Fútbol boliviano: Wilstermann arrancó otro empate ante Bolívar
La Paz, Erbol
A Bolívar le faltó tranquilidad para definir y un poco de fortuna frente a Wilstermann, que se llevó un punto de La Paz y pudo haberse llevado las tres unidades si se animaba a atacar a su rival.
El rendimiento de Bolívar sólo satisfizo al técnico y sus dirigidos que gustan mentirse en sus declaraciones al afirmar que jugaron una maravilla y sólo les faltó el gol, mientras los 10 mil aficionados que llegaron al estadio Siles los despachó con insultos y silbatina.
El equipo aviador, que no tiene técnico, va último en la tabla de posiciones y tiene problemas económicos, se dedicó a defenderse y a cortar el juego del rival en el medio terreno. Tuvo dos ocasiones claras, una en el primer tiempo cuando Andrada remató a la entrada al área y el balón pasó cerca de un poste y a los 46 minutos del complemento cuando el portero Robledo salvó con el botín cuando Walter Veizaga no pudo definir.
La Academia empezó a ritmo de tango y quiso terminar al compás de una cumbia villera. Los errores se advirtieron desde el primer minuto, con defensores que se marcaban entre ellos. Ignacio Ithurralde rechazó los balones sin destino, Ronald Rivero reventaba el balón y Luis Torrico hacía eco a los errores.
Pese a los intentos del técnico de cambiar la actitud en el medio terreno, ayer volvió a encontrarse en este sector con la ineficiencia mayor. Walter Flores, Valdeir y Daner Pachi, luego Ruddy Cardozo y Gabriel Ríos, tienen una característica común, giran varias veces sobre su propio eje, les gusta trasladar el balón de izquierda a derecha y viceversa y parece que tienen prohibido rematar al arco rival.
Para colmo de males, los que anotan los goles estuvieron en un día aciago. Williams Ferreira se perdío dos goles imposibles de rrar, Ríos remató ante valla vacía fuera y Zé Carlos estuvo dormido en los momentos decisivos.
Wilstermann se retrasó en demasía en la segunda mitad. Instaló la línea de defensas en su área y presionó en mitad de campo con sus volantes, donde Bolívar intentaba construir algo de fútbol mediante vagas acciones individuales. En parte, el retroceso de los rojos se debió a su dificultad para retener la pelota. Al perderla con prontitud, fue cediendo espacio ante la mayor posesión del rival, que le obligaba a replegarse para cuidar su zona. Sanjurjo, visiblemente falto de ritmo, perdió muchos balones, lo que conspiró contra las aspiraciones ofensivas de Wilstermann, pues sin pausa en el juego, no logró que los volantes acompañasen para descargar y, de ese modo, llegar masaivamente al ataque. La ofensiva de Wilstermann se redujo a los pelotazos para Lenci y Sossa, quienes fracasaron en acciones individuales.
Bolívar tuvo tres ocasiones claras de anotar, uno en el primer tiempo y dos en el complemento, además de un remate de Cardozo que dio en el travesaño.
El cotejo de bajo nivel técnico tuvo a dos expulsados, Edgar Olivares se fue del terreno a los 34 y luego Enrique Parada, ambos por dos tarjetas amarillas por juego brusco. El árbitro Juan Elio García estuvo a la altura del partido, fue permisivo, creyó que la disciplina se imponía con tarjetas amarillas y al final dejó que el partido se dispuatra con el balón más fuera de la cancha que dentro.
Bolívar volvió a jugar mal y ayer no contó con Ferreira, quien habitualmente le salva del ahogo, porque el delantero, aparte de fallar ocasiones claras, jugó mal y con aparente desgano.