Argentina vive el día después tras el "largo beso del adiós" a Kirchner
Río Gallegos, Agencias
Argentina vive hoy en un clima de serenidad el día después tras el multitudinario funeral de Estado que despidió al ex presidente Néstor Kirchner, cuya muerte conmocionó al país y provocó un vacío en la dirección del peronismo.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, pasó la noche en la sureña ciudad de Río Gallegos tras darle allí este viernes el último adiós al cuerpo de su esposo, quien gobernó el país entre 2003 y 2007 y con quien desde hace 35 años compartía la vida matrimonial y política.
La mandataria se recluyó en su casa en la capital de la provincia de Santa Cruz, tierra natal de Kirchner, junto a sus hijos Máximo, de 33 años, y Florencia, de 20.
La ventosa Río Gallegos, 2.636 kilómetros al sur de Buenos Aires, amaneció hoy serena tras el multitudinario cortejo fúnebre que acompañó el féretro del ex mandatario hasta su morada final, en el cementerio local.
Allí aún hoy continuaba el desfile de personas frente a la bóveda de la familia Kirchner, donde fue depositado el féretro del ex presidente, que pasó la noche en la capilla del cementerio, abierta al público tras la íntima ceremonia de despedida del viernes.
La principal arteria de la ciudad, antes conocida como "Avenida del Bicentenario" ha cambiado su nombre por el de "Avenida Néstor Kirchner" y sus vecinos todavía no se hacen a la idea de que han perdido a "Lupo", como le conocían los galleguenses, o el "pingüino", como él prefería que le llamaran.
Fernández viajó en la mañana de hoy a la localidad de El Calafate (Santa Cruz), donde el miércoles pasado Kirchner murió de un ataque cardíaco.
En Buenos Aires la masiva despedida en las calles y en el interior de la Casa Rosada a los restos de Kirchner ha dado paso hoy a la expectativa por el regreso de Fernández a la actividad y el rearmado del escenario político al que obliga la muerte del ex presidente.
Según fuentes oficiales, Fernández retomará el trabajo el lunes, aunque no dieron precisiones de su agenda.
"Nosotros tenemos una responsabilidad ahora, con todos los gobernadores, con todos los intendentes, con todos los ministros que acompañamos a la presidenta de ayudarla, de apoyarla, de fortalecerla", dijo hoy el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien por otra parte rescató que durante los tres días de duelo la oposición se mostró "muy prudente y muy responsable".
También la Unión Industria Argentina, la mayor entidad patronal del país, y la Confederación General del Trabajo, la mayor central obrera, anunciaron el reinicio del diálogo para garantizar "paz social" tras la muerte de Kirchner, considerado el principal líder político del país.
El deceso de Kirchner sorprendió en momentos en que la central sindical y la patronal estaban duramente enfrentadas por el impulso gremial a un proyecto de ley para distribuir entre los trabajadores las ganancias de las empresas y por la creciente presión de los gremios para nuevos aumentos salariales por la inflación.
"En un momento como el que Argentina está viviendo, es responsabilidad de la dirigencia cortar con esta situación de tensión y volver al diálogo", afirmó hoy el secretario de la patronal industrial, José Ignacio de Mendiguren.
En tanto, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha convocado para el lunes a los alcaldes oficialistas de la más rica y populosa provincia argentina, bastión del gobernante Partido Justicialista (PJ), para sondear cómo afrontar el vacío que deja en el partido la muerte de quien también era su líder.
Scioli, que ocupa la vicepresidencia del PJ, ha ratificado su respaldo al Gobierno de Fernández, al que Kirchner aportaba la construcción del tejido político con alcaldes y gobernadores.
Según dos sondeos de opinión difundidos hoy, tras la muerte de Kirchner y las demostraciones en las calles de apoyo a su esposa, la imagen positiva de Cristina Fernández se ha fortalecido al punto de mostrarla ya como favorita para los comicios generales de octubre de 2011.
Una encuesta de la consultora Nueva Comunicación revela que si esos comicios se realizaran hoy, Fernández lograría el 31,8 por ciento de los votos, seguida por Ricardo Alfonsín, de la opositora Unión Cívica Radical e hijo del también fallecido ex presidente Raúl Alfonsín, con un 15,9 por ciento.
Otra encuesta, de la firma Opinión Pública, Servicios y Mercados, revela que el 35,7 por ciento de los consultados votaría en 2011 a Fernández, secundada por el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri (19,4 por ciento) y por Ricardo Alfonsín (16,3 por ciento).
