Hizbulá considera un insulto la publicación de un libro con viñetas de Mahoma
Beirut, Agencias
El grupo radical libanés Hizbulá afirmó hoy que el libro que acaba de salir a la venta en Dinamarca con doce caricaturas de Mahoma es un insulto al islam y no tiene en consideración el sentimiento de millones de musulmanes en el mundo.
"Se trata de un insulto a lo sagrado y está en contradicción con las buenas relaciones que deberían prevalecer entre los adeptos de diferentes religiones en el mundo", afirmó el grupo chií en un comunicado.
"La violencia prosigue contra la santidad de los lugares santos islámicos, bajo el pretexto de la libertad de expresión", agregó Hizbulá.
El libro, titulado "La tiranía del silencio", reproduce las 12 caricaturas del profeta Mahoma publicadas en periódicos daneses y noruegos el 30 de septiembre del 2005.
Tras esas publicaciones, la cólera se desató en el mundo musulmán y hubo ataques contra las representaciones diplomáticas e intereses de Dinamarca y Noruega.
En el Líbano, miles de manifestantes invistieron barrios de mayoría cristiana, quemaron un apartamento del edificio donde estaba ubicado el consulado de Dinamarca, profanaron una iglesia y causaron daños en propiedades privadas y otros lugares.
El grupo radical libanés Hizbulá afirmó hoy que el libro que acaba de salir a la venta en Dinamarca con doce caricaturas de Mahoma es un insulto al islam y no tiene en consideración el sentimiento de millones de musulmanes en el mundo.
"Se trata de un insulto a lo sagrado y está en contradicción con las buenas relaciones que deberían prevalecer entre los adeptos de diferentes religiones en el mundo", afirmó el grupo chií en un comunicado.
"La violencia prosigue contra la santidad de los lugares santos islámicos, bajo el pretexto de la libertad de expresión", agregó Hizbulá.
El libro, titulado "La tiranía del silencio", reproduce las 12 caricaturas del profeta Mahoma publicadas en periódicos daneses y noruegos el 30 de septiembre del 2005.
Tras esas publicaciones, la cólera se desató en el mundo musulmán y hubo ataques contra las representaciones diplomáticas e intereses de Dinamarca y Noruega.
En el Líbano, miles de manifestantes invistieron barrios de mayoría cristiana, quemaron un apartamento del edificio donde estaba ubicado el consulado de Dinamarca, profanaron una iglesia y causaron daños en propiedades privadas y otros lugares.