Brasileños eligen al sucesor de popular Lula da Silva
BRASILIA, Agencias
Más de 135 millones de brasileños saldrán a escoger al sucesor del carismático presidente Luiz Inacio Lula da Silva, donde la favorita de las encuestas es la oficialista Dilma Rousseff.
La jefa del gabinete ministerial de Lula y ex ministra de Energía, de 62 años, encabeza todos los sondeos de intención de voto con una ventaja suficientemente cómoda como para convertirse en la primera mujer en presidir el gigante sudamericano.
Para los analistas, la única duda que resta dilucidar es si la ventaja será suficiente como para que la ex guerrillera y economista designada por Lula para sucederlo, gane en primera vuelta el domingo, o si tendrá que disputar un balotaje previsto para el 31 de octubre.
El instituto Ibope atribuyó a Rousseff una ventaja de 51% a 49% de los votos válidos sobre sus adversarios, mientras que instituto DataFolha indicó 50% a 50%, y por lo tanto en un escenario que aún no está completamente definido.
No obstante, los dos institutos apuntaron que en todos los casos Rousseff vencería con facilidad el segundo turno. El instituto Vox Populi afirmó que Rousseff recibirá el domingo el 53% de los votos válidos, liquidando el pleito.
"Estoy convencido de que la mayoría del pueblo quiere la continuidad del gobierno, porque este gobierno tiene una aprobación de 80%. Entonces, creo que la gente quiere que la política continúe y por eso pienso que Dilma (Rousseff) va a ganar", dijo Lula, el viernes en un rápido contacto con la prensa
El socialdemócrata José Serra, ex gobernador de Sao Paulo de 68 años, aparece en los sondeos con una desventaja de unos 20 puntos con respecto a Rousseff y se ha visto estancado en ese margen en las últimas cuatro semanas.
A su vez, la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, de 52 años, que aparece tercera en las intenciones de voto, tiene remotísimas chances de pasar al segundo turno según los sondeos, pero un eventual crecimiento de su candidatura por el Partido Verde podría restarle votos a Rousseff en la recta final, advirtieron los expertos.
El nuevo presidente brasileño tendrá por delante la gigantesca tarea de sustituir en el Palacio de Planalto al carismático Lula, quien llega al fin de su gobierno con una popularidad superior a 80% tras dos mandatos consecutivos.
La popularidad de Lula es tal que logró que Rousseff, una ministra virtualmente desconocida en el país, pasara a ser la favorita para ganar las elecciones.
"Estoy preparada para ser la primera presidente de Brasil. Mi meta es hacer de Brasil un país desarrollado", dijo Rousseff en la noche del jueves, en el último de los cinco debates en TV entre los principales candidatos.
En esta jornada electoral, los brasileños votarán también para escoger a los gobernadores de 26 estados más el Distrito Federal, renovar la totalidad de la Cámara nacional de Diputados y dos tercios del Senado, así como todos los congresos estaduales.
Para ocupar esos cargos se presentan más de 22.000 candidatos, de los cuales nueve aspiran a ocupar el sillón presidencial.
Como Brasil utiliza en todo el país un dispositivo electrónico de voto llamado ´urna electrónica´, se prevé que el Tribunal Superior Electoral (TSE) tendrá condiciones de anunciar el resultado de las elecciones presidenciales ya en la noche del domingo.
Más de 135 millones de brasileños saldrán a escoger al sucesor del carismático presidente Luiz Inacio Lula da Silva, donde la favorita de las encuestas es la oficialista Dilma Rousseff.
La jefa del gabinete ministerial de Lula y ex ministra de Energía, de 62 años, encabeza todos los sondeos de intención de voto con una ventaja suficientemente cómoda como para convertirse en la primera mujer en presidir el gigante sudamericano.
Para los analistas, la única duda que resta dilucidar es si la ventaja será suficiente como para que la ex guerrillera y economista designada por Lula para sucederlo, gane en primera vuelta el domingo, o si tendrá que disputar un balotaje previsto para el 31 de octubre.
El instituto Ibope atribuyó a Rousseff una ventaja de 51% a 49% de los votos válidos sobre sus adversarios, mientras que instituto DataFolha indicó 50% a 50%, y por lo tanto en un escenario que aún no está completamente definido.
No obstante, los dos institutos apuntaron que en todos los casos Rousseff vencería con facilidad el segundo turno. El instituto Vox Populi afirmó que Rousseff recibirá el domingo el 53% de los votos válidos, liquidando el pleito.
"Estoy convencido de que la mayoría del pueblo quiere la continuidad del gobierno, porque este gobierno tiene una aprobación de 80%. Entonces, creo que la gente quiere que la política continúe y por eso pienso que Dilma (Rousseff) va a ganar", dijo Lula, el viernes en un rápido contacto con la prensa
El socialdemócrata José Serra, ex gobernador de Sao Paulo de 68 años, aparece en los sondeos con una desventaja de unos 20 puntos con respecto a Rousseff y se ha visto estancado en ese margen en las últimas cuatro semanas.
A su vez, la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, de 52 años, que aparece tercera en las intenciones de voto, tiene remotísimas chances de pasar al segundo turno según los sondeos, pero un eventual crecimiento de su candidatura por el Partido Verde podría restarle votos a Rousseff en la recta final, advirtieron los expertos.
El nuevo presidente brasileño tendrá por delante la gigantesca tarea de sustituir en el Palacio de Planalto al carismático Lula, quien llega al fin de su gobierno con una popularidad superior a 80% tras dos mandatos consecutivos.
La popularidad de Lula es tal que logró que Rousseff, una ministra virtualmente desconocida en el país, pasara a ser la favorita para ganar las elecciones.
"Estoy preparada para ser la primera presidente de Brasil. Mi meta es hacer de Brasil un país desarrollado", dijo Rousseff en la noche del jueves, en el último de los cinco debates en TV entre los principales candidatos.
En esta jornada electoral, los brasileños votarán también para escoger a los gobernadores de 26 estados más el Distrito Federal, renovar la totalidad de la Cámara nacional de Diputados y dos tercios del Senado, así como todos los congresos estaduales.
Para ocupar esos cargos se presentan más de 22.000 candidatos, de los cuales nueve aspiran a ocupar el sillón presidencial.
Como Brasil utiliza en todo el país un dispositivo electrónico de voto llamado ´urna electrónica´, se prevé que el Tribunal Superior Electoral (TSE) tendrá condiciones de anunciar el resultado de las elecciones presidenciales ya en la noche del domingo.