Argentina vive hoy en un clima de serenidad el día después tras el multitudinario funeral de Estado que despidió al ex presidente Néstor Kirchner, cuya muerte conmocionó al país y provocó un vacío en la dirección del peronismo.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, pasó la noche en la sureña ciudad de Río Gallegos tras darle allí este viernes el último adiós al cuerpo de su esposo, quien gobernó el país entre 2003 y 2007 y con quien desde hace 35 años compartía la vida matrimonial y política.
La mandataria se recluyó en su casa en la capital de la provincia de Santa Cruz, tierra natal de Kirchner, junto a sus hijos Máximo, de 33 años, y Florencia, de 20.
La ventosa Río Gallegos, 2.636 kilómetros al sur de Buenos Aires, amaneció hoy serena tras el multitudinario cortejo fúnebre que acompañó el féretro del ex mandatario hasta su morada final, en el cementerio local.
Allí aún hoy continuaba el desfile de personas frente a la bóveda de la familia Kirchner, donde fue depositado el féretro del ex presidente, que pasó la noche en la capilla del cementerio, abierta al público tras la íntima ceremonia de despedida del viernes.
La principal arteria de la ciudad, antes conocida como "Avenida del Bicentenario" ha cambiado su nombre por el de "Avenida Néstor Kirchner" y sus vecinos todavía no se hacen a la idea de que han perdido a "Lupo", como le conocían los galleguenses, o el "pingüino", como él prefería que le llamaran.
Fernández viajó en la mañana de hoy a la localidad de El Calafate (Santa Cruz), donde el miércoles pasado Kirchner murió de un ataque cardíaco.
En Buenos Aires la masiva despedida en las calles y en el interior de la Casa Rosada a los restos de Kirchner ha dado paso hoy a la expectativa por el regreso de Fernández a la actividad y el rearmado del escenario político al que obliga la muerte del ex presidente.
Según fuentes oficiales, Fernández retomará el trabajo el lunes, aunque no dieron precisiones de su agenda.
"Nosotros tenemos una responsabilidad ahora, con todos los gobernadores, con todos los intendentes, con todos los ministros que acompañamos a la presidenta de ayudarla, de apoyarla, de fortalecerla", dijo hoy el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien por otra parte rescató que durante los tres días de duelo la oposición se mostró "muy prudente y muy responsable".
También la Unión Industria Argentina, la mayor entidad patronal del país, y la Confederación General del Trabajo, la mayor central obrera, anunciaron el reinicio del diálogo para garantizar "paz social" tras la muerte de Kirchner, considerado el principal líder político del país.
El deceso de Kirchner sorprendió en momentos en que la central sindical y la patronal estaban duramente enfrentadas por el impulso gremial a un proyecto de ley para distribuir entre los trabajadores las ganancias de las empresas y por la creciente presión de los gremios para nuevos aumentos salariales por la inflación.
"En un momento como el que Argentina está viviendo, es responsabilidad de la dirigencia cortar con esta situación de tensión y volver al diálogo", afirmó hoy el secretario de la patronal industrial, José Ignacio de Mendiguren.
En tanto, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha convocado para el lunes a los alcaldes oficialistas de la más rica y populosa provincia argentina, bastión del gobernante Partido Justicialista (PJ), para sondear cómo afrontar el vacío que deja en el partido la muerte de quien también era su líder.
Scioli, que ocupa la vicepresidencia del PJ, ha ratificado su respaldo al Gobierno de Fernández, al que Kirchner aportaba la construcción del tejido político con alcaldes y gobernadores.
Según dos sondeos de opinión difundidos hoy, tras la muerte de Kirchner y las demostraciones en las calles de apoyo a su esposa, la imagen positiva de Cristina Fernández se ha fortalecido al punto de mostrarla ya como favorita para los comicios generales de octubre de 2011.
Una encuesta de la consultora Nueva Comunicación revela que si esos comicios se realizaran hoy, Fernández lograría el 31,8 por ciento de los votos, seguida por Ricardo Alfonsín, de la opositora Unión Cívica Radical e hijo del también fallecido ex presidente Raúl Alfonsín, con un 15,9 por ciento.
Otra encuesta, de la firma Opinión Pública, Servicios y Mercados, revela que el 35,7 por ciento de los consultados votaría en 2011 a Fernández, secundada por el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri (19,4 por ciento) y por Ricardo Alfonsín (16,3 por ciento).