Cocaleros del Trópico deciden respetar cato de coca y prohíben ingresar a parques nacionales

Lauca Ñ, Abi
Los cultivadores de hoja de coca del Trópico de Cochabamba determinaron el domingo respetar el cato de coca asignado a sus afiliados desde 2004 y prohibieron ingresar a los parque nacionales a sembrar el arbusto.

La determinación fue asumida por la Comisión de la Hoja de Coca, que fue posesionada en el Primer Congreso Sobre la Coca, de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, que se realizó en la población de Lauca Ñ.

"Para garantizar el cato de coca se debe respetar la primera lista de registros de afiliados desde 2004 y se debe mantener siempre y cuando se cumpla con la función social y la normativa legal vigente", señala la resolución aprobada el domingo.

Asimismo, la resolución ratifica la determinación de que los cocaleros que infrinjan la Ley 1008 serán expulsados de su chaco y el cato de coca será definido por una comisión mixta entre el sindicato, la central, la Federación y UDESTRO.

"Queda totalmente prohibido fraccionar los chacos con fines de plantación de Coca. Aquellos afiliados que tengan más de un cato en chacos completos por división a familiares, peones u otros, deben ser investigados para eliminar la duplicidad de catos", remarca la resolución.

En cuanto a los parques Isiboro, Carrasco, TCOs, YUKIS, Yuracares, la Comisión de racionalización de Coca resuelve que queda "totalmente prohibido el ingreso a los parques con fines de plantación de coca o actividades ilícitas".

En cuanto a los catos de coca afectados por las inundaciones y desastres naturales, la Comisión, que ahora está encabezada por Sabino Arroyo de la Federación Centrales Unidas, resolvió viabilizar el traslado de cato de coca a otro parcela del mismo sindicato o central sin incrementar por ninguna razón la superficie original.

En la inauguración del Congreso, el pasado sábado, el presidente Evo Morales urgió a los cocaleros a superar la división y a respetar la política del cato de coca.

Morales fustigó la decisión discrecional de algunos cocaleros de elevar la producción de coca en el Chapare, bajo el pretexto del cato de coca (1.600 m2, para uso familiar) que autorizó el gobierno de Carlos Mesa (2005) y que se consolidó durante su administración (2006-2010).

El mandatario arengó a los cocaleros a respetar la ley y las convenciones nacionales sobre la materia y, también, indirectamente, a observar la legislación antidrogas que considera legales a 12.000 hectáreas de coca en los Yungas (oeste), para usos tradicionales y otras 7.000 hectáreas, en el Chapare.

El mandatario llamó a los cultivadores de coca a superar la división de parcelas que ha disparado el aumento de la superficie de cultivo, más allá de las 7.000 hectáreas de sembradíos de coca toleradas en el Chapare.

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