los ministros de Finanzas del G20 han empezado hoy en la ciudad surcoreana de Gyeongju una reunión de dos días que busca poner freno a la guerra de divisas y acercar las posturas de las economías emergentes y las ricas para no poner en riesgo la recuperación. Antes de la cita, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ha sido el primero en revelar cuál va a ser la postura de su país en una carta que ha enviado a sus colegas. En la misiva, Geithner les pide, por una parte, que rehúsen a devaluar sus monedas "para obtener competitividad" y aboga por tratar de acordar tipos estables de cambio.
Por otro lado, aunque la medida también supone una forma indirecta de actuar contra las tensiones en el mercado de divisas, se ha mostrado a favor de introducir límites a los desequilibrios en las balanzas comerciales de los países ya sea en positivo -superávit- o negativo -déficit-.
Algunos mercados emergentes del G20 "con divisas significativamente devaluadas pero con reservas adecuadas necesitan permitir que sus tipos de cambio se ajusten a los niveles que son consecuentes con sus fundamentos económicos", indica la misiva. Esta es la razón por la que pedirá al G20 que trate de reducir el riesgo de una excesiva volatilidad en los flujos de capital en las economías emergentes con tipos de cambio flexibles. En cuanto a los desequilibrios en la balanza comercial, Geithner propone que los países del G20 con déficit trabajen para aumentar sus exportaciones, mientras que aquellos con superávit -como China- inicien reformas estructurales, fiscales y en sus políticas cambiarias para incentivar fuentes de crecimiento domésticas y apoyar a la demanda global.
En línea con la postura de Geithner, un borrador filtrado antes del inicio del cónclave sugiere que los miembros del G20 van a trabajar para alcanzar, si es posible y los intereses nacionales no lo impiden, una postura clara contra la guerra de divisas, en los mismos términos en los que se han manifestado anteriormente tanto los representantes de los países industrializados como los emergentes. En el centro de la polémica se situarán, precisamente, Estados Unidos y China, ya que Washington ha reiterado la necesidad de que Pekín deje de mantener su moneda depreciada artificialmente para fortalecer su motor exportador, mientras que el gigante asiático señala a un dólar a la baja como causante de algunos desequilibrios a nivel global.
Se espera que esta reunión del Grupo de los Veinte, al que también asiste la ministra española de Economía, Elena Salgado, en calidad de representante de España como país invitado, abogue por un sistema de tipos de cambios determinado por el mercado. No obstante, según el texto, se debe trabajar para minimizar los efectos adversos de la volatilidad y los movimientos desordenados en los tipos de cambio.
Los ministros de Finanzas esperan subrayar que la cooperación en el seno del G20 es esencial para mantener el ritmo de recuperación en la economía mundial, que recordaron aún es frágil. Sin embargo, pese a las buenas intenciones, la reciente cumbre del FMI celebrada en Washington no logró grandes avances sobre la materia. Antes del comienzo de la apertura oficial de la reunión, los ministros de Finanzas del G7 (Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia y Alemania) han mantenido un encuentro informal a puerta cerrada para hablar sobre la situación económica mundial y la marcha de la recuperación.
El encuentro, en el que participan también los gobernadores de los bancos centrales y jefes de las principales instituciones internacionales, es preparatorio para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre en Seúl. Otros puntos en la agenda en la ciudad de Gyeongju, a unos 400 kilómetros al sur de Seúl, son la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), la supervisión de los mercados financieros y la disciplina fiscal de los miembros del G20.
Los ministros de Finanzas del G20 han empezado hoy en la ciudad surcoreana de Gyeongju una reunión de dos días que busca poner freno a la guerra de divisas y acercar las posturas de las economías emergentes y las ricas para no poner en riesgo la recuperación. Antes de la cita, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ha sido el primero en revelar cuál va a ser la postura de su país en una carta que ha enviado a sus colegas. En la misiva, Geithner les pide, por una parte, que rehúsen a devaluar sus monedas "para obtener competitividad" y aboga por tratar de acordar tipos estables de cambio.
Por otro lado, aunque la medida también supone una forma indirecta de actuar contra las tensiones en el mercado de divisas, se ha mostrado a favor de introducir límites a los desequilibrios en las balanzas comerciales de los países ya sea en positivo -superávit- o negativo -déficit-.
Algunos mercados emergentes del G20 "con divisas significativamente devaluadas pero con reservas adecuadas necesitan permitir que sus tipos de cambio se ajusten a los niveles que son consecuentes con sus fundamentos económicos", indica la misiva. Esta es la razón por la que pedirá al G20 que trate de reducir el riesgo de una excesiva volatilidad en los flujos de capital en las economías emergentes con tipos de cambio flexibles. En cuanto a los desequilibrios en la balanza comercial, Geithner propone que los países del G20 con déficit trabajen para aumentar sus exportaciones, mientras que aquellos con superávit -como China- inicien reformas estructurales, fiscales y en sus políticas cambiarias para incentivar fuentes de crecimiento domésticas y apoyar a la demanda global.
En línea con la postura de Geithner, un borrador filtrado antes del inicio del cónclave sugiere que los miembros del G20 van a trabajar para alcanzar, si es posible y los intereses nacionales no lo impiden, una postura clara contra la guerra de divisas, en los mismos términos en los que se han manifestado anteriormente tanto los representantes de los países industrializados como los emergentes. En el centro de la polémica se situarán, precisamente, Estados Unidos y China, ya que Washington ha reiterado la necesidad de que Pekín deje de mantener su moneda depreciada artificialmente para fortalecer su motor exportador, mientras que el gigante asiático señala a un dólar a la baja como causante de algunos desequilibrios a nivel global.
Se espera que esta reunión del Grupo de los Veinte, al que también asiste la ministra española de Economía, Elena Salgado, en calidad de representante de España como país invitado, abogue por un sistema de tipos de cambios determinado por el mercado. No obstante, según el texto, se debe trabajar para minimizar los efectos adversos de la volatilidad y los movimientos desordenados en los tipos de cambio.
Los ministros de Finanzas esperan subrayar que la cooperación en el seno del G20 es esencial para mantener el ritmo de recuperación en la economía mundial, que recordaron aún es frágil. Sin embargo, pese a las buenas intenciones, la reciente cumbre del FMI celebrada en Washington no logró grandes avances sobre la materia. Antes del comienzo de la apertura oficial de la reunión, los ministros de Finanzas del G7 (Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia y Alemania) han mantenido un encuentro informal a puerta cerrada para hablar sobre la situación económica mundial y la marcha de la recuperación.
El encuentro, en el que participan también los gobernadores de los bancos centrales y jefes de las principales instituciones internacionales, es preparatorio para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre en Seúl. Otros puntos en la agenda en la ciudad de Gyeongju, a unos 400 kilómetros al sur de Seúl, son la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), la supervisión de los mercados financieros y la disciplina fiscal de los miembros del G20.