Cáncer de mama, un asesino silente en América Latina
Patricia Luna, BBC Mundo
El cáncer es la segunda causa de muerte en América Latina. Y el de mama es el tumor que más vidas se cobra entre las mujeres latinoamericanas, según cifras de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Pero los expertos afirman que todavía no recibe la atención que merece en la región, lo cual he llavado a varias organizaciones no gubernamentales a efectuar una campaña de concientización durante todo el mes de octubre.
Se calcula que este año habrá en América Latina un estimado de 150.000 nuevos casos y más de 37.000 muertes.
"En América Latina hay un índice de 40 casos de cáncer de mama por cada 100.000 personas y uno de muerte de 12 por cada 100.000. Si lo comparamos con Estados Unidos y Canadá (...) vemos que el índice de muertos casi dobla el de otros países", explica a BBC Mundo Silvana Luciani, investigadora de la OPS.
No hay cifras oficiales, pero organizaciones no gubernamentales estiman que entre 60 y 70% de las mujeres en América Latina descubrieron demasiado tarde que padecían de cáncer de mama.
La enfermedad registra un 98% de supervivencia si se detecta en el estadio 1, y entre 85% y 86% de supervivencia en el estadio 2, pero sólo un 30% cuando se identifica en los estadios 3 y 4. Esta sería una de las grandes causas que hace que la enfermedad se cobre más vidas en la región que en otros lugares del mundo.
Cambió desde 2006
Este octubre se celebra en todo el mundo el mes de concientización de la lucha contra el cáncer de mama.
El cáncer de mama superó, en 2006, en mortalidad a cánceres tradicionalmente más letales, como el de cérvix.
Según datos publicados en la revista científica Reproductive Health Matters sólo un 10% de las mexicanas detectaron ese mismo año la dolencia en la fase 1.
"El cáncer de mama supone un desafío porque ha avanzado de forma muy rápida y muy silenciosa, no la vimos llegar pero se cobra muchas vidas", afirma a BBC Mundo Felicia Knaul, investigadora del Instituto Carso de la Salud y Fundación Mexicana para la Salud, sobreviviente de la enfermedad y Directora de la ONG para la concientización "Tomátelo a pecho".
"Cada vez hay menos mujeres que se mueren en el momento del parto o por enfermedades contagiosas, pero estamos enfrentando cada vez más las enfermedades crónicas y no transmisibles y el cáncer de mama es una de las principales", explica Knaul.
"Cuando empezamos a mirar más de cerca, en los países del cono Sur como Brasil, Argentina o Chile, que tienen unos ingresos más altos, se produce una mayor incidencia de esta cáncer de mama que en países como Centro América, donde los indices de cáncer de mama son menores y el de cervix es mayor. Hay una gran relación entre los factores socio económicos y el impacto del cáncer", puntualiza Luciani.
Factores de riesgo
En el caso del cáncer de pecho no hay un factor o causa que explique la enfermedad, como ocurre con el cáncer de pulmón y el tabaco. Pero si hay factores de riesgo. La creciente obesidad, la comida, factores ambientales y, sobre todo, el retraso de la edad reproductiva de la mujer y la falta de lactancia, que han sido factores tradicionalmente protectores para la mujer.
Pero los expertos señalan que la incidencia de la enfermedad en la región tiene que ver con una falta de conciencia por parte del público, de acceso a sistemas de detención precoz y la falta de políticas gubernamentales.
"La no aplicación generalizada de aplicación de la mamografía a partir de los 40 años, la falta de formación del médico a la hora de realizar una buena exploración que pueda detectar la enfermedad, el que no se perciba la enfermedad como un problema para las mujeres de bajos ingresos o que en muchos países la mamografía sea costeada por el paciente son algunos de los problemas que estamos detectando a la hora de luchar contra esta enfermedad", explica Knaul.
No sólo la Casa Blanca también la pirámide maya mexicana de Chichen Itza se tiñó de rosa para recordad la enfermedad.
"En México se ha hecho por ejemplo una gran inversión en mamografías pero no tienen técnicos para que las lean. En países como Chile o Uruguay los sistemas de detección son mejores que en otros países, pero otros lugares están lejos de tener buenos sistemas de prevención y detección en marcha", explica en conversación con BBC Mundo Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica.
Aunque Cazap señala, con acierto, una de las grandes constantes en la región: la imposibilidad de hacer generalizaciones.
"El cuadro de Latinoamérica es variable. La incidencia no es la misma en Argentina capital que en el norte del país y no resulta igual las grandes ciudades que las pequeñas poblaciones. Hay países muy diferentes, no es lo mismo Haití que Costa Rica. Hay diferente capacidad de acceso a tratamientos y diferentes realidades socioculturales".
Una diferencia que habría que tenerse muy en cuenta a la hora de hacer campañas de concientización para vencer el estigma que aún tiene la población.
"Una cosa es educar a una población en Sao Paulo y otra en medio de la selva peruana, o en zonas alejadas del Caribe o en la Patagonia argentina. Es un problemas de que las campañas educativas lleguen a toda la población de una forma eficaz y a todos los estratos sociales y eso es difícil", asegura el investigador.
Falta de datos
Y más allá de todos también hay problemas estructurales: la falta de datos verificables.
Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica.
"Muchas de las estadísticas no son certeras. No todos los países tienen registros. No hay obligatoriedad de registrar el cáncer, pero sí hay obligación de registrar las defunciones", dice Cazap.
Hay países donde no existe ningún registro de cáncer oficial. Los datos son sacados por extrapolación de regiones vecinas.
"Y a veces el certificado está incorrectamente completado. Le ponen paro cardíaco pero la señora falleció de cáncer", explica Cazap.
Para el investigador el registro poblacional debería ser obligatorio y sólo puede hacerse a nivel gubernamental, modificando las leyes.
"Los datos ayudan a establecer el diagnóstico. Usted no puede construir una casa sin tener los planos o la evaluación financiera sin los números, para el cáncer es lo mismo. Si no sabemos cuáles son los cánceres prevalentes, en qué regiones, cuáles son las edades, lo que sólo conocemos de forma fragmentaria, no podemos luchar realmente con la enfermedad".
El cáncer es la segunda causa de muerte en América Latina. Y el de mama es el tumor que más vidas se cobra entre las mujeres latinoamericanas, según cifras de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Pero los expertos afirman que todavía no recibe la atención que merece en la región, lo cual he llavado a varias organizaciones no gubernamentales a efectuar una campaña de concientización durante todo el mes de octubre.
Se calcula que este año habrá en América Latina un estimado de 150.000 nuevos casos y más de 37.000 muertes.
"En América Latina hay un índice de 40 casos de cáncer de mama por cada 100.000 personas y uno de muerte de 12 por cada 100.000. Si lo comparamos con Estados Unidos y Canadá (...) vemos que el índice de muertos casi dobla el de otros países", explica a BBC Mundo Silvana Luciani, investigadora de la OPS.
No hay cifras oficiales, pero organizaciones no gubernamentales estiman que entre 60 y 70% de las mujeres en América Latina descubrieron demasiado tarde que padecían de cáncer de mama.
La enfermedad registra un 98% de supervivencia si se detecta en el estadio 1, y entre 85% y 86% de supervivencia en el estadio 2, pero sólo un 30% cuando se identifica en los estadios 3 y 4. Esta sería una de las grandes causas que hace que la enfermedad se cobre más vidas en la región que en otros lugares del mundo.
Cambió desde 2006
Este octubre se celebra en todo el mundo el mes de concientización de la lucha contra el cáncer de mama.
El cáncer de mama superó, en 2006, en mortalidad a cánceres tradicionalmente más letales, como el de cérvix.
Según datos publicados en la revista científica Reproductive Health Matters sólo un 10% de las mexicanas detectaron ese mismo año la dolencia en la fase 1.
"El cáncer de mama supone un desafío porque ha avanzado de forma muy rápida y muy silenciosa, no la vimos llegar pero se cobra muchas vidas", afirma a BBC Mundo Felicia Knaul, investigadora del Instituto Carso de la Salud y Fundación Mexicana para la Salud, sobreviviente de la enfermedad y Directora de la ONG para la concientización "Tomátelo a pecho".
"Cada vez hay menos mujeres que se mueren en el momento del parto o por enfermedades contagiosas, pero estamos enfrentando cada vez más las enfermedades crónicas y no transmisibles y el cáncer de mama es una de las principales", explica Knaul.
"Cuando empezamos a mirar más de cerca, en los países del cono Sur como Brasil, Argentina o Chile, que tienen unos ingresos más altos, se produce una mayor incidencia de esta cáncer de mama que en países como Centro América, donde los indices de cáncer de mama son menores y el de cervix es mayor. Hay una gran relación entre los factores socio económicos y el impacto del cáncer", puntualiza Luciani.
Factores de riesgo
En el caso del cáncer de pecho no hay un factor o causa que explique la enfermedad, como ocurre con el cáncer de pulmón y el tabaco. Pero si hay factores de riesgo. La creciente obesidad, la comida, factores ambientales y, sobre todo, el retraso de la edad reproductiva de la mujer y la falta de lactancia, que han sido factores tradicionalmente protectores para la mujer.
Pero los expertos señalan que la incidencia de la enfermedad en la región tiene que ver con una falta de conciencia por parte del público, de acceso a sistemas de detención precoz y la falta de políticas gubernamentales.
"La no aplicación generalizada de aplicación de la mamografía a partir de los 40 años, la falta de formación del médico a la hora de realizar una buena exploración que pueda detectar la enfermedad, el que no se perciba la enfermedad como un problema para las mujeres de bajos ingresos o que en muchos países la mamografía sea costeada por el paciente son algunos de los problemas que estamos detectando a la hora de luchar contra esta enfermedad", explica Knaul.
No sólo la Casa Blanca también la pirámide maya mexicana de Chichen Itza se tiñó de rosa para recordad la enfermedad.
"En México se ha hecho por ejemplo una gran inversión en mamografías pero no tienen técnicos para que las lean. En países como Chile o Uruguay los sistemas de detección son mejores que en otros países, pero otros lugares están lejos de tener buenos sistemas de prevención y detección en marcha", explica en conversación con BBC Mundo Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica.
Aunque Cazap señala, con acierto, una de las grandes constantes en la región: la imposibilidad de hacer generalizaciones.
"El cuadro de Latinoamérica es variable. La incidencia no es la misma en Argentina capital que en el norte del país y no resulta igual las grandes ciudades que las pequeñas poblaciones. Hay países muy diferentes, no es lo mismo Haití que Costa Rica. Hay diferente capacidad de acceso a tratamientos y diferentes realidades socioculturales".
Una diferencia que habría que tenerse muy en cuenta a la hora de hacer campañas de concientización para vencer el estigma que aún tiene la población.
"Una cosa es educar a una población en Sao Paulo y otra en medio de la selva peruana, o en zonas alejadas del Caribe o en la Patagonia argentina. Es un problemas de que las campañas educativas lleguen a toda la población de una forma eficaz y a todos los estratos sociales y eso es difícil", asegura el investigador.
Falta de datos
Y más allá de todos también hay problemas estructurales: la falta de datos verificables.
Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica.
"Muchas de las estadísticas no son certeras. No todos los países tienen registros. No hay obligatoriedad de registrar el cáncer, pero sí hay obligación de registrar las defunciones", dice Cazap.
Hay países donde no existe ningún registro de cáncer oficial. Los datos son sacados por extrapolación de regiones vecinas.
"Y a veces el certificado está incorrectamente completado. Le ponen paro cardíaco pero la señora falleció de cáncer", explica Cazap.
Para el investigador el registro poblacional debería ser obligatorio y sólo puede hacerse a nivel gubernamental, modificando las leyes.
"Los datos ayudan a establecer el diagnóstico. Usted no puede construir una casa sin tener los planos o la evaluación financiera sin los números, para el cáncer es lo mismo. Si no sabemos cuáles son los cánceres prevalentes, en qué regiones, cuáles son las edades, lo que sólo conocemos de forma fragmentaria, no podemos luchar realmente con la enfermedad".