Fútbol boliviano: Marcelo Claure hizo duras críticas al equipo de Bolívar
La Paz, Erbol
El presidente de BAISA, empresa encargada de la administración de Bolívar, disgustado por la producción de su equipo, que es líder en el certamen, pero tiene su chance comprometida en el torneo Clausura, empezó a lanzar piedras contra su propio tejado en una especie de autocrítica.
Marcelo Claure se felicitó a sí mismo por los brasileños que se incorporaron al equipo, porque a su juicio colaboran con el plantel. Con la expresión “Zé Carlos a los 35 años corre mejor que la mayoría de los jugadores”, puso en dudas el trabajo físico en la Academia, donde a baja voz baja se admite que hay gestos de indisciplina.
El propio dirigente admitió que “la casaca celeste pesa mucho”, de manera que hay jugadores que no se adaptan al actual plantel y bajaron enormemente en su rendimiento, al punto que en el caso Álex da Rosa quedaron virtualmente al margen del equipo, no obstante de percibir un jugoso sueldo mensual.
El mandamás de Bolívar admitió que se conformó un buen grupo, pero “el equipo no engrana”, con lo que puso en dudas la conducción técnica de Escobar y Clausen, el primero estuvo en la primera parte del año al frente del equipo y el segundo trabaja actualmente al frente de la entidad y es el responsable de otorgar funciones y velar por el rendimiento colectivo de Bolívar.
Por su parte el dirigente Percy Luza, prefirió hacer un balance en el tiempo oportuno, para señalar sin dubitaciones que “nadie habló de cambiar al técnico, porque esa no es política de Bolívar, que siempre apuesta a la continuidad”.
Los que no piensan igual son los aficionados que al final del encuentro silbaron al equipo, algunos insultaron a los jugadores y los más se retiraron decepcionados de las graderías, aunque el entrenador, ajeno al sentir de la hinchada amonestaba a los medios al señalar que “seguramente si hubiésemos ganado no habría críticas”, olvidando que durante el año pocos han sido los elogios para Bolívar que cumplió pálida campaña en el Apertura y ahora tampoco va a paso firme.
Guido Loayza no habló con los medios y aunque esbozó una sonrisa contenida al ingresar y salir de los vestuarios el domingo, no disimuló su preocupación, porque el equipo sigue ofreciendo pobres espectáculos y el público no responde con su asistencia, pese a las ventajas que se trata de ofrecer a los aficionados.
El presidente de BAISA, empresa encargada de la administración de Bolívar, disgustado por la producción de su equipo, que es líder en el certamen, pero tiene su chance comprometida en el torneo Clausura, empezó a lanzar piedras contra su propio tejado en una especie de autocrítica.
Marcelo Claure se felicitó a sí mismo por los brasileños que se incorporaron al equipo, porque a su juicio colaboran con el plantel. Con la expresión “Zé Carlos a los 35 años corre mejor que la mayoría de los jugadores”, puso en dudas el trabajo físico en la Academia, donde a baja voz baja se admite que hay gestos de indisciplina.
El propio dirigente admitió que “la casaca celeste pesa mucho”, de manera que hay jugadores que no se adaptan al actual plantel y bajaron enormemente en su rendimiento, al punto que en el caso Álex da Rosa quedaron virtualmente al margen del equipo, no obstante de percibir un jugoso sueldo mensual.
El mandamás de Bolívar admitió que se conformó un buen grupo, pero “el equipo no engrana”, con lo que puso en dudas la conducción técnica de Escobar y Clausen, el primero estuvo en la primera parte del año al frente del equipo y el segundo trabaja actualmente al frente de la entidad y es el responsable de otorgar funciones y velar por el rendimiento colectivo de Bolívar.
Por su parte el dirigente Percy Luza, prefirió hacer un balance en el tiempo oportuno, para señalar sin dubitaciones que “nadie habló de cambiar al técnico, porque esa no es política de Bolívar, que siempre apuesta a la continuidad”.
Los que no piensan igual son los aficionados que al final del encuentro silbaron al equipo, algunos insultaron a los jugadores y los más se retiraron decepcionados de las graderías, aunque el entrenador, ajeno al sentir de la hinchada amonestaba a los medios al señalar que “seguramente si hubiésemos ganado no habría críticas”, olvidando que durante el año pocos han sido los elogios para Bolívar que cumplió pálida campaña en el Apertura y ahora tampoco va a paso firme.
Guido Loayza no habló con los medios y aunque esbozó una sonrisa contenida al ingresar y salir de los vestuarios el domingo, no disimuló su preocupación, porque el equipo sigue ofreciendo pobres espectáculos y el público no responde con su asistencia, pese a las ventajas que se trata de ofrecer a los aficionados.