Cuenta regresiva para el rescate de los mineros
Francisco Peregil, El País
El túnel ya está listo. Los 622 metros del pozo por el que subirán los 33 mineros enterrados desde el 5 de agosto ya están limpios y expeditos. El proceso de encamisamiento o entubación de los 55 primeros metros terminó a las tres de la madrugada de este lunes (ocho de la mañana en España), con seis horas de antelación sobre lo previsto, aunque la operación quedó a la mitad porque el tubo número 10 se trabó.
Se dan por tanto los últimos pasos antes de que los mineros puedan volver a ver la luz del sol. El Gobierno, a través de su ministro de Minería, Laurence Golborne, ha confirmado que las labores para sacar a la superficie a los trabajadores comenzarán a las 00.00 del miércoles, cinco de la madrugada en España. Una de las pruebas vitales, la de izaje de la cápsula vacía (la más voluminosa de las tres disponibles), ha sido satisfactoria. También se introducirá una cámara para revisar todo el conducto.
"Lo que venga ahora ya es decisión de las autoridades. Nosotros damos por concluida nuestra misión", declaró a EL PAÍS James Stefanic, gerente de operaciones de la compañía propietaria de la perforadora del Plan B. Hemos terminado de encamisar seis horas antes porque somos buenos. Hay un buen equipo aquí. Ahora estamos desarmando toda la maquinaria para trasladarla a la mina de Collahuasi, que es donde estaba".
Aún no se sabe el orden de salida de los mineros. Primero lo harán los más hábiles, después los más débiles (como aquellos que padecen diabetes, silicosis o hipertensión) y, por último, los más fuertes. Dos mineros rescatistas y dos enfermeros de la Armada expertos en submarinismo bajarán para organizar el ascenso. Los rescatistas pidieron a los mineros que dieran el nombre de los tres familiares a los que primero les gustaría abrazar cuando lleguen a la superficie.
El minero Richard Villarroel, de 26 años y con un niño recién nacido mientras él se encontraba en la mina, le ha pedido a su madre que esté allí en lo alto, pero que no llore al verlo. "Y yo me estoy preparando porque no he llorado durante los dos meses. Pero igual al verlo me da por llorar y no soy capaz de mencionar ni una palabra", explica Antonia Godoy, de 46 años. De momento, Antonia se pasea nerviosa por el campamento, como muchos familiares, y enseña los regalos que le llegan desde diversos puntos del país para su hijo: unos calzoncillos con la bandera de Chile y una picardía negra para la madre de su bebé.
Camiseta roja rotulada
Los mineros saldrán con una camiseta roja que se les ha enviado con el nombre de cada uno de ellos inscrito, y unas gafas de sol con protección de rayos ultravioletas. Una vez en lo alto de la mina, dispondrán de unas cuatro horas para charlar con sus familiares mientras se reponen del viaje. Después, un helicóptero los trasladará de cuatro en cuatro al hospital de Copiapó, a 68 kilómetros de la mina. Durante las últimas horas los helicópteros han realizado vuelos nocturnos de simulacro.
Las cápsulas donde se introducirán los mineros fueron construidas por la Armada chilena con el asesoramiento de la NASA. El ascenso de los 622 metros puede demorarse unos 15 minutos, pero se trabaja con la idea de que todo el proceso de introducción y salida de cada minero y preparación de la cápsula para la persona siguiente, puede prolongarse una hora. Con lo cual, el salvamento de los 33 mineros llevaría un día y medio. Los mineros llevarán atado al pecho un cinturón biométrico como los que utilizan los astronautas, que medirá sus signos vitales. Una vez que lleguen al hospital, su estancia se prolongará allí durante unas 48 horas. A partir de ese momento, contarán con asistencia psicológica gratuita durante seis meses.
La perforadora del Plan A se encuentra detenida a causa de una avería. La del Plan C seguirá trabajando hasta que el último de los mineros o rescatistas haya subido.