Fútbol italiano: Inter y Juventus: un empate intenso y denso de emociones

Roma, Espn
En el estadio San Siro de Milán, Inter y Juventus empataron en un match emocionante pero sin goles, un resultado que seguramente vale más para los bianconeri que no para el conjunto de Benítez.

Así, los nerazzurri ahora suman 11 puntos y comparten con Milan y Nápoli la segunda plaza del torneo, mientras que la Vieja Señora, con 8 unidades, se ubica séptima, en un largo grupo que cuenta también con Palermo, Catania, Genoa, Bari y Lecce.

El resultado fue sin dudas correcto, porque el equilibrio del match fue total y un punto cada uno es un justo premio al esfuerzo de ambos los equipos. Único apunte es que, con las ocasiones que se vieron, un empate 1 a 1 hubiese reflejado aún mejor lo que los jugadores entregaron sobre el césped.

Inter se presentó en la cancha con la misma formación que dominó ante Werder el miércoles pasado en Champions League, con Coutinho, Sneijder y Biabiany de enganches y Eto'o de delantero. Zanetti, Pandev y Samuél todavía indisponibles (se imaginaba que quedaría afuera solamente el capitán) y Milito en el banco, todavía no recuperado al 100%, fueron un handicap bastante importante que, en efecto, condicionó bastante la performance de los locales.

Sin embargo, los nerazzurri empezaron con un buen ritmo y lograron hacerle frente a una Juventus que bajó desde el primer minuto con grande intensidad y, con la sorpresa de todos los espectadores, presionando alto y con el equipo muy corto, como nunca se había visto hasta ahora.

Así, inicialmente se vio una fase de estudio muy interesante, en la que los jugadores se movían sobre el "tapiz verde" como las piezas de ajedrez se mueven sobre un tablero. En efecto, la visita pasaba rápidamente de un clásico 4-4-2 con Marchisio y Krasic aleros a un 4-3-3 con el serbio delantero, según se tratara de fase defensiva u ofensiva.

La visita rompió el equilibrio, siempre de la mano de Krasic, quien empezó a desbordar con constancia por derecha, abrió una grieta en la defensa de Inter y al minuto 22 lo asustó a Julio César con un diagonal bajo muy peligroso.

Cerca de la media hora, otra lesión les complicó las cosas a los nerazzurri, puesto que Biabiany pidió el cambio por un golpe a la pierna que lo dejó nocaut. El Príncipe tomó su lugar y Eto'o pasó a jugar por izquierda en la línea sobre de tres detrás del argentino, ubicado como cabeza de área.

A pesar de los cambios, Inter reaccionó bien y empezó a acercarse con peligro hacia el arco rival, con maniobras rápidas y de primera, que sin embargo terminaron siendo estériles porque siempre faltó el último pasaje.

Sobre el final, Iaquinta anotó un gol que fue justamente anulado por off-side, siempre tras una iniciativa del volante serbio. En esa ocasión, el delantero fue realmente ingénuo, porque de fijarse bien en su posición, hubiera podido tranquilamente anotar sin ponerse en posición adelantada.

El complemento fue más bello, porque se vieron muchas más ocasiones. Eto'o, la figura del match por calidad, cantidad y corazón, y Krasic (el mejor bianconero) se pusieron sus respectivos equipos al hombro y mostraron cosas hermosas.

Por encima, la salida de Córdoba en el entretiempo (también él por problemas físicos), emparejó muchísimo el trámite. No tanto por el colombiano, quien en realidad protagonizó un match excelente, sino que por la entrada de Santón, que jugó por izquierda con Chivu corrido para el medio. En efecto, el joven italiano le dio mucho más equilibro al juego y logró contener de mejor manera las subidas juventinas por su lado.

Las ocasiones fueron muchas y, en esa etapa, sobre todo para Inter, que tuvo por lo menos tres chances claras, una con un golpe de cabeza a quemarropa de Maicón, tapado sobre la línea por Sotrari, otra con una hermosa contra de Eto'o y la última con un mano a mano de Milito, quien controló bárbaro pero disparó mordido, con el balón que se perdió tras la línea de fondo.

Juventus, por su parte, pudo anotar con un mano a mano de Quagliarella, quien remató encima de Julio César, y con un disparo muy potente de Krasic, tapado con seguridad por el portero local.

Al final nadie anotó y el encuentro acabó entregándole un punto a cabeza: un resultado que tiene el poder de volver a poner todo en discusión, frenando a Inter y devolviéndole esperanzas a la Vieja Señora